Destinada a amarte

Destrucción

Allí están los dos, ahora con recuerdos, recuerdos difusos que aún les causan problemas al recordar, Clara observa a Alex, tiene sus ojos cristalinos, expresan ganas de abrazar a Alex, pero también expresaba odio y confusión, pues no tenía idea de como había sucedido todo eso.

 

-¡¿Por qué no me lo dijiste?! Pregunta Clara con resentimiento

.

-¡No quería causarte confusiones! Responde Alex rápidamente.

 

-Respóndeme algo rápidamente. Duce Clara. -¿Quién soy yo? Pregunta Clara desesperada.

 

-Tu eres la reina heredera al trono de Ovidia, nos conocimos cuando tú y yo nos íbamos a casar, ambos estábamos enamorados, pero aquella noche en el avión hubo un accidente que nos dejó sin memoria a ambos, yo la recuperé apenas hace unos días, la misma cantidad de tiempo que he pasado buscándote. Responde Alex.

 

-Así que lo que dijiste... ¿Era verdad? ¿Lo de ser un príncipe? Pregunta Clara confundida.

 

-Es cierto, desde que te volví a ver quise decirte la verdad, pero lo único que pude decirte es que soy un príncipe de un país lejano, y aunque estuviste ahí no lo recuerdas. 

 

-Entonces si todo eso es cierto, ¿tú que haces aquí? Pregunta Clara.

 

-Buscándote. Responde Alex rápidamente 

 

Ambos se miran a los ojos, aunque recordaba casi la mayoría, Clara aún estaba confundida.

 

-¿Me mostrarías la carta? Pregunta Alex con curiosidad, pues quería saber que estaba escrito que había hecho que Clara recordara. Clara le entrega la carta junto con la billetera, Alex guarda la billetera en su bolsillo y abre la carta, Alex no sabe que hacer, se queda perplejo por lo que había escrito ahí, la carta decía: 

 

"Cual piano toca su melodía suave y precisa, ustedes tocaron su melodía a su manera, pero no resultó como esperaban, si no peor."


¿Recuerdan aquella tarde en Elixir? Para ustedes fue trágica porque terminaron con su relación, aunque la terminaron con un beso, pero para mi fue un triunfo, pues estaba verificando que entre ustedes había un sentimiento, pero por malos entendidos cortaron con eso, pero por acto del destino se volvieron a encontrar, se preguntarán como se esto... pues desde que llegaste al palacio, Israel fue tu sombra, así que chicos, sea lo que sea, pase lo que pase ustedes seguirán juntos, pues ese es su destino.
Clara, escribo esta carta para decirte que todo el tiempo, desde que naciste fuiste la heredera al trono, eso sabe muy bien tu madre adoptiva; por mi avaricia y envidia hice todo lo posible para que tu desaparecieras de la vida de tu madre, luego supe lo de mi enfermedad y te traje de vuelta para que contrajeras matrimonio con alguien a quien ni conocías y solo para mantener fuertes las políticas de ambos países pero al fin y al cabo Alex fue, es y siempre será tu destino... tu madre está viva, tu madre es la empleada que limpiaba tu cuarto los primeros días, ¿recuerdas el aroma a flores?, fue colocado por ella... cuando yo haya muerto tú debes luchar por el trono, porque mi hermana está ambicionando la corona de Ovidia, ella siempre me ha envidiado y hará todo lo posible para cumplir su objetivo, esta carta se la entregaré a Alex; tu pasado, tu presente y tu futuro amor. Recuerda que para luchar por el trono necesitas a alguien a tu lado, como ya eres mayor de edad no necesitas de un esposo, pero estoy segura que la corte te obligará a contraer matrimonio con alguien de la nobleza, pero tu estás destinada a Alex, no lo olvides él es tu destino. Te deseo suerte en tu lucha y no olvides que tú puedes lograr todo lo que te propongas.

Firma: Reina Victoria I.

 

Alex termina de leer y se da cuenta de que Clara se encontraba sentada en el filo de la acera llorando, toma asiento junto a ella y la abraza.

 

-¡Todo lo que he vivido ha sido una mentira! Dice Clara llorando.

 

-Lo que vivimos los dos no fue una mentira. Contesta Alex.

 

Clara se levanta rápidamente de la acera y camina furiosa hacia su casa, mientras que Alex trata de detenerla, llegan a su casa, Clara entra furiosa y Alex la sigue sin darse cuenta de que ya estaban dentro de la casa.

 

-¿Por qué entras de esa manera? Reprende la madre de Clara.

 

-¡Dime si esto es verdad! Grita Clara dándole la carta.

 

La madre de Clara lee la carta y se queda sin habla.

 

-¡Clara.. yo! Titubea la madre de Clara.

 

-¿Sabias todo esto? Pregunta Clara ofuscada.

 

-Si... sabía de esto.

 

-¡¿Por qué no me lo dijiste?! 

 

-Pensé que sería mejor no decírtelo. Responde la madre de Clara que ya estaba muy nerviosa y exaltada.

 

-¡No fue lo mejor! ¡No debiste haberlo guardado! Responde Clara que ya estaba mas calmada. -Tengo que buscar a Victoria. Dice Clara mientras se sienta en el sofá.

 

-¡Te prohíbo que la busques! Dice la madre de Clara.




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