Destino, Brick Lane #6174 (ae 1)

XXI.

Mateus caminaba con pasos ligeros por el largo pasillo del gran edificio que lo llevaba a un viejo apartamento donde vivía. Tras suyo, y durante todo el recorrido, Abraham seguía sus pasos alardeando palabras que él no pretendía escuchar. 

-Basta, Abraham –dijo con la poca paciencia que le quedaba, girándose hacia él con una expresión molesta en su rostro -vete a casa. 

-Mateus, querido Mateus, piensalo bien, si tomamos el alma de esos niños huérfanos, saldrían beneficiados las dos partes –intentó sonar convincente, pero Mateus sabía que solo trataba de llamar su atención, así que, rodó sus ojos y soltó un bufido. 

-¿Por qué no se lo preguntas a Bastián? Y me dejas en paz. –dijo entre dientes para luego darse media vuelta y seguir su camino. 

-¡Está bien! -exclamó –voy a decirte lo que realmente quiero -soltó un bufido -la chica pelirroja, está disponible, ¿verdad? -Mateus paró de golpe sus pasos al escuchar las palabras de Abraham -Ya sabes, su alma parece... 

-Ni lo pienses -gruño, girándose hacia él enseguida.

-¡Uh! Es tu presa, lo entiendo –dijo alzando sus manos en forma inocente –Y, ¿qué hay de la rubia? ¿Cuando tomarás su alma, o la estás conservando para el postre? –se burló. Mateus frunció su ceño y se acercó con pasos peligrosos hasta Abraham, para agarrarlo de su cuello acorralando contra la pared. 

-Tus estúpidas preguntas me están hartando, vete ahora –dijo entre dientes apretando con más fuerza su cuello. 

Abraham asintió con las pocas fuerzas que le quedaban, mientras Mateus soltaba de su agarre dándole una mirada de desprecio, para luego seguir su camino –Matthew te espera mañana en la mañana en su oficina –dijo algo ronco. 

-Estaré ahí –susurro, sin parar sus pasos. 

Abraham se acomodo su cuello y miró con recelo como desaparecía Mateus de su vista al doblar la esquina del pasillo –vamos bien –murmuro y sonrió, para luego tomar el camino contrario. 

. . . 

Bastián se sentó en el viejo sillón que tenía Mateus en su apartamento, con vista a la ciudad frente al balcón. 

-Así que, quieres que vigile a Alice –repitió mientras encendía uno de sus cigarrillos. 

-Solo quiero que cuides de ella más seguido –habló con un tono apagado mientras se apoyaba de las barandillas del balcón. 

-Sabes que ella odia que tomes el papel de “niñera” para estar tras de ella –reprocho. 

-Lo se, solo será por unos días –soltó un suspiro, recordando la conversación que había tenido con Matthew, esa mañana. 

“Mateus llegó cerca de las nueve de la mañana a un edificio alto, que tenía casi treinta pisos y una amplitud de casi veinte metros. Subió hasta la última planta del lugar, encontrándose con una joven mujer en la solitaria sala, quien estaba sentada en un amplio escritorio. 

-Buenos días, soy Mateus Tolebar -se presentó a la mujer -Tengo una cita programada. 

-Señor Tolebar –sonrió –claro que si, pase por aqui, por favor –se paró de su asiento, guiandolo a la oficina de Matthew –el señor Tolebar es aquí –informó ella, en cuanto entraron al lugar.  

-Gracias, Martha –dijo él, sin despegar su vista del papeleo que tenía en su escritorio –puedes retirarte –ordenó, ella hizo una leve reverencia y salió del lugar. 

Matthew alzó su mirada a Mateus en cuanto escuchó el golpe de la puerta cerrarse –siéntate –le ordeno, mientras apuntaba los pequeños muebles que tenía al frente de su escritorio. Él siguió su orden, para después de unos minutos de sentarse, en completo silencio, Matthew se le uniera. 

-¿Vino? -dijo alzando levemente la botella que traía en sus manos, junto con dos copas de cristal.

-Por favor –dijo él, sintiendo tenso el ambiente del lugar; Matthew estaba más serio de lo normal, y eso no le traía buena espina. 

-Estaré ausente durante unos días –comentó mientras acerca una copa de vino a Mateus –Neron quiere que vaya a Osiris por unos días –se acomodó en su asiento cruzando sus pierna, colocando una pierna encima de la otra. 

-¿Petición del supremo? -preguntó mientras alzaba la copa a sus labios. 

-Para nada, invitación de cortesía –habló sereno, mientras le seguía los movimientos a Mateus con su mirada, para luego alzar su copa y antes de darle un sorbo volvió hablar –quiero que te presentes conmigo en Osiris –lo dijo sin rodeos. 

Mateus se atragantó al escuchar las últimas palabras de Matthew, había estado una sola vez en ese lugar, y deseaba no volver jamás -¿Qué has dicho? -dijo sorprendido -¡Estás loco! 

-Sé que es algo repentino, pero quiero presentarte a Neron, quiero que él te conozca, has sido un gran aliado. 

Mateus frunció su ceño -No creo que sea apropiado, no estoy al nivel de un líder –comentó, intentando negar la propuesta –creo que has escogido a la persona incorrecta. 

Matthew movió su copa en forma circular, con cierta elegancia. 

-No lo creo, podrías ser parte de los líderes. No, tú perteneces a los líderes, sabes perfectamente que has estado evadiendo ese lugar que te pertenece –sonrió, mostrándose amable –no quiero que olvides esto, Mateus. El supremo firmó un contrato, donde Neron nos ha impuesto reglas a los Jar, ¿lo recuerdas? 



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En el texto hay: angeles, angel caido, angeles y demonios

Editado: 30.12.2022

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