Destinada A Ser Cazadora

Capitulo I: En la mira

 

ERIKA              

 

                                                                                                                

 

Miro con atención a mi presa fija a mitad del bosque, me encuentro oculta suspirando a lo bajo porque cualquier sonido intacto puede ser una amenaza, estiro mi mano para jalar más la pita del arco, mido la densidad de lo lejos que se encuentra y con la flecha lo apunto, cuando estoy segura que lo tengo, en seguida lanzo la flecha y el siervo solo volteo a donde yo estaba para querer escapar, pero este no pudo y la flecha le dio junto en su estómago, me levanto de donde estaba y con una sonrisa en mis labios me encamino en donde el animal se encuentra.

-Lo siento amiguito – digo cuando me acerco y me detengo casi cerca de él, agarro mi espada detrás de mi espalda para matarlo ya que aún está intentando moverse.

-Yo si fuera tú no lo hiciera – dice alguien al lado mío, volteo mi vista mirando a la chica que se encuentra ahí – se te olvida que el bosque es de mi pertenencia al igual que los animales.

-Y a ti se te olvida de que yo soy un ser humano y debo comer – respondo con una sonrisa de lado, Susan se acerca al siervo poniéndose en cuclillas en frente de él, con cuidado saca la flecha, en ese momento me voltea a ver.

-Si tana hambre tienes, aquí hay manzanas – dice cuando levanta su mano y hace como si arrastrase algo con ella, hasta que de repente en su mano se viene una manzana, en seguida me la lanza – eso también es comida.

-Pero no como la carne de un siervo – digo sonriendo cuando muerdo la manzana y como con tranquilidad observando lo que hará, me siento en una roca disfrutando de lo que veo, Susan empieza a cerrar la herida del animal y en seguida este se levanta escapando de nuestro alcance.

-Creo que debes ir al pueblo – dice cuando se acerca a mi lado y se siente – yo también amo la carne pero los animales también son vida.

-Sí, no te imaginas como quisiera que me pagaran por matar ángeles – digo frustrada, ella sonríe de manera tierna - ¿Cómo hiciste para superar todo?

-¿De qué? – pregunta enarcando una ceja, me levanto para explicarle.

-Todo, que eres una bruja que vives en un mundo sobrenatural – digo haciendo gestos con las manos para que al final me lleve la manzana a la boca, ella solo se encoje de hombros.

-Cuando llegue aquí, está completamente asustada, pero ya mi vida era una basura y me acostumbre a lo bueno de esta vida – responde con una sonrisa de lado – sin embargo no te creas… aún estoy sorprendida por muchas cosas.

-¿Asi… cómo cuáles? – pregunto enarcando una ceja cuando me vuelvo a sentar a su lado.

-Como que ustedes existían – responde y hago como que me dolió – pensaba que solo existían olinius y licántropos pero con el paso del tiempo, llegaste tú y… después el fénix y posiblemente hallan más que desconozca pero sin embargo todo esto paso por Carlota.

-Sí, no puedo creer que desde allá mande tanta maldad para conseguir almas como intercambio – digo realmente sorprendida - ¿Cómo es posible?

-No lo sé – responde cruzándose de brazos con el ceño fruncido – pensaba que Logan con empujarla al inframundo sería diferente todo, sin embargo yo no puedo hacer nada…

-¿Lo dices por los Instar? – Le pregunto volteándola a ver, ella solo asiente - ¿Qué carajo les hicieron para que se comporten así?

-Todo por mi culpa, ellos querían tenerme cuando estuve en New York, sin embargo yo pertenezco aquí – dice mirando el cielo, Susan tiene una belleza única y según la historia de amor que se de Logan y ella, mi opinión es que él es un idiota por no haberse fijado en ella hace mucho.

-Idiotas – exclamo riéndome, la bruja también lo hace, me levanto del asiento poniendo bien mi mochila y el arco atrás, la espada la llevo a un lado en su estuche – bueno debo retirarme, tengo que buscar algo que comer.

-Bueno, espero no te vea tocando los animales – me advierte con una sonrisa de lado – tal vez Kenia te invite a un trago.

-Veremos – es lo único que digo cuando me encamino al interior del bosque, le hago gesto de adiós mientras observo a todos lados, realmente no tengo apetito, la manzana que me dio Susan me ayudó mucho, ahorita lo que debo es buscar bebida y eso se lo pediré a Kenia.

Me detengo en seguida mirando el piso, intento quedarme inmóvil mientras saco una flecha de mi mochila, agarro mi arco y me los pongo en frente estirando ya la pita para tenerla lista, escucho el ruido y al sentirlo muy cerca apunto a esa dirección y lanzo la flecha.

-Rayos – exclamo al ver que no le di, solo en una de sus alas pero estas son de acerco y no puedo dañarlas, por eso tengo que apuntarle directamente al corazón, el ángel negro se escapa, suspiro enojada y mejor mantengo en mi mano las cosas hasta que llegue al pueblo, empiezo a correr con

 

Al salir ya del bosque, miro la calle donde los autos pasan sin parar, me paso la calle con rapidez para llegar a la tienda, me adentro con rápido viendo los productos que se encuentran ahí.

-¿Qué va querer? – pregunta la chica quien si no me equivoco es la amiga de Susan.

-En dame por favor chicles de diez centavos – digo cuando saco de mi bolsillo el dinero – que sean tres.

-Ok – dice cuando agarra la bolsa de golosinas para sacar los míos – aquí tienes… son treinta centavos – dice con una sonrisa, en seguida le entrego el dinero.

-Gracias… Alaska – digo al ver su nombre en su pecho, ella asiente – nos vemos.

-Bueno cuídate – responde cuando me dirijo a la salida, ahí entra una hombre de cabello rubio me sonríe y pasa de lado, sin embargo yo sigo con mi camino, salgo en seguida con mis manos ocupadas queriendo quitarle el papelito al chicle, cuando este ya se lo quite me lo pongo en la boca para disfrutar el sabor.




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