Destino

Capitulo IV

-¡Sara! ¡Despierta ahora!- mi mama furiosa tiro de mi sabana para que me levantara.

-¡Voy, voy, voy!- me levante de un brinco sobresaltada.

-Hace una hora debiste estar ahí abajo, quiero que te arregles y bajes ya- salió bruscamente tirando la puerta.

Tome unos minutos para arreglarme y vestirme de forma comoda, jeans, camisa rosa, y deportivos rosas brillantes. Baje enseguida a desayunar.

-Buenos días hermanito- tire de una de las sillas para sentarme y mi madre sirvió la comida enojada.

-Sara por Dios santo, mama me tenía esperando para desayunar hasta que tu bajaras, buen día- respondió.

-Provecho a todos- se sentó sin mirarme.

-¡Te amo mama!- sonreí y empecé a comer.

-¡Sara! ¿No ves que estoy molesta?- no logro contener la risa.

-Lo sé, pero mira esa sonrisa preciosa de princesa ¿Quién es la más hermosa, quién es?- enguere riendo.

-Blanca nieves- respondió riendo.

-Hay si serán, coman y ya- Adan se atragantaba cada bocado.

-Asqueroso, come bien- respondí riendo.

-¿Quieres que te de comidita de mi boca?- pregunto sarcástico.

-¡Adan que asco!- grito mama en sarcasmo –Ya deja tus cosas y come-

-¡Jajajaja!- reí a carcajadas.

Luego de desayunar, todos en familia decidimos ver tv y pasar un tiempo agradable.

-Bien escuchen ambos- mi mama se colocó en frente el televisor con una mano en la cintura, golpeando el pie.

-Sí, claro- dije mirándola perpleja.

-Ira a hacer las compras ¿Vale?-

-No hay problema mama, yo saldré con los chicos de la universidad a un partido de futbol, por cierto estaré con el equipo de Vic, Sara- Me miro con toda la sonrisa amplia.

-¿Qué rayos? Quiero ir a verte ¿Puedo?- pregunte emocionada haciendo puchero.

-Nada de puedo ir, hoy harás la limpieza Sara- respondió con toda seriedad, con mirada victoriosa, como si jugara ajedrez e hizo un tuche.

-¿Pero qué? No mama, que te pasa... Ay vale, está bien-

-¿Te llevo Adan?- pregunto sonriente.

-¿Mama llevarme a un partido? No gracias, ni hablar- rieron ambos a carcajadas.

Elizabeth tomo su cartera y Adan subió a cambiarse, a pocos minutos bajo con el uniforme del equipo de la universidad, ¿Acaso Vic tiene su propio equipo? Pensé, ¿Es el entrenador? Es genial, cada vez más interesante el niño consentido, debe jugar increíble, seguro es el mejor de todos. Suspire pensando.

-Chao Sara, suerte con el trapeador, ¡Esclava! Jajajaja- rio y salió cerrando la puerta rápidamente.

Ese mocoso infeliz, no hace más que fastidiarme, una y otra vez, es lo mismo siempre, esclava, sirvienta, bromas, chistes, todo a costa de su hermana. En cuanto se fue me tire en el mueble y me quede profundamente dormida.

De pronto se escucha a lo lejos el tono de mi teléfono, ¿Que rayos? Abro los ojos y veo el techo de mi casa, ¡Me quede dormida! Me levante rápidamente y mire alrededor de la casa, tome mi teléfono pero no llegue a tiempo de contestar, tome rápidamente las cosas de limpieza en el lavandero para empezar a limpiar. Puse coldplay a todo volumen en el equipo de sonido, limpiaba mientras cantaba y bailaba con la música retumbando la casa, con un delantal puesto, el último lugar que decidí limpiar fue la sala, baje y empecé a trapear el piso. Me detuve un instante y comencé a bailar a espaldas de la puerta principal, movía mi cuerpo de arriba abajo, saltando y agachandome con el sujetador del trapeador.

-Que bien te mueves Sara, báilame así en la próxima fiesta ¡Jajaja!- rieron a mis espaldas.

Me quede paralizada, estática, era la voz de vic, no sentí la puerta abrirse, evidentemente llego con mi hermano. Voltee de inmediato luego de unos minutos impactada.

-Vic, Vic...- ¿Estoy tartamudeando?

-¡Vaya Sara!  ¡Jajajaja!- rió a carcajadas.

Me quede perpleja mirándolo, sumamente sonrojada, estaba muriendo de pena, no sabia que hacer para asimilar que Vic me había visto bailar. 

-Hola... ¿Como les fue  en el partido?- Trate de sonar natural y serena pero las manos me temblaban y sentía mi  mejillas caliente, como cuando estoy nerviosa, rió mucho o estoy apenada.

-Super bien, ganamos 4 a 3 Vic hizo los mejores goles que he visto, juega muy bien- Dijo Adan emocionado lanzándose a un mueble.

-Me alegro mucho- volví de mi mundo  aterrorizado de vergüenza. 

-Gracias, ¿Que harás hoy Sara?- pregunto sentándose en un mueble.

Yo aun anonadada viéndolo, intente dejar mi impresión, rayos ni siquiera lo invite a tomar asiento ¡Que torpe! Mis pensamientos no tenían fin en mi cabeza.

-Pues, por los momentos  no tengo planes, solo debía limpiar y pues, ya he terminado- respondí. 

-¿Quieres ir a mi casa hoy? hay mucho que podamos hacer- sonrió alegre. 

-Emm, me parece estupendo, iré con gusto- respondi emocionada. Vaya me invito a su casa. ¿Por que estoy tan emocionada? ¿Debería estarlo?

-Genial, debo irme, pero paso por ti a las cuatro, ¿Bien?- Se levanto de mueble.

-Si, si claro, ya esta Sara vas con Vic- Adan hablaba con su mayor  sarcasmo y flojera.

-Excelente- dije aun parada en el mismo lugar.

-Hasta luego Adan, Sara...- se acerco a mi.

-Nos vemos- me dio un beso en la mejilla, yo quede paraplejica miando como salia por la puerta.

Me sonroje completamente, y preguntándome por que.

-¡Sara! ¡Puedes moverte ya de ahí?- grito Adan riéndose.

Me acerque a la sala y me tire en el mueble suspirando.

-¿Sara? Acaso..- pensó unos minutos en silencio mirándome -¿Te gusta Víctor?

Me sonroje completamente y lo mire  con ganas de fulminarlo. 

-¿Que? Estas loco, no puede gustarme el, para nada, no, ni un poco- me entrecortaba nerviosa con cada palabra.

-Sara ¿Por que tartamudeas? Tiene que gustarte, te pones muy nerviosa, te sonrojas, te emocionas, pareces una niña enamorada- rió. 



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En el texto hay: drama familiar

Editado: 06.07.2021

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