Destinada a amarte

¡Todo fue un sueño!

De pronto veo una luz que ilumina fuertemente todo mi rostro, no se en que lugar me encuentro, estoy desconcertada, me duele el antebrazo, veo alrededor de toda esa habitación que había muchísima luz, siento un dolor fuerte en la cabeza y en ese momento es en el que caigo en cuenta de que me encuentro en un hospital, toda la historia anterior simplemente había sido un sueño, nunca había existido, llego a un colapso nervioso en el que empiezo a gritar y a volverme loca, rápidamente entran a esa habitación muchos doctores y enfermeras con equipos muy extraños y me ponen un sedante que me deja dormida de inmediato, recupero la conciencia después de unas horas, veo a personas a mi alrededor, muy sorprendida y desconcertada pregunto.


-¿Qué es lo que sucedió? 


-Estuviste en coma por 2 años. Responde una señora a la que no reconocía.


-¿Quién es usted? Pregunto confundida.


-Soy tu mamá. Responde la señora con lágrimas en los ojos y que se notaba que tenía una angustia gigante, pero también felicidad por verme despierta.


-¿Por qué estuve en coma? Pregunto muy sorprendida y asustada.


-Tuviste un accidente automovilístico, estabas yendo en el auto con tu novio, tuvieron una pelea y el auto se descontroló, lamentablemente tu novio murió, pero tu quedaste en coma, el doctor nos dio pocas esperanzas de que despertaras, pero despertaste y estamos todos felices.


-¿Quien soy yo? Pregunto muy nerviosa por la respuesta que fuera a recibir.


-Tu eres Clara Sánchez, antes de que tuvieras el accidente trabajabas en una empresa como diseñadora de modas, te ganaste gran fama con tus diseños que solían llamarte la reina de Ovidia, pues sin tus diseños la Empresa de textiles "Ovidia" habría caído en la ruina.


En ese momento me doy cuenta de que todo lo que había soñado mientras estaba en coma, era una cruel ilusión, simplemente no existía, recuerdo la señal que tenía la protagonista en la historia, me miro rápidamente la mano y veo que yo no tenía aquél lunar en forma de corona, si no tenía ese lunar entonces no era adoptada y todas esas personas que cree en mi cabeza mientras estaba en coma no existían, los únicos que existimos eran Alex y yo.


-¿Cómo se llamaba mi novio? Pregunto estupefacta

.
-Se llamaba Alejando, pero te encantaba llamarlo "Alex", lo conociste mientras trabajabas en la empresa, pues él era el hijo del dueño de otra empresa que siempre tuvo problemas con la empresa en la que trabajabas tú.


-¿Cómo se llamaba la otra empresa? Pregunto esperando que la respuesta de mi madre no fuera "Órcega".


-No la recuerdo bien... Dice mientras busca algo en su bolso, de ahí saca una tarjeta que me la entrega a mi.
En esa tarjeta decía, "Alejandro Aguilar, gerente ejecutivo de la textilería Órcega".


Al verla siento que se me hace un nudo en la garganta, las lágrimas empiezan a salir sin control y me rompo en llanto, mi madre me abraza y me consuela, acababa de confirmar que todo lo que había sucedido en el sueño, en la realidad era todo lo contrario, Alex estaba muerto, Órcega y Ovidia no existían como países, si no como empresas, pero ahora yo no era reina de Ovidia, ahora ya no tenía nada que ver con eso, a causa de mi accidente había tenido que alejarme de todo eso, incluyendo de mi novio, en el sueño los personajes habían cumplido con el hilo del destino, pero en la realidad yo no había cumplido mi hilo del destino con Alex, quizás fue porque él no era mi destino.


Actualmente vivo recorriendo todo el mundo, conociendo países, su idioma y su cultura y disfrutando de la vida mientras me llega el otro extremo de mi hilo rojo del destino.

 




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