No puedo concentrarme, un escalofrío recorre mi espalda y mi corazón late con fuerza, quiero ver a Azel, no fue mi imaginación, ese lobo era real, aterrador e inquietante, los demás charlan entre ellos, Olivia hace el intento de hablar conmigo y falla estrepitosamente; cómo pueden estar tan tranquilos, aunque Laura mira constantemente atrás.
“deberíamos volver y asegurarnos que todo esté bien”
— Alina – Alex se acerca - ¿no estarás preocupada por Azel?
“si lo estoy”
—Solo un poco. Te juro que vi algo allá atrás.
— Hmmm, los lobos no rondan estas zonas – el sonido del agua al golpear la roca está cada vez más cerca – puede que estés confundida – Alex sonríe de tal forma que su blanca dentadura queda al descubierta.
— ¡Ali! Ya estamos aquí, vamos.
Olivia me toma de la mano con entusiasmo, me dejo llevar por su emoción, al salir de un área boscosa nos encontramos rodeados por grandes paredes rocosas, el bramido de la cascada nos recibe, este lugar parece olvidado, el agua al caer se divide en dos caudales diferentes, formando una especie de lago, el olor a hierba húmeda inunda mis sentidos, el silbido del viento resuena al rededor.
El agua es de un azul tan claro y hermoso, un grito salvaje ocasiona que de un pequeño salto, alguien pasa veloz cae en el lago rompiendo la quietud del mismo, una figura emerge con el cabello rubio empapado y unos ojos semejante al azul del cielo me observan, es Azel.
— ¿ Quieren apostar ? — Alex deja su mochila entre unos arbustos.
Mi atención se divide entre el deslumbrante paisaje, la animada conversación de los chicos y la figura enigmatica de Azel, que me cautiva a pesar de mi misma.
— No creo que se atreva — Olivia fija su mirada en algún punto frente a mi — ¿ Tu que piensas ?
— No me metan en sus tontas apuestas.
Laura se marcha a un extremo del lugar, se acuesta en la hierba, es la primera vez desde que la conozco que está tan relajada, sin el ceño fruncido, los brazos detrás de su cabeza mirando el cielo.
— ¿De que hablan?
— Alína, creo que deberías comenzar a correr.
— ¿Qué?
Un moviendo capta mi atención, Azel se acerca a la orilla, se apoya en una roca y con un solo impulso sale del agua.
“Mejor miremos al chico lindo”
Azel está cada vez más cerca, a su paso deja un pequeño rastro de agua, entre cierre los ojos; mis sentidos se activan, doy dos pasos a tras y el se detenía a pocos pasos de mi.
— Me debes un helado, te dije que lo haría — escucho decir a Alex.
— Nunca acepte esa apuesta.
— No seas tan tramposa Olivia, tu nunca...
Dejo de presentar atención a su conversación cuando Azel da un paso más.
“Que emocionante”
“Quiza para ti ”
— No te atrevas
— un pequeño chapuzón no te hará daño lobita.
— Primero era cachorra y ahora es lobita ¿ Qué te pasa ?
— hmm, no lo sé — se encoge de hombros y da un paso más — Será divertido.
— ¿Para quién?
— Para todos nosotros — Laura grita desde lugar donde está.
— Estoy de acuerdo.
La muy traidora de Olivia se rie, si no tuviera toda mi atención en Azel le respondería.
Azel corre los pequeños pasos que nos separan y comienzó a huir, corro los más que puedo y vuelvo al denso bosque, los pulmones me arden, la respiración se acelera y escucho los pasos de Azel.
“Me siento viva ”
Comienzo a reír, nunca me había sentido tan bien, tan libre, me escondo detrás de un árbol, Azel pasa al lado de este y decido corre de regreso a la cascada, cuando dos grandes manos me sujetan por la cintura.
— Te atrapé — susurra a mi oído — ya no puedes huir.
Sus manos se pasean en mi brazos, se coloca frente a mi de modo que estamos frente a frente.
— Solo porque me deje atrapar — respondo con la respiración agitada.
Sus ojos me paralizan, inclina su rostro a un lado, las manos de Azel bajan por mis brazos hasta pasarse en mis muñecas y se rompe la magia.
— Suéltame.
— Te dije que te atrapé y ahora te vas a dar un pequeño chapuzón.
Me carga con facilidad en sus hombros.
“No me gusta sentirme atrapada, Suéltame ”
— No exageres, solo será hasta llegar a la cascada.
Las memorias de hace unos años atrás regresan, veo a mi madre cargando a una pequeña niña y repitiendo una y otra vez las mismas palabras.
— solo será hasta llegar al sótano Alína.
— Mami, no quiero, Suéltame.
— Es por tu bien cariño.
“Has que te libere ”
Azel sigue caminando sin prestar atención, me muevo incómoda, el ritmo de mi respiración aumenta y está vez no es porque me sienta libre, golpeó su espalda hasta que me suelta.
— Ali, no es para que me trates así.
Me alejo lo más que puedo.
— ¿Alína..?
— ¡Alejate! No te acerques.
No hace caso a mis palabras, extiendo las manos al frente tratando de hacer una especie de barrera.
“No permitiré que nos hagan daño”
— No te haré daño Ali.
Da otro paso, al retroceder choco contra un gran árbol, estoy atrapada, me llevarán al lugar donde ocurren mis peores pesadillas.
— No lo hagas madre — ya no es Azel el que está parado frente a mi.
— Ali...
Me atrapará, de nuevo perderé el control, no recordaré nada,solo quedará el dolor y el miedo. Mi Madre se acerca cada vez más, ¿o es Azel?
“Debemos luchar”
— No tienes que pelear conmigo.
Miro a todas las direcciones, tengo que escapar, de nuevo el sabor metálico inunda mis sentidos y antes de poder pensar con claridad extiende sus brazos y me atrapa.
Esta es distinta a las veces anteriores, es como si alguien más estuviera controlando mi cuerpo; empujó lejos a mi madre, con una fuerza que jamás pensé tener.