Destinada A Ser Bruja

Capitulo XXXVIII: Pequeña

 

LOGAN

 

 

Y ahí estaba llorando con desesperación, me acerco preocupado y me arrodillo ante ella para agarrarla de los hombros.

-Susan – digo apenas, ella se intenta alejar pero no la dejo, no lo hare ahora y ni nunca - ¿Por qué lloras?

-Yo no lloro Logan – dice cuando intenta secar sus lágrimas – nunca lo haría.

-Susan no digas mentiras – le digo calmado, miro tristeza en sus ojos pero desvía su mirada – Mírame por favor.

-¿Qué quieres Logan? Solo aléjate – dice llorando y es desgarrador escucharla con un hilo de voz – quiero estar sola.

-No, no te dejare – digo enojado por su forma de actuar y creí que jamás diría esto pero no soporto verla así – ya no quiero que me ocultes las verdades, quiero ayudarte, he sido una persona mala, lo se lo admito pero quiero ser una buena persona contigo y empezar de nuevo porque ahora me doy cuenta que fui estúpido en el cual solo me preocupaba egoístamente de mi sin saber que te lastimaría, solo quisiera que tuvieras confianza en mí de nuevo para poder sobre salir las cosas que pasaste que por culpa mía lo hiciste, perdóname por ser un idiota sin corazón pero ahora que quiero resolver las cosas quiero que digas todo lo que te duele porque también a mí me lastima como no tienes idea.

Se lo digo de corazón ya que es importante en mi vida, pero ella se inmuta a hablar, solo niega a mirarme y sigue llorando.

-Bien… - es lo único que digo asintiendo varias veces, me levanto ya que es lo quiere ella que me vaya y es lo que hare, no la presionare, pero al caminar a la salida unas palabras me deja perplejo.

-Se llamaba Sara – dice cuando estaba de espalada, me volteo rápido enarcando una ceja, se seca una lagrimas pero sigue llorando y ¡Carajo! Jamás la había visto de esa manera tan frágil.

-¿Qué? – pregunto confundido al no saber de qué habla, ella sigue llorando más fuerte desahogándose profundamente.

-Se llamaba Sara – dice de nuevo en un hilo de voz – era nuestra hija.

Siento como estaba a punto de caerme pero me sostengo de la puerta, escuchar esa palabras me parecían ridículos pero sus ojos, los ojos de Susan reflejaban realidad, una sensación de dolor recorrió mi cuerpo y sentí como el aire me faltaba.

-¿Cómo? – Pregunto en un hilo de voz, Susan llora con más fuerza y ahora entiendo todo el dolor - ¿Cómo es posible?

-¿Recuerdas la última vez que lo hicimos? – pregunta y eso hace que los recuerdas vuelvan a mi mente, ese día ella lo deseaba y le cumplí – era hermosa…

-¿Qué le paso Susan? – pregunto desesperado arrodillándome delate de ella para verla, ella se queda callada y sus quejidos son evidentes, en su muñeca veo el tatuaje de lágrimas, todo este tiempo ha estado débil por llorar.

-Celeste me la quito… - dice cortando la voz cuando llora sin control, mis ojos se ponen aguados al escuchar eso y la ira recorre mi cuerpo, la loca esta abajo y me dan ganas de darle una lección ahorita mismo pero quiero saber que paso exactamente – ella… tenía dos años… mi bella y dulce Sara, pero Celeste… la mato…

Lagrimas caen en sus mejillas, me duele saber que tuve una hija y no la pude conocer, me acerco a Susan y tomo sus mejillas entre mis manos y seco con cuidado sus lágrimas al saber que sufre demasiado, ahora entiendo todo.

-Todo es mi culpa – dice mirándome a los ojos y por primera vez lo hace – debí protegerla.

-No – le digo rápido cuando lagrimas salen de mis ojos – todo esto no fue tu culpa, es la mía debí entenderte, hacerte entendido y amarte para no haber sufrido nada de esto.

-Logan siempre te he amado – confiesa y llora desesperada, su confesión me deja sorprendido – amaba a nuestra hija con toda mi alma.

-Tranquila – le digo cuando no para de llorar y eso le afectara, la atraigo a mis brazos y la mantengo abrazada mientras que se desahoga, lloro también por saber que tuve una hija y ha muerto por culpa de esa perra – ya no llores Susan, no lo mereces, eres una madre excelente y me arrepiento de no haberte protegido como te lo mereces y sobre nuestra hija me hubiera gustado conocerla.

-La amaba tanto – dice con un hilo de voz – lo siento tanto mi pequeña…

-Shhh – le susurro en su oído y acaricio su cabello manteniéndola cerca porque todo esto debe de quedar en el pasado aunque me duela que no la haya conocido a mi pequeña Sara – ya no llores hermosa.

Le doy un beso en su frente e intento tenerla calmada, me decido levantarme para poderla sujetar en mis brazos, ella enreda sus brazos en mi cuello sin preguntarme nada la llevo a la cama para acostarla, necesita descansar después de todo lo que le ha pasado, ese es su dolor que tanto le ha hecho llorar y llegar a un límite de hacerse daño por medio de las lágrimas, la acomodo en la cama y ella solo me observa con tristeza.

 

Me acomodo junto a ella y la atraigo para abrazarla, ella me imita entrelazando sus brazos en mi cintura, pobre de mí Susan y he sido un completo idiota.

-Logan si sientes lastima por mí es mejor que no lo sientas – dice en un susurro – no me gusta y te juro que te mato si lo sientes.

-Nunca lo haría contigo Susan – le respondo tranquilo – Lo único que quiero es que dejes llorar.

-No lo hare – dice alejándose de mí.

-Susan esto te hace daño – le digo enojado al ver que no quiere hacerlo – no quiero que mueras.

-Es mejor que lo haga – dice llorando – porque no quiero que sigan sufriendo por mí, así Carlota no hará más daño.

-No, no te dejare que lo hagas – le digo con rapidez – Susan no quiero que mueras eres importante para todos, para Alaska para nuestro hijo, te aman y eso es muy importante.

-¿Y de que vale la vida si la persona que amo no me ama? – pregunta enojada, me quedo callado y analizando lo que dice, no dice nada y solo suspira para luego mirarse a la muñeca y hace magia negra para quitarse el tatuaje de lágrimas.




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