Capítulo 9.

─No voy a quedarme aquí cuando Connor puede estar herido, mamá, nos necesita, no puedo dejarlo sólo─Alissa tomó un abrigo y salió de la habitación dejando a Sarah hablando sola.

Llevaban discutiendo más de media hora y ninguna de las dos parecía estar muy dispuesta a dar el brazo a torcer.

  ─Es una tontería, Alissa─Sarah la siguió mientras bajaban las escaleras─, allá afuera no podemos protegerte, sólo te pondrás en peligro.

  ─Lo sé, pero no me importa, Connor es mi amigo, no puedo quedarme cruzada de brazos─Will, que salió del estudio en cuanto escuchó los gritos se acercó a su hija y le puso una mano en el hombro.

  ─¿De verdad es tan importante para ti?─preguntó mirándola directamente a los ojos.

  ─De verdad, papá─suspiró─, sé que ustedes pueden comprenderme, ¿cómo se sentían al saber que uno de sus amigos estaba en peligro?─ninguno contestó, pero Alissa sabía que había tocado una tema delicado para ambos─, quizá no me educaron como a una Kayrell, pero si me enseñaron a darlo todo por un amigo, y es lo que pretendo hacer.

  ─Eso ha sido un golpe bajo─susurró Sarah─, lleva tu celular y no dudes en llamarnos si algo malo sucede─Alissa asintió levemente─, cuidate mucho, ¿de acuerdo, cielo?.

  ─Lo prometo, mamá.

Salió de la casa a toda velocidad y miró la hora antes de correr para poder alcanzar a los mellizos que ya estaban buscando a Connor.

Antes de poder llegar al lugar donde sabía que Leyla y Luca estaban, su celular sonó anunciando un nuevo mensaje de texto.

Lo encontramos, la entrada del pueblo, ahora.

No esperó ni un minuto más, se dirigió rápidamente hasta el lugar, pero al llegar, la imagen frente a ella la paralizó.

Connor lucía demasiado diferente, sus ojos verdes habían sido remplazados por unos color rojo sangre, parecía bastante más alto, en sus manos sobresalían unas garras bastante afiliadas y en su boca se dejaban ver unos grandes colmillos.

Frente a él había una chica que se veía demasiado asustada, la reconoció como Cara Lewinch, una de sus compañeras de clase.

  ─Connor, Connor─Leyla dio un paso adelante y eso pareció despertar a Luca y Alissa, quienes se movieron inmediatamente uno a cada lado de ella─, mirame─el chico la ignoró y comenzó a acercarse a Cara de forma amenazante, como un depredador a su presa─, por favor, Connor, tu no eres así─insistió─, tienes que luchar contra esto, sé que puedes hacerlo.

Los ojos del muchacho parecieron volver a la normalidad mientras Leyla hablaba, pero Cara intentó huir, pisando una rama por el camino, haciendo que Connor se volviera hacia ella en posición de ataque nuevamente.

  ─¡NO!─Leyla se puso delante de ella cuando Connor lanzó un zarpazo e, inevitablemente, la hirió.

El grito de su novia había terminado por hacer que volviera a la normalidad, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver el brazo de Leyla empapado de sangre.

  ─Lo lamento, Cara─le dijo Alissa a la chica antes de lanzar una especie de humo hacia su rostro haciéndola caer inconsciente.

Luca corrió hasta su hermana para ayudarla a levantarse, Connor, que había caído al suelo incapaz de moverse, temblaba ligeramente.

  ─Cielo─Leyla se acercó con ayuda de su mellizo─, todo está bien, ya ha acabado.

  ─No, no te acerques─su voz sonaba realmente alarmada─, alejate, por favor, alejate.

Luca asintió hacia Alissa y ella lo comprendió inmediatamente.

Lanzó el mismo humo que había hecho dormir a Cara hacia el rostro de Connor y, aunque le costó un poco mas, finalmente cayó inconsciente también.

  ─¿Y ahora qué?─ambas chicas miraron a Luca.

  ─Llamemos a sus padres─Luca levantó a Connor y lo cargó como a un costal de papas─, no podemos dejar que los vean aquí, tomen a Cara mientras alguien viene a recogernos y vigilen que no haya nadie cerca─miró directamente a Alissa─, llama también a tu madre, necesitamos curar a Leyla antes de que la herida se vuelva más grave.

  ─Bien─dijeron las otras dos al unísono comenzando a arrastrar a la chica.

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Alissa nunca había entrado a la casa de los Taylor a pesar de que llevaba ya un tiempo siendo amiga de Connor, se había sorprendido al darse cuenta que la casa era más grande por dentro de lo que realmente aparentaba, incluso la habitación del mismo Connor parecía un poco más grande que la suya.

Pensó que quizá se debía a algún tipo de encantamiento que los Taylor habían hecho a su casa.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Connor comenzó a moverse un poco, señal de que, finalmente, había despertado.

  ─¿Cómo...?─Alissa se acercó a él, pero en cuanto la vio, pareció encajar las piezas en su mente─, Leyla, ¿Dónde está?.