Julie
El camino a la casa fue silencioso, lo cual agradecí mentalmente, pues realmente no tenía ganas de hablar con nadie en este momento. Sebastian me seguía afectando y no sé por qué. O tal vez tengo una idea, pero no lo aceptaré. Adonis iba manejando y en el copiloto iba Caroline, desafortunadamente el egocéntrico capitán de Lacrosse iba a mi lado, bueno, a unos cuántos centímetros de distancia. Me alejé más de él y Adonis lo notó por medio del espejo. Finalmente llegamos a la casa. Bajé del auto en cuanto el auto se detuvo. Entramos y caminamos hasta la sala.
-Siéntense, esperaremos a William y a Kira- inmediatamente se escuchó el timbre.
Adonis abrió la puerta y por ella entraron los antes mencionados. Kira al verme sonrió, sin embargo no devolví la sonrisa. Observé algo que no había notado en ella. Era un collar en forma ovalada, tenía algo parecido a una luna creciente de color amarillo que envolvía un fondo azul. Era lindo. Noté que en la mano derecha de William, que sujetaba la cintura de la pelirroja, tenía un anillo bastante parecido, pero cambiaban los colores, la “luna” era roja y el fondo gris.
-Bien, comencemos esto- dijo Adonis.
-¿En serio crees que es buena idea contarle?- cuestionó William, al parecer no le caigo bien, ya que me observó de una manera muy fea.
-Es lo mejor. No sólo para ella, también para nosotros- dijo Sebastian, quien lo observó desafiante.
-No sé cuáles sean sus problemas familiares, pero sino van a decir algo importante, mejor me voy- respondí.
-Ven. No le interesa esto, es mejor que simplemente la dejen vivir como ella quiera y no decirle nada. Tal vez su mente no está lo suficiente desarrollada como para entender la importancia de esto- el comentario de William hizo que me molestara mucho. Me puse en pie con el propósito de salir de ese lugar.
-William, basta. No sé qué es lo que te sucede, pero no dejaré que le hables así. Julie, siéntate, por favor- el tono de voz de Sebastian me sorprendió. Era tan dominante y a la vez tranquilo, no sé si era yo, pero me sonó un poco diplomático.
Kira acarició la mano de William, logrando tranquilizarlo y le dijo unas cosas en voz baja y él asintió un poco inconforme. Aunque las cosas se calmaron un poco, William seguía observándome de una manera intimidante, pero yo no planeaba hacerle ver que me resultaba incómodo, así que lo observé de la misma manera.
-Juliet me comentó algunas cosas esta mañana- lo voltee a ver mal cuando dijo mi nombre completo. –Julie. En resumen ha tenido pesadillas donde las personas importantes para ella son asesinadas y en los días siguientes eso sucede- noté como todos se sorprendían.
-¿Desde cuándo pasa eso?- preguntó Kira.
-Desde la noche anterior a mi cumpleaños número 7- respondí.
-¿Entonces viste cómo eran asesinados tus padres?- asentí y vi lástima en sus miradas. Odiaba que la gente me observara así.
-Esto no puede pasar, no al menos de que- dijo Caroline y todos asintieron.
-Eso es imposible, ella murió- respondió Sebastian.
-¿Podrían decir algo que yo logre entender?- cuestioné alzando mi voz.
-Por eso tenemos que decirle- dijo Adonis.
-¿Decirme qué?- cuestioné, pero me ignoraron.
-No podemos hacer eso. No todavía- dijo William.
-Es lo mejor- respondió Adonis.
-No. No lo haremos- dijo con un tono más fuerte.
-William, tenemos que hacerlo- contestó Caroline.
En ese momento empezó una guerra visual donde prácticamente todos atacaron a William. Kira se mantuvo neutra y yo comencé a aburrirme de estar aquí. Comencé a mover mi pierna para intentar distraerme, pero no servía de nada.
-Juliet, quédate quieta- gritó William.
-Tú no me vas a decir qué es lo que debo hacer- respondí poniéndome de pie.
William me observó. Y dio unos pasos para quedar más cerca de mí, su mirada mostraba enojo y creo que vi un reflejo rojo en sus ojos. Esto era extraño.
-No me importa quién seas. Me tienes totalmente aburrido con tu comportamiento de niña mimada antisocial que le habla mal a mi prometida- dijo y comenzó a hacer fuego con sus manos.
Esto sí que era extraño. Cuando hizo una bola lo suficientemente grande como para ser una fogata me la lanzó y mi único reflejo fue cubrirme con mis manos, sin embargo, el fuego nunca tocó mi piel.
-William, ya soporté bastante. Si vuelves a hacer algo así, regresarás. Y no me importa que seas mi hermano, no volverás a ver a Kira- gritó enojado Sebastian y William hizo una especie de reverencia y se sentó a lado de la pelirroja.
-Me voy de aquí- dije en voz alta. –Se supone que me ayudarían con lo que sea que tengo y en lugar de eso me están confundiendo más con sus trucos de magia y no sé qué tantas tonterías de si deben decirme o no- grité.
-Julie. Espera un momento, por favor- dijo Sebastian con una voz suave.
Detuve mis pasos y voltee a ver a todos. Sí que estaban locos. Kira me veía arrepentida y abrazaba a William. Caroline me observó preocupada mientras sostenía la mano de Adonis. Y observé a Sebastian, sus ojos café claro me tranquilizaron, por alguna extraña razón. Caminé hasta donde estaba anteriormente y noté una pequeña sonrisa en todos. Lo cual fue aún más raro. ¿Qué diablos era lo qué pasaba?