El fin

Era un soleado y resplandeciente día, la familia real parecía estar de luto por la muerte del rey pero en realidad es que sentían satisfacción de que aquella persona tan malvada estuviera muerta, en pocos momentos Paulette y Cristian llegarían a Órcega.

En un momento abren las puertas del salón del trono, habían llegado las personas a las que esperaban, entre ellos se abrazan y se saludan.

-¡Les dije que les tenía una sorpresa cierto! Dice Paulette muy emocionada mientras levanta su mano que contenía una sortija con un diamante brillante. -Durante estos tres años nos enamoramos y contrajimos matrimonio. Dice Paulette con una sonrisa en el rostro. 

-¡Que sorpresa! Gritan Alex y Clara al mismo tiempo que los felicitan con un fuerte abrazo.

-¿Y tu novio? Pregunta Alex.-Habías dicho que tenías novio.

-Era una pequeña mentira... cuando llegué a Ecuador y me enamoré de Cristian decidí decirle la verdad. Contesta Paulette.

-De todos modos los felicito. Contesta Clara.

-¿Cuándo será su boda? Pregunta Paulette muy emocionada.
-Dentro de unas semanas... necesitamos casarnos lo más rápido posible... antes de que se empiece a notar... Responde Clara.

-¿A qué te refieres con notar? Pregunta Paulette.

-¿Acaso se comieron la torta antes del recreo? Dice Cristian bromeando.

-Si, claro. Responde Alex rápidamente antes de que Clara dijera otra cosa. 

Mientras Clara no sabe que decir solo mira a Alex sorprendida, Alex se acerca a su oído y le dice:

-Para que no sepan que has sido deshonrada diremos que el niño es mío. 

Clara asiente con la cabeza lentamente 
Días después Paulette y Clara organizan la boda, el vestido era blanco, espléndido había sido diseñado por un famoso diseñador francés, la fiesta fue organizada por todos los empleados de palacio, sus padres estaban muy felices de ver a su hija casándose con Alex, aunque les parecía que el matrimonio era demasiado apresurado, también estaban felices de que su hija pronto sería la monarca de Ovidia.
Al momento del intercambio de votos el sacerdote dice...

-Clara, ¿aceptas a Alex para amarlo, respetarlo, en la salud, en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

-Acepto. Responde Clara con seguridad y felicidad.

-Y tu Alex, ¿aceptas a Clara para amarla, respetarla, en la salud, en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

-Acepto. Contesta Alex con gran alegría y felicidad.

-Sin más que decir, con el poder que me ha sido otorgado, los declaro marido y mujer... Alex, puedes besar a la novia.
Sin más que decir, Alex levanta el velo de la novia, y la besa, forjando así una relación hermosa, llena de obstáculos, adversidades y problemas, pero al fin y al cabo triunfando el amor.

Días después Clara fue coronada reina y monarca de Ovidia, por ende Alex ahora era el rey de Ovidia por el matrimonio... meses después nació el pequeño niño que Clara esperaba, fue un niño muy deseado a pesar de la forma en como Clara quedó embarazada de él, lo llamaron Eros como el Dios del amor, la linda familia que se habia formado, como cualquier cuento de hadas... vivieron felices para siempre.                                        

 FIN