Destinados

Capítulo 3

La puerta se abrió golpeando la pared. Tenía que admitir que estaba muy asustada y preocupada por ese chico arrogante y descarado que me había escondido.

Desde el escritorio donde estaba escondida solo se oían golpes, de lo que supuse que era una pelea igualada.

-Ríndete ya chico, “el Tito” está acabado-dijo una voz profunda que me producía escalofríos.

-¿Qué quieres decir Jack?-preguntó Tyler con un tono de curiosidad- ¿Dónde está? ¿Qué le has hecho a mi tío?-pude apreciar un tono de desesperación en su voz.

-Tu tío pronto estará junto con su mujer, donde deberías estar tu también, a 5 metros bajo tierra.

-¡Serás bastardo! ¡Suéltalo!

-Ésta vez no lo vas a tener tan fácil chico-el tal Jack se rió entre dientes- quiero algo a cambio.

-Dime qué es lo que quieres, infeliz- soltó Tyler

-Darren tiene unos encargos para ti- dijo tranquilamente Jack-quiere recuperar el dinero que le hiciste perder.

-Está bien pero, ¡lárgate de una maldita vez!- dijo esto último gritando.

-Me pondré en contacto contigo cuando sea necesario-hizo una pausa- y ya sabes lo que pasará si no cumples con tu parte.

-Lo he pillado, sabes que cumplo con mi palabra-dijo Tyler- ahora vete- añadió.

 

Se escuchó la puerta cerrarse de golpe y unas risas ahogadas dirigirse hacia el exterior. Cuando el ruido de un motor se alejó dejando todo en silencio salí de mi escondite.

Me encontré con miedo y recuerdos reflejados en los ojos de Tyler. Estaba pálido, con un corte en la ceja, otro en el pómulo derecho, donde quedaría una pequeña marca, y otro corte en el labio. No parecía verme y cuando se dio cuenta de mi presencia cambió su semblante por uno más serio.

-¿Estás bien?-le pregunté.

-Sí, vuelve a tu casa-dijo Tyler de forma tajante.

-No parece que estés bien, déjame curarte al menos.

-No hace falta, gracias-parecía amable incluso- vete lo más lejos posible- añadió.

-No me iré a ningún lado, quiero ayudar-le miré suplicando que me dejara quedarme.

-Es peligroso, tienes que marcharte cuanto antes-parecía ausente mientras hablábamos.

-No tengo ningún sitio donde ir, quiero ayudar para liberar a Ángel- Tyler me miró extrañado.

-Está bien, pero no puedes quedarte sola en la casa de mi tío, puede que vuelvan-dice Tyler-lo más seguro es que me quede allí contigo.

-¿Qué? No, es imposible- respondo

-No tienes más opciones, morena. Me quedo allí contigo o te vas lejos de aquí y no vuelves.

-Si no tengo más opción… está bien acepto- alargo la mano y se la tiendo para que la estreche, me mira raro, pero acaba accediendo.

-¿Qué hacemos mientras con el taller?- continuo diciendo.

-Nos llevaremos los vehículos y lo cerraremos hasta nuevo aviso.

-Entonces… ¿Me puedo llevar la Harley?- pongo cara de cachorrito abandonado esperando que se apiade de mí y no se niegue.

Tyler se me queda mirando fijamente, como si fuera de otro planeta, cuando sale de su ensimismamiento asiente.

¡Toma! Se va a cumplir mi sueño. Yupiii.

Durante el trayecto hacia la casa reflexiono sobre todo, y a la vez sobre nada. Desde que era pequeña había querido conducir una Harley, sentir el viento contra mi cuerpo, como si volara. Me encantaba esa sensación de libertad.

-No tienes pinta de que te gusten las motos- me dice Tyler cuando llegamos a casa.

-Hay muchas cosas que no sabes de mí-le contesto, y antes de que pueda decir algo añado-ahora vamos a curarte.

Le agarro y le llevo hacia el cuarto de baño de mi habitación, donde guardo el botiquín.

-Bonita habitación- dice Tyler

-¿Dónde te vas a quedar?- le pregunto ignorando su comentario.

­-En mi habitación, antes pasaba mucho tiempo aquí, está justo en frente de la tuya.

-Está bien… esto puede escocerte un poco-añado al ver los rasguños de sus nudillos que antes no había visto.

Cojo unas gasas del botiquín y echo alcohol para curarlo. Primero lo paso por sus nudillos, después por su ceja, limpiando a su vez los surcos rojos que ha dejado su sangre. Cojo otra gasa y la paso por su pómulo y continúo con el labio que todavía sangra. Puedo notar su respiración cerca de mi cara, cosa que me desconcentra.

-Parece que tienes experiencia en esto- suelta Tyler rompiendo el silencio.

-¿Tienes hambre? ¿Qué quieres para cenar?- cambio de tema rápidamente, esperando que no se haya dado cuenta.

Por la forma en que me mira sé que se ha dado cuenta de lo alterada que me ha dejado su comentario. Me estaba preparando para un interrogatorio cuando me contestó, pasando por alto mi desliz, por ahora.

-Lo que sea que hagas estará bien-dijo.

Apenas le dejé terminar de hablar cuando abandoné mi propia habitación, dejándolo ahí plantado en medio de esta, desconcertado. No esperé que me siguiera, me fui rápidamente hacia la amplia cocina con tecnología moderna.




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