—¿Acaso no tienes casa?— Digo molesta, Jeremy se ha instalado en mi habitación como si fuera suya. Lo peor es que mi madre ha salido y me salí con él.
— No tengo casa — Encoje sus hombros —Tu madre dijo que podía quedarme todo lo que quisiera, así que...— Se estira y toma mi almohada para inhalar mi aroma — Umm fresas—
— ¡Oye!— Le grito y trato de rebatársela pero se aferra a ella con fuerza. — ¡Eres un degenerado!— El timbre suena y yo lo ignoro, trato de quitarle mi almohada sin lastimarlo.
— Ve abrir — Su voz sonó más como una orden y no me aguanto más y presiono mi rodilla hacia el costado que tiene la herida. De inmediato maldice soltando mi almohada y antes de abandonar mi habitación le golpeo con ella y salgo con una sonrisa de victoria.
Abro la puerta y me encuentro con un hombre vestido de traje.
—¿Qué desea?— Pregunto y antes que pueda el hombre contestar Jeremy pasa por mi lado y su semblante luce furioso.
— No le digas a nadie donde estoy — Dice de mala gana y el hombre asiente y le entrega una maleta. Jeremy lo toma de mala gana y me hace a un lado para cerrarle la puerta en la cara al hombre y antes que lo haga el señor le dice.
— Su hermano le manda a decir que conteste el móvil— Jeremy azota la puerta casi en el rostro del tipo y camina cojeando pero furioso hasta mi habitación.
—¡Oye! ¿Qué te pasa?— Camino detrás de él —¿Porque le tiraste la puerta en la cara a ese hombre?— Jeremy se sienta en mi cama con su respiración agitada.
Como una persona cambia su temperamento de un momento a otro.
— No te metas en lo que no te importa — Murmura entre dientes.
— ¡Pues estas en mi casa y acá no vas a hacer lo que te da la gana!— Le grito.
— ¡Pues bien! — Grita y se levanta — Me largo — Pasa por mi lado — Yo estoy acostumbrado a esta mierda—
— ¿A qué mierdas hablas?— Preguntó sin gritar.
— Siempre he estado solo en esta maldita vida—
—¡Espera!— Tome su mano antes que salga del departamento.
—No quiero tu lástima — Se suelta y yo me adelanto cerrando la puerta e impidiendo su paso.
— No te tengo lástima — Digo sincera — Pero no entiendo porque tu cambio de actitud y me molesta que seas tan grosero — Jeremy suelta un suspiro y pasa su mano por su cabello desordenándolo.
— Tú no entiendes nada — Susurra — Estoy cansado de estar rodeado de gente hipócrita y que solo espera en que des la espalda para enterrar su puñal —
— No entiendo—
— No tienes que entender nada — Dice — Yo me voy, dejaré tu vida en paz — Se acerca para abrir la puerta, pero yo no me muevo.
— ¿Y tu hermano?— Pregunto. Mi madre siempre me dijo que era un gran chico que se preocupaba por su familia y por ella.
— Mi hermano le vale la mierda si estoy vivo o muerto — Dice con dolor — Jamás le he importado — Tomo su mano conduciéndolo hacia el mueble de la sala.
— No entiendo, mi madre me ha dicho que es un hombre increíble — Jeremy ríe con sarcasmo.
— ¿Mi hermano un hombre increíble?— Resopla — No sé qué clase de hombre conoció a tu madre porque yo desde que tengo uso de razón ha sido así o peor — Hace una pausa.
— Vaya, algunas veces no conocemos realmente a las personas — Susurro con la mirada perdida.
— Eso es verdad — Jeremy apoya su cabeza en el respaldo del mueble — Mis padres murieron cuando yo tenía siete años en un accidente de auto — Dice — Según los que han trabajado hace tiempo con nosotros me comentaron una vez que mi hermano era diferente al hombre frívolo de ahora — Me mira — Que una mujer le destruyó su corazón y desde entonces él jamás volvió a ser el mismo — Mierda. Mi corazón se agita con fuerza — Si supiera quien es esa mujer, yo mismo le pegaría un tiro porque acabo con la poca humanidad de mi hermano—.
Con esas palabras me hace arrepentir de haber convencido a mi madre en venir a este lugar.
Editado: 08.04.2020