JACKSON.
Dicen que los domingos son para descansar pero yo lo quería pasar con Ayla. Ayer su fiesta de cumpleaños fue todo un éxito, la pasamos muy bien, la verdad es que me había olvidado lo divertido que puede llegar a ser el papá de Ayla y su familia.
En un inicio no se creían que yo era aquel niño que vivieron hace muchos años, bueno no tantos, solo siete o casi ocho. Dijeron que había crecido mucho y que me había puesto muy simpático, también me preguntaron del porque después del cumpleaños 10 de Ayla ya no me vieron, se refirieron así ya que al 11 nunca llegué. Su pregunta me puso incómodo, cosa que Ayla notó y prefirió intervenir. Después de ese pequeño momento de incomodidad, lo demás fue muy entretenido y cómodo.
Había quedado con Ayla para salir a cualquier lugar, ya sea al cine, al parque de diversiones, a patinar o incluso a estar caminando por la cuidad sin hacer nada en específico. Dicen que cuando estas enamorado no te importa pasar un momento, tan solo unos minutos, en el lugar que sea, porque siempre valdrá la pena si esa persona que quieres está a tu lado. Así que si Ayla está a mi lado, no me importaría ir al lugar menos agradable de la cuidad.
Habíamos quedado en salir a eso de la cinco de la tarde, por lo que aún faltaba mucho, recién eran las diez de la mañana, así que decido levantarme e ir al baño. Antes de ingresar al baño, estiro mi cuerpo para poder liberar el sueño por completo, cuando está terminada mi pequeña rutina de estiramiento, ingreso al cuarto de baño.
Una vez que ya estoy aseado y con mis necesidades primarias atendidas, salgo del baño, voy hasta el armario para poder sacar una camiseta ploma, me la coloco y salgo de la habitación.
Estoy por pasar por la de mi hermana y en ese momento, ésta se abre y me deja ver a Ell con su pijama de los Bob esponja, ella está con su cabello negro suelto, su cara ya la tiene aseada.
—Ey, enana, ¿Qué tal has dormido?.
—¡Jack! —grita y viene corriendo hacia mi para que la puedo cargar —. Jack, soñé que copito se perdía.
Me dice eso haciendo un puchero para luego abrazarme fuerte.
—Y ahorita no lo encuentro, no está en mi habitación.
—Enana, copito seguro está abajo jugando, vayamos a desayunar y luego lo buscamos, ¿Te parece?.
Ella asiente y con Ell aún en barzos, camino hacia las escaleras. Cuando llegamos a bajo me dirijo a la cocina donde encuentro a mi madre, a Stefanny y a Liam.
—Buenos días. —saludo y mi hermana hace lo mismo.
—Ya te iba a ir a levantar, bello durmiente —dice Liam y se acerca para molestar a Elli.
—Li, no desordenes mi cabello —le dice la enana —. Te acuso con mi mami.
—Nuestra mami, enana.
—Liam, ya deja de molestar a tu hermana. —lo regaña mi madre.
Despues de eso. Stefamny nos sirve el desayuno y pasamos a comer en silencio. Elli fue la primera en terminar, agradeció y se fue corriendo al patio, seguro a buscar a su perro. El segundo en terminar fue Liam y el tercero yo, agradecí y dejé en la cocina a mi madre con Stefamny.
Subo a mi habitación, tengo que adelantar los trabajos de la universidad, para así poder tener la tarde libre.
***
Al fin…
A eso de las cuatro de la tarde, termino de adelantar todos los trabajos que tenía pendientes, ahora apenas y tengo tiempo de tomar un baño e irme a cambiar.
Antes de ingresar al baño decido mandarle un mensaje a Ayla.
Jackson ♡:
Buenas tardes, hermosa.
¿Ya estás lista para nuestro cita?, como novios oficiales.
4:03 p.m.
Espero algunos minutos a que me responda, mientras elijo que vestir.
Ayla ♡:
¿Cita?, Usted y yo, ¿Tenemos una cita, Becker?.
4:08 p.m
Leo su mensaje y es inevitable que una sonrisa se forme en mi cara, le respondo siguiendo su juego.
Jackson ♡:
Deberás señorita Foley, yo tenía una cita con una chica de hermosos ojos verdes, ¿Acaso usted la conoce?.
4:09 p.m
Ayla ♡:
Uhmm, no, la verdad no la conozco pero yo tengo ojos verdes.
4:10 p.m
Jackson ♡:
¿Y son tan hermosos cómo los de ella?.
4:11 p.m
Ayla ♡:
Uhmm, quizás.
Eso depende de como lo vea usted.
4:12 p.m
Decido no contestarle y en vez de eso marco su número.
—Hola. —me contesta su dulce voz.
—Déjame decirte que tu , Ayla Foley, tienes los ojos más hermosos y los únicos de los que estoy enamorado.
—Pero que romántico estás, Becker.
—¿Ahora no puedo ponerme romántico?.
Escucho que suelta una pequeña risa y eso me hace sonreír a mi.
—Me gusta tu lado cursi —susurra —. A las 5:15 estoy lista.
—A esa hora estaré ahí, hermosa.
—¿A dónde me vas a llevar? —pregunta y me la puedo imaginar caminando por toda su habitación.
—A un lugar que seguro te va a gustar.
—Oh, pero que detalles me das.
—Espera hasta más tarde y verás.
—Está bien —escucho que suelta un suspiro —. Te veo a las 5:15.
—Te quiero.
—Yo también te quiero.