Destino

Capitulo 11

La noche había caído en la academia y Lizzie se encontraba en su cama pensando, si Cory tenía razón y su poder era copiar otros, debía averiguar cómo funcionaba, que hacía que aquello fuese posible. Después de dar vueltas en su cama sin llegar a ninguna solución, decidió leer un rato, saco de su mochila el libro que Darien le regalo en su cumpleaños, noto un papel doblado al fondo de esta. Curiosa lo saco, se sentó en la cama y lo abrió, sus ojos se llenaron de lágrimas al reconocer la letra de su padre.

mi pequeña

Sé que ha sido difícil, es difícil para mí escribirte esto y no haber tenido oportunidad de hablar personalmente, si pudiese cambiar las cosas que hice para protegerte, no lo haría, solo pensamos que podríamos protegerte siempre.

Quisimos apartarte de tu destino mi pequeña, pero nunca se puede huir del todo, fui cobarde, a pesar de saber que el día de tu cumpleaños seria el ultimo que pasaríamos juntos; no quise contarte nada. esperando una vez más que mis sueños se equivocaran, pero no fue así. luego de la pesadilla que tuviste hoy, creo que tienes mi don, es un gran peso y más con tu memoria. Sé que jamás olvidaras nada, por eso te pido que recuerdes que todo lo hicimos por ti… queríamos mantenerte al margen, te pedimos perdón por hacer que dudaras de tus padres. Pero en la academia encontraras muy buenas personas, confía hija, que en ese lugar no existe la maldad, recuerda siempre que el verdadero enemigo está fuera de esas paredes. Refúgiate en Darien y en la gente que sé que te va a cuidar, Arthur y Verona son excelentes personas, al igual que el hijo de él, Roy, es un gran muchacho. Te amamos pequeña y eso jamás cambiara.

Ps: dile a Arthur que lo encontré, todo está en un sobre en el cajón escondido, él sabrá de qué hablo.

Con amor

Mamá y papá.”

Elizabeth releyó la carta una y otra vez; hasta que se decidió, bajo corriendo las escaleras, sabía que Darien no estaría. Dean y Tony lo invitaron a tomar algo a la taberna y después de mucho insistir y de amenazarlo el chico acepto.

Al salir de la cabaña subió la capucha de la sudadera que llevaba puesta, respiro y seco las ultimas lágrimas de su rostro, no sabía bien dónde ir, no sabía dónde vivía el general, pero si sabía dónde vivía alguien, que podía ayudarla a buscarlo. Inhalo profundo infundiéndose valor.

Camino hasta la tercera casa luego de la de ella, con el puño en el aire dudo por un par de segundos, no sabía que fuera muy buena idea, pero ya estaba allí. golpeo la puerta tres veces, las luces estaban apagadas, quizá el coronel también había salido con los chicos; no se le ocurrió eso, Keylha dijo que casi todas las noches cuando no estaban de guardia se encontraban en la taberna.

Estaba dispuesta a irse cuando la puerta se abrió, de ella salió Roy con un pantalón de pijama y una camiseta musculosa que remarcaba cada parte de su tórax y brazos, muy bien trabajados.

- novata, ¿te puedo ayudar en algo? -pregunto con una sonrisa ladina al notar que Lizzie no dejaba de mirarlo.

- ¿qué? -respondió ella aun distraída. sacudió su cabeza y exhalo. - sí, necesito hablar con tu padre, es urgente

- mi… ¿mi padre? ¿Cómo sabes quién es mi padre? -dijo extrañado.

- el general Leonhart, él es tu padre ¿o no? - respondió ella como si fuese lo más normal.

- sí. si es el, me refiero como sabes tú que él, es mi padre.

- además del apellido, me lo dijo mi papá.

Roy se hizo a un lado para dejarla pasar, Lizzie lo miro extrañada, pero acepto. La casa del coronel no era como imaginaba, estaba muy ordenada, no había objetos personales, solo el retrato de una mujer de unos 25 años, muy hermosa que tenía sus mismos ojos. Tenía una pantalla plana en el centro, rodeada de un estante llena de cajas de plástico. Y abajo del televisor otro estante con cajas negras de diferentes tamaños.

- se llaman consolas de video juego, eran de la era antigua estas pertenecían a mi tatarabuelo, se han conservado en buen estado y aun las ocupo de vez en cuando. - respondió Roy al darse cuenta lo que Elizabeth miraba, la invito a sentarse en el sofá de cuero negro.

- si no nos conocías, ¿Cómo es que tu padre te dijo que el general es mi padre? -pregunto Roy de manera sospechosa.

- no me lo dijo directamente, encontré una carta de él en mi mochila, y tiene un mensaje para tu padre, es algo urgente, si no, no te molestaría. -respondió la pelirroja mirándolo fijamente




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.