La guerra declarada

-Sobre mí no cuenten (dijo Eduardo y al bajar de las escaleras, paso entré los recién casados separándolos como su última declaración en momento de decir) - con su permiso. 

Fabio bajo esas 2 escaleras que quedaban y se puso en frente de su padre y Karla con las manos en los bolsillos.

-Bravo, papá nos has dejado sin habla. Pero 1 los voy a dejar claro no, no aceptamos, no lo vamos a aceptar y no los quiero en esta casa que es santa de mi madre que ensucian con su atrocidad. Porque papa, es obvio que ella es más joven que y tus propios hijos.

Y con esa se fue. Dejando a ambos mirar detrás de él.

-Bueno sabíamos que algo así podíamos esperar, vamos entramos (le dijo Neron a Karla rodándola con los brazos y conduciéndola hacia la sala).

Fabio y Eduardo ese día llegaron a la casa después de la cena y fueron testigos de la conversación que los lleno de más rechazo.

-De verdad que el pintor sé lucio cada vez cuando veo este cuadro me parece como si estuviera viva es tan real.

-Sí, es uno de mis favoritos.

-A si y cuantos más tienes que me dijiste solo de este. Es tan hermosa, su pelo, esos ojos de amor... Ah simplemente perfecta.

Escuchar esa plática y nombrar a su madre con tanto descaro a Fabio hace apretar los dientes y puños a su lado Eduardo se siente dividido conmovido con el recuerdo y bella palabra sobre su madre y furioso por la libertad con la que lo hacen considerando que menos debería ser un taboo (tema de no tocar).

-Yo ya esto no puedo estar escuchando (y se larga antes que su hermano puede decir le algo y pararlo).

-Ustedes dos de verdad que no tienen respeto para nadie ¿no? (dice entrando en la sala)

-¿Hijo, han llegado y tu hermano?

-Precisamente ahora lo han echado con su sinvergüenza.

-¿Por qué dices eso hijo? Que no hacemos nada malo.

-A no y hablar de mama como si nada no tiene nada de malo considerando la situación.

-Fabio, por favor que honrar el recuerdo de tu madre. (lo corta)

-Honrar su recuerdo como tú lo llamas en el día en el que te casaste y trajiste en su casa otra mujer y hablar con ella de ella no tiene nada de honorable.

-Fabio, lo único que hacemos es hablar de alguien muy importante para esta casa y los que viven en ella que son ustedes 3. Te pido perdón si con esto los estamos ofendiendo, pero te juro que no es de mala fe o para algún mal es con toda buena intensión.

-Si, usted señorita porque hasta que lleva apellido de mi padre para mi señora no va a estar pensaría en cualquiera buena intención no estaría aquí en el papel de la esposa de mi padre.

Teniendo la copa de vino en las manos Karla ya no tiene que decir así que solo baja la cabeza en dirección a la copa y aprieta los labios.

-Buenas noches, hijo (echando el brazo alrededor de ella y con un una carcajada de boca cerrada Fabio se va sin despedir).

Dándole un beso en la frente Neren dice - Todo va a estar bien ya lo verás solamente necesitan tiempo.

-Lo espero, sin embargo, no lo creo.

La mañana siguiente Karla baja a desayunar ya cuando Neren se fue encontrando en el comedor con Eduardo que unta un trozo de pan y bebe café.

-Buenos días, Eduardo, dormido bien (tomando asiento una silla alejada de él).

Él levanta la mirada del pan y se la dirige para de nuevo bajarla sin responder.

-Bueno (dice Karla tomando pan después de su mirada sacando los ojos viendo que todo es en ella).

-A mí también no me gusto mucho que Neren ha decidido decirles después de la boda, sin embargo, espero que comprendas que no estaba en mí. 

Eduardo levantó la palma de su mano que va en la dirección de ella - Solo su presencia me destruye el día así que si quiere hablar hablemos. Podemos comenzar con lo obvio mi padre no nos dijo nada porque sabía como reaccionaríamos, y que la quede claro que ni yo ni mi hermano no vamos a permitir que se quede aquí mucho tiempo así que le recomiendo no desempaque (se levanta para irse, pero en el camino se da la vuela y chasquea los dedos) - A, y por supuesto ¿como usted reaccionaria si su padre lo hubiera hecho lo mismo que ustedes a nosotros?

Sorprendida por la pregunta comienza tartamudear - Bu - bueno no lo sé. Depende de la situación si estoy con tu padre creo que lo entendería, no obstante si no, no lo sé, no es algo en que pienso. (Eduardo se va)

Chicos se encuentran en su oficina y no pueden a no opinar en lo de ayer.

Golpeando por el teclado del computador deja salir el suspiro - No lo puedo creer todavía no me entra en la cabeza lo que papá ha hecho. 

-A mí me lo dices.

-¿Qué hacemos? No lo vamos a dejar que siga con esa estupidez.

-Por supuesto que no, sin embargo, no tengo ni idea como lo vamos a resolver. Por el principio esta noche no vuelvo a casa no lo puedo soportar, me encontraré con unos amigos así que si mañana no vengó ya sabes. 

-Anotado. 

-No se me parece que haciéndoles la vida imposible no nos va a llevar a ningún lado se ven muy determinados. 

-Lo somos y nosotros vamos a ver qué es más fuerte no nos vamos a rendir hasta el final. 

-Trato hecho hasta que no se separan definitivamente no nos rindamos (y para sellar el pacto se estrechan la mano).

Fabio llegó en la casa y se encontró con la sirvienta de su niñez. 

-Hola. 

-Hola. 

-¿Cómo te va?

-Bien como siempre, pero eres tú el que no se ve nada bien.

-Y como estarlo con (haciendo con las manos al no saber cómo llamarlo dejando aire) - esta situación. 

-Por cierto ¿dónde están?

-Arriba en la habitación. 

-Arriba en la habitación (respuesta que enojo a Fabio y comenzó furioso dirigirse a ella).

-Fabio, no. (pero lo perdió de la vista así que no siguió hablando)

Fabio entró en el cuarto de su padre sin tocar, no obstante la encontró vacía lo que lo desconcertó todo intacto y sin una pertenencia de Karla. Sus ojos no perdieron de vista un foto retrato de tantos que hay en ese cuarto de su madre haciendo que sus ojos se llenen de llágrimas.