Destinada A Ser Bruja

Capitulo XI: Distinta

 

SUSAN.

 

Darme cuenta que soy una bruja es algo demasiado desconcertante pero lo peor que me haya podido pasar es recibir un rechazo, darme cuenta que alguna vez iba ser compañera de Logan es algo sorprendente, no puedo ofenderlo porque lo amo y si lo hago me lastimo más de lo que me he hecho, Alaska y Yuna me acompañan siempre, mi amiga me ha dado muchos consejos en los cuales ninguna habla del amor.

 

-Hay algo que me tiene dudosa – digo levantando la mano como si fuese una niña.

-Dime – dice mi querida amiga.

-¿Por qué no lloro?

-Pues… tenía dudas de eso cuando me lo dijiste, las brujas no pueden llorar al menos que rompan el hechizo en ti, pero sería una destrucción para tu cuerpo, las lágrimas son parte de tu fuerza por eso no deben desperdiciarse, si eso llegase a pasar perderías habilidades y la fuerzas se agotarían – explica muy bien.

 

-Wao que extrañas son las brujas – digo moviendo mis pies en la tierra, estamos sentadas en unas rocas mirándonos la una a la otra – sabes mucho de brujas.

 

-Me encanta la vida de ellas – dice mirando el cielo – se todo de sus hechizos y sus curaciones.

 

-¿Solo nosotras podemos curar? – pregunto queriendo descubrir su respuesta.

-Sí, ellas son las únicas, la energía funciona pero es más poderosa la de las brujas.

-¿Te puedo contar algo? – pregunto haciendo que ella se enderece de su asiento, me mira con inquietud pero luego sonríe.

-Claro puedes confiar en mí – dice acercándose a mi lado, me abraza y yo la imito – soy tu amiga y siempre lo seré.

-Gracias – digo sonriendo – le dije a Logan que lo amaba.

Su sonrisa desaparece de su rostro llevándose a una de impresión, se lleva sus manos a la boca aparentando asombro.

-¿Y… que te dijo? – me pregunta llevándome dolor en mis adentros por querer llorar y sobre todo por lo que me dijo Logan – oh lo siento amiga.

-No te preocupes, debía decirle la verdad – digo sacando una sonrisa fingida – espero que eso me ayude a olvidarlo.

-Espero que si – dice acariciando mi espalda – no te hagas ilusiones con él, porque no te pertenece.

-Wao duro pero buen consejo – digo con sarcasmo, Alaska se ríe – es verdad amiga.

-Ven te enseñare algo – me dice agarrándome de la mano, esta algo oscuro pero las estrellas empiezan a salir junto a la luna, llegamos hasta el patio donde tuvimos la batalla y nos sentamos en él.

-Esto es algo que siempre me gusta hacer con las personas que conozco – dice sentándose y mirándome fijamente, cierra los ojos y empieza a concentrarse en algo.

-¿Qué haces? – pregunto mirándola, cuando de repente señala con su dedo a un lugar, volteo a esa dirección llevándome el asombro de que unas luces iluminan el cielo pero no son estrellas, dicen algo.

“Eres la mejor Susan” – dice, estoy sorprendida.

-¿Lo ves? – pregunta Alaska, volteo a verla y la abrazo – con esto me doy cuenta que sí.

-Gracias Alaska por ser la mejor – digo feliz de tenerla a mi lado, me ha apoyado y nunca me ha defraudado, Nilia y Yanis las quiero pero he estado más tiempo con Alaska.

-Gracias por tu amistad – dice alejándose de mi – sabias que no cualquiera lo puede ver.

-¿Cómo?

-Pues… se llaman iluistres – dice señalando las letras – las sacas de tu mente con solo pensarlo pero… no cualquiera las ve, solo las personas que te quieren.

-Wao – me asombro por lo que pueden hacer los olinius - ¿y yo lo puedo hacer?

-Tú lo puedes hacer mejor – dice sonriendo – hazlo, solo piensa en las palabras y saldrán con amor.

-Ok – cierro los ojos y pienso en mis sentimientos, de repente sin abrir los ojos siento como si los tuviera abierto, veo a Alaska quien sonríe, pienso en las palabras.

“Te quiero bastante Alaska” – digo y repito, solo espero que ella me quiera.

-Yo también te quiero – dice mirando los iluistres en el cielo.

Abro los ojos eliminando lo que había puesto en el cielo, algo sorprendente también, las dos nos miramos felices, ella me quiere y to la quiero, obviamente es la mejor amiga.

-Creo que nos estamos pasando de cursis no lo crees – dice bromeando, asiento contenta, nos levantamos limpiándonos el trasero para que no tengamos tierra – vamos a comer.

-Si – nos transportamos al interior de la casa para no caminar, al llegar están todos en la mesa en especial Logan junto a Brany.

-Mi luna – dice Tobías acercándose, me abraza y apenas le recibo el saludo por dos motivos, uno es Logan y dos Alaska.

-Hola… - digo alejándome y guardando distancia, solo le doy una media sonrisa y me acerco a la mesa, me siento al lado de Nilia quien me saluda, Alaska aprovecha el espacio libre de Tobías para sentarse y este se sienta a su lado.

 

Ahora Yanis le toco cocinar, ayer me tocó a mí y que no me quedo como lo esperaba, pero igual se lo comieron, menos Logan y Brany quienes se retiraron a comer pizza al pueblo, claro, ellos si pueden y a uno no se lo permiten.




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