"Qué linda es tu perrita", dijo Ana. Tomás le respondió: "El tuyo igual, muy amigable y juguetón." Ella le
preguntó: "¿Querés ir por un café? Yo invito." Y él con gusto aceptó. En la salida se pasaron sus Instagrams
y números de WhatsApp para arreglar la próxima vez que se vieran. Esa noche Ana le mandó un mensaje:
"Todo muy lindo, gracias por todo." Y él respondió igual. Ana le dijo: "Quiero que seamos mejores amigos,
necesito amigos y ser más sociable." Y él respondió: "Está bien, pero pongamos una regla." "¿Cuál?",
preguntó ella. "Jamás enamorarnos." Y Ana aceptó.
Editado: 07.07.2025