Al día siguiente, Tomás llegó a la casa de Ana, la abrazó por detrás y dijo: "Hola, celosa." Ella respondió:
"Hola, jirafa." Mientras reían, se dieron cuenta de algo... Ella dijo: "¿Y qué tal la visita de esa amiga?" Él
respondió: "Bien, me divertí." "¿Más que conmigo?", preguntó Ana. Él dijo: "No, con vos es más divertido
porque sos extrovertida y muy linda." Ana se sonrojó. "Ay sí, cómo no." Entonces Tomás se acercó y le dio un
suave beso en la mejilla. Ana se quedó helada, pero por dentro se dio cuenta de que no podía ser solo amiga
de Tomás porque sentía algo más.
Editado: 07.07.2025