Destino Casualidad

CAPITULO V: ¡Hola!

           Les digo algo triste, esa noche no se repitió de nuevo o bueno, si se repitió pero nada fue como lo esperaba…

            Recuerdo que días después Bella me invito a su casa, a ver un video memoria de la fiesta, estaba ansiosa por recordar ese momento, ella como toda mejor amiga, acompaño la tarde con mi combinación perfecta cotufas con chocolate, si lo se las cotufas son saladas y el chocolate súper dulce, pero esa combinación me encantaba o mejor dicho me encanta. Cuando Bella empieza a reproducir el video siento una sensación rara en mi estómago, como un susto, eso hace que coloque mi mano en mi barriga y ella me mira intrigada cuando me pregunta “¿Te encuentras bien Aless?”, no sabia realmente que me sucedía y le digo “nada, solo tengo una sensación muy rara en mi estómago como un susto”, ella se echa a reír y me dice “Ay amiga”, sin entender hice caso omiso y me dispuse a disfrutar de los recuerdos de la fiesta. Al pasar las horas el video termino, Bella se había quedado dormida, ya era tarde por lo que me encamine a mi casa.

            Esa noche no logre sacar de mi mente a Alán, por lo que me costó conciliar el sueño, si me preguntan qué pensaba en ese momento, pues les diré que no recuerdo.

            Pasaron meses y como les dije esa noche se repitió pero esta vez nada sucedió si acaso cruzamos un “hola” y fue mucho, a diferencia de aquella noche que para mí fue mágica. Era la fiesta de cumpleaños de Miri, obviamente él estaría ahí, el simple hecho de saber eso causaba en mí que mis manos se congelaran de nuevo y que se repitiera esa sensación en mi estómago inesperada, ya estaba cansada de esos efectos pero no podía evitarlos o no sabía cómo detenerlos.

            La fiesta estaba genial, mis amigos disfrutaban cada momento mientras que yo no dejaba de buscar con la mirada la de él cosa que después de una hora logre, ver esos ojos intensamente oscuros de nuevo me hicieron sonreír, pero esta vez él no me sonrío, luego de 10 segundos dejo de observarme, fue ahí donde note que esa noche no iba a ser igual.

            Ya casi al culminar la fiesta decido ir al baño, iba distraída enviando un mensaje de texto por mi teléfono que no me percate que él estaba en toda la salida del salón donde justamente tenía que pasar para ir a mi cometido, ahí nuestras miradas se volvieron a encontrar, no sabía si saludarlo o simplemente dejarlo de mirar, aunque era inevitable, es como si él fuera un imán para mis ojos, cuando escucho que dice “¡Hola!”, yo me sorprendí pues no esperaba que de su boca saliera alguna palabra, sin embargo esta vez respondí el saludo con un hola seco y sencillo, no me detuve a entablar una conversación con él en vista de que en toda la noche no se acercó a donde estaba por lo que seguí mi camino al baño y lo deje solo con ese simple gesto.

            Después de aquella vez ya todo cambio, nada sería igual no volveríamos a vernos y mucho menos a hablar, o bueno eso creía yo, hasta que al pasar de los meses me llego una notificación a mi red social de él, cosa que me hizo impactar y caer en cuenta que esto iba para más.




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