Destinados

Capítulo 17

Narrador desconocido

 

Esta noche tenía dos objetivos, el principal era atrapar a Artemisa y el segundo matar a Tyler. Dicen que muerto el perro se acabó la rabia, y en este caso no ha sido posible.

Tyler es el único que sabe lo suficiente de Artemisa como para encontrarla y crearme problemas y si acabo con Tyler podré quedarme con Artemisa para siempre.

Me ocuparé del chico antes de que llegue hasta nosotros.

 

Artemisa

 

Alguien entró en la casa mientras me cambiaba, logró atarme y sacarme de allí. El resultado fue una lámpara rota y una patada en los huevos de un peón de la bestia que me tiene secuestrada. Y digo la bestia porque se trata de una mujer.

-Es una pena lo del hombro.-dijo la desconocida riéndose.

Puta cínica, pensé.

Esta mujer tendría unos 40 años, era rubia teñida, el pelo lo tenía recogido en una coleta alta y con buen físico.

Ella había mandado a sus secuaces secuestrarme, y lo habían conseguido. Me tenían atada de pies y manos a una silla.

Cuando me sacaron de la casa seguí resistiéndome hasta que se cansaron de mí y me drogaron, gracias a eso a penas siento el balazo que tengo en el hombro.

-Ríete todo lo que puedas ahora, porque cuando Tyler te encuentre te hará pagar lo que has hecho.

-No estés tan segura, mañana mismo irán mis hombres a matar a Tyler. Hoy no han podido porque te metiste tú en medio. Hay que reconocer que tienes agallas. Te has llevado el balazo que iba directo al corazón de tu querido Tyler.

-Como le hagas daño yo misma me encargaré de ti.

-Mejor cállate niña estúpida, no sabes lo que dices.

 

Tyler

 

Tenía que hacer algo para recuperarla pero no sabía quién la tenía ni donde estaban.

Necesitaba la ayuda de los chicos, así que fui a verlos. Siempre estaban en el mismo lugar después de las carreras.

Llegué al club, The Corner, y me dirigí al reservado que teníamos siempre. No me equivoqué, allí estaban.

Los chicos estaban bebiendo y riendo hasta que me vieron. Todos pararon de golpe y se pusieron serios.

-Joder tío parece que has visto un muerto.-dijo Keanu, tan oportuno como siempre.

-¿Tan evidente es?-era obvio que algo malo había pasado.

-Sí, estás más blanco que Aiden y ya es difícil.-dijo ahora Ryan.

Los chicos me hicieron un hueco en el banco, es el típico en forma de “U” con acolchado.

-Necesito vuestra ayuda.-fui al grano, no nos sobra el tiempo.

-¿Qué ha pasado Tyler?- preguntó Aiden con preocupación.

-Todos sabéis que hoy ha corrido La Pantera Negra y que Artemisa se encontraba mal ¿no?

-Sí, pero has dicho que no la has envenenado.-dijo Keanu restándole importancia.

-Ahora no es momento, Kea.-dijo Aiden, frenando los desvaríos de Keanu.

-No tenemos mucho tiempo, así que voy a ser rápido.-le expliqué a los chicos quién era Artemisa, excepto Aiden, que ya lo sabía.

-Por eso no ha venido esta noche.-dijo Ryan asimilándolo.

-¿Y no nos dices nada?- dijo Keanu indignado.

-El caso es que durante la carrera alguien intentó dispararme y Artemisa le dio un golpe con la moto librándome de la bala. Cuando terminara la carrera nos íbamos a reunir y como no me cogía el teléfono fui a casa. No estaba por ningún lado, solo encontré una lámpara rota y su camiseta en el suelo manchada de sangre.

-¿QUÉÉÉÉÉÉ?

-¿Quién querría hacerla daño?

-Qué putada, ¿cómo la buscamos?

-He hablado con Darren, él sabe quién la tiene, me ha dicho que iba a necesitar ayuda para encontrarla y que Arte está herida.

-Tienes que hablar con Darren para que nos diga dónde está.-me aconsejó Aiden.

-Ahora mismo le llamo.- me levanté y salí del club para escucharle mejor con el ruido.

-Has tardado mucho en llamarme.- dijo como saludo Darren.

-Necesito tu ayuda.

-Lo suponía, así que he pensado qué puedes hacer por mí. Como quieres a la chica de vuelta no te negarás a última hora ¿cierto?

-Jamás me echo para atrás y lo sabes.

-Sí, lo sé, pero solo quería escucharlo. Por la mañana mis hombres llevarán a Ángel a su casa, y por la noche tú tendrás una pelea en la que está en juego mucho dinero. Si ganas te daré una parte.

Darren no es generoso, es más bien tacaño. Seguro que tiene algo más en mente.

-¿Qué más quieres?

-Me conoces bien, chaval, tan bien que puedes traerme problemas.-hizo una pausa para reírse-Lo siguiente lo sabrás más adelante.-lo dijo con diversión en la voz. Y colgó, no tenía más que decirme.

Entré de nuevo al club y me dirigí al reservado.

Los chicos se quedaron mirándome con la pregunta reflejada en sus ojos.




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