La adopción

Ovidia, 02-abril-2002.

-La niña tiene que desaparecer, si el reino se llega a enterar de la existencia de la hija primogénita del Rey la querrán hacer reina, y ese será el fin de mi gobernación. Israel, desaparece a la niña, envíala a un lugar que no sea muy conocido, con una familia de clase media, la madre debe querer con ansias a un hijo y lo principal, la niña no debe saber que es heredera al trono de Ovidia, ese es tu único trabajo, hazlo bien.

- ¡Su majestad, no podemos hacer eso la niña es la hija primogénita del difunto Rey! La niña tiene derecho al trono.

-Tiene derecho, pero no ahora quizá cuando me falte muy poco para morir.

-Según las reglas que el difunto Rey puso, su hija primogénita heredaría el trono al momento de su muerte, prácticamente en este momento el trono le pertenece a la niña.

- ¡Cómo crees que una niña recién nacida va heredar el trono!

-Quizás la niña no pueda heredar el trono, pero su madre biológica sí.

-Esa criada maldita que destruyó mi matrimonio no tiene derecho al trono, así que desaparece a esa niña lo más pronto posible, es una orden.

-Sí su majestad, lo haré como usted diga.
 

Israel buscó y buscó diferentes países y ciudades que no fueran muy conocidos, o que estuviera pasando por algún cambio, en el 2000 Ecuador se encontraba en un gran cambio, la dolarización, para el año 2002 Ecuador estaba un poco estable comparado al año 2000, sería un gran lugar para dejarle a la niña, ya que pasaba por un cambio y el país en sí no era muy conocido alrededor del mundo. Encontró a una familia que anhelaba tener un hijo, pero la madre era estéril, la dejó en la puerta de la casa de aquella familia, había averiguado todo acerca de ellos, en caso de que llegara a suceder algo y necesitaban la ayuda de Clara.

La familia la acogió como si fuera su propia hija, pero nunca le dijeron que era adoptada ya que ellos no tenían ninguna información de los verdaderos padres de Clara, solo tenían una pulsera de color rosa que Clara traía cuando la encontraron en su puerta. Clara tenía un lunar de nacimiento en forma de una corona, muy parecida al lunar de su padre y su abuelo, esa sería la clara señal de que ella era la indicada para heredar el trono en el momento preciso.

Conforme pasaba el tiempo, ella no se sentía cómoda en el lugar en el que se encontraba, no porque sus padres adoptivos eran malos, simplemente ella sentía que no encajaba, todos le preguntaban si el lunar que tenía era tatuaje, ya que nunca nadie había visto semejante lunar en forma de corona, quizá sería una señal que sólo poseía la realeza o simplemente un lunar extraño.

Iba creciendo y se iba convirtiendo en una muchacha muy linda, pero así como era linda también era muy rebelde, nunca se acogía a las reglas ni hacía caso a lo que sus padres le decían, por eso muchas veces se encontraba metida en problemas. Era muy querida por todas las personas que la conocían.