— Alina, te presento a Alex.
— Es un gusto conocerte — este me sonríe.
— Y ella es Laura.
— Ya sé quien es esta — Toma un sorbito de su bebida y me mira —llegó tarde a la clase de Álgebra — me señala — Se atrevió a mirar Azel de forma indebida.
Laura baja su largo dedo, Olivia la observa con los brazos cruzados, inclina un poco su cabeza a un lado, notó el gesto un poco extraño.
— Sabes que nos fue dada instrucciones Laura — Alex clava sus ojos en ella.
— No me importa.
— Sabes Laura.
Olivia estrecha sus ojos en dirección a Laura, un escalofrío viaja por mi columna y no me gustaría estar bajo su escrutinio.
>>Lo que pasó no se puede cambiar, deberías ir a quejarte en otro lugar por lo que nunca vas a tener.
Está conversación se fue hacía otro rumbo y no se cual es, no entiendo nada ¿Que tiene que ver en todo esto mi hermoso compañero de Álgebra? Creo que estoy rodeada de gente loca, me hundo un poco más en mi asiento.
— Claro que importa, aún no ha pasado el despertar.
— ¿Despertar ? ¿De que hablan? — Suelto muy bajo.
Alex sonríe en mi dirección. Woow, debe tener una audición excelente, Olivia se tensa un poco a mi lado. No me gusta el rumbo que está tomando esto.
— Creo que hay cosas que debes callar Laura — la susodicha se encoge de hombros.
— Es indigna.
Por un momento, creo que se refiere a mí con lo de "indigna" pero no puede ser posible ¿Qué tengo que ver yo en todo esto? Apenas los conozco y las manos ya me están sudando. Estoy furiosa, eso no es bueno para nadie.
Todo queda en silencio un momento, podría jurar que el ambiente es pesado, algo se remueve en mi interior, quiero enseñarle quien es la indigna; odio ese lado de mi, no se lo puedo mostrar a nadie, no puedo volver a repetir la historia.
Olivia coloca su mano en la mesa, el golpe me vuelve a la realidad, la pesadez desaparece y puedo volver a respirar. Olivia se inclina en dirección a Laura.
— Creo que deberías cuidar la forma en la que hablas — se observan fijamente, pareciera que de alguna forma se están comunicando. Sacudo mi cabeza.
Busco la mirada de Alex por ayuda, pero él las esta mirando divertido, abre una bolsa de chetos y comienza a comer como sí de una película se tratara.
Abro ligeramente la boca sorprendí, las chicas voltean de golpe en dirección a Alex como si este las estuviera llamando, estoy nerviosa, muy nerviosa y no puedo evitar que la otra Alína salga a luz.
— Creo que todos en esta escuela están loco — suelto un poco chillón para mi gusto, pero ya no puedo contenerlo mas — primero, un estudiante súper atractivo hace que mis nervios se disparen, después, un jugador de basquetbol me acosa y me trata como mercancía, ahora ustedes pareciera que hablaran sin mover sus labios.
Olivia me ve algo divertida, se echa hacia atrás relajándose, Laura frunce el ceño.
—Y tú — señaló a Alex — solo estas ahí comiendo chetos y no haces nada.
Alex saca un cheto de la bolsa ahora casi vacía, se lo mete a la boca y presiona sus labios como si estuviera tratando de no reír, al darme cuenta que Alina la rara ataca de nuevo cierro la boca, mi rostro arde, las puntas de mis orejas las siento caliente.
Por lo menos fue Alína la rara y no Alína la agresiva.
— Sabes — mastica para Lugo seguir hablando —ya me caes bien.
— Ves, te dije que te iba a encantar — Olivia le guiña un ojo.
¿En qué momento hablaron de mí? Apenas los conozco.
— No me pidas que le hable de forma amable — suelta Laura un poco más relajada.
— Alina, no te preocupes por está idiota — señala a Laura.
Abro mi boca sorprendida, espero que Laura salte sobre ella pero en cambio sonríe y comienza a comer.
Después del pequeño pleito los chicos se sumergen a tocar temas triviales como cuáles películas de Marvel van a ser estrenadas, dónde venden los mejores helados del pueblo y un nuevo programa de musica, intervengo muy poco, pero por primera vez me siento bien en un grupo a pesar de que son muy raros, bueno creo que yo también soy un poco rara.
Después del almuerzo me entero que tengo unas cuantas clases con Olivia, vamos camino a la última clase cuando un escalofrío recorre mi columna vertebral, cruzamos y nos encontramos a Azel que está a punto de entrar a un salón, está leyendo algo en la carpeta que esta en su mano, lo veo tensarse un monto, deja de leer y nuestras miradas se encuentran.
Sus ojos me atraen, es como si él fuera un imán, doy un paso al frente.
Desvía la mirada, me parece que le cuesta, vuelvo a respirar, miro a Olivia pero ella también mira a Azel, de nuevo pareciera, qué, de alguna forma, se están comunicando, vuelvo mi atención al frente, este le asiente a Olivia y pasa al salón.
— ¿Qué fue eso? — sin darme cuenta me había quedado plantada en el pasillo.
—¿Qué cosa ? — Olivia toma mi brazo y me insta a seguí caminando.
— Él, tú — señaló — y esas miradas. Pareciera que de alguna forma te estuviera hablando — la última parte la susurro y cierro la boca al darme cuenta de lo estúpido que suena.
— Estás exagerando un poco — ríe — estás viendo cosas donde no las hay.
Quizá ella tenga razón, lo más probable es que este imaginando cosas.
****
Olivia se ofrece a llevarme ya que mi madre no puede recogerme, insiste tanto que terminó aceptando, Alex nos acompaña, les doy la dirección y me dejan al frente de mi casa, que extraño se siente decir "mi casa" cuando aún no la siento mía.
— Adiós Alina — Alex levanta su mano.
— Nos vemos mañana — Olivia guiña un ojo.
— Hasta mañana.
Entro a la casa, aseguro la puerta.
<<Al fin, paz>>
Enciendo las luces, lo primero que me fijo es en las cajas que aún hay que desempacar, camino hasta la cocina, mi madre llegará tarde, casi nunca está en casa, me preparo la cena y me voy a la sala.