Destino Comprometido

CAPITULO 3

2 semanas…

El día de la fiesta se había acercado, me habían levantado muy temprano para arreglarme, calentaban en la estufa las pinzas para enchinar mi cabello, mientras lavaban mis manos, tenía una pierna estirada, pues cortaban los vellos con navaja; limpiaban la sangre que ocasionalmente me sacaban, mi madre que lucía muy reluciente pasa a checar las cosas.

—Te dije que quería ningún pelo a menos que sea en sus cejas y cabello — Me vuelve a pasar la navaja y mi piel comienza a arder. Me extrañaba que mi padre no hubiera pasado a verme, y tampoco había insistido tanto en que estudiara más. Sabía que estaba retrasando lo más posible que habláramos de que mi hermano será el heredero.

—Madre, me siento mareada — Le digo mientras siento el calor, recorrer todo mi cuerpo, mi mucama trae una limonada, para que beba algo fresco, pero eso no me hace sentir mejor, solo me marea más, siento la presión de mi pecho —. Todas salgan, tráiganme agua o algo refrescante.

Pido mientras todas salen apresuradas, pues entre varias sería más rápido cumplir mis exigencias, salgo de la habitación con los tubos que harían mi cabello chino en dirección al patio para tomar aire, no me sentía bien, jamás había sentido esta sensación de sentirme ahogada sin haberme metido al agua, caigo al piso captando la atención del segundo príncipe que navegaba en mi casa como si fuera suya.

—Sofía, ¿Qué tienes? — Me dice mientras me agarra, no podía hablar, pues cada vez me faltaba más el aire, este me toma acercándose a la ventana para abrirla, el aire caliente golpea mi rostro, aún sentía que me ahogaba, comienzo a toser, mientras él me quita el trapo que cubría mi hombro el ruido ocasiona que mi padre salga, mirando la escena, por fin respiraba con regularidad —. ¿Ya se encuentra bien?

Me tomo el pecho aún agitado.

—Sí, sentí que me moría — Digo mientras mi padre me da su chaleco para cubrirme.

—Le dio un ataque de ansiedad — Me abraza sobándome el brazo haciendo que me calme, ¿Qué era la ansiedad? —. Señorita, ¿En qué estaba pensando antes de sentirse así?

—No es importante — Digo mientras los gritos de mi madre me ponen de nervios, ella y mis mucamas traen una manta, que me cubren de nuevo.

—Sofía, por dios, estás en ropa interior, ten pudor — Mi madre escandaliza, mientras mi padre solo me observa, inconscientemente tiemblo en los brazos del segundo príncipe, no me sentía bien… —. Sofía, ven para acá.

Ella extiende su mano, y la tomo para ir con ella, no quería irme, me siento en la silla, mientras ellas vuelven a hacer lo que antes habían hecho, estaban comenzando de cero, pero ahora mi padre quien miraba desde la puerta.

—Dejen su cabello suelto, y alístenla rápido — Ordena mi padre, mientras este se retira, las chicas me alistan lo más rápido posible, como mi padre ordeno solo me hicieron trenzas a lo lateral para poder dejar ver mi rostro mientras los enredan con flores, ahora seguía lo difícil el vestido, era un vestido corto de enfrente largo de atrás color azul celeste con flores rosadas y hombros descubiertos que en lugar de verse vulgar hacía que se viera elegante, me ponen los tacones con mucho cuidado, me veía bien, nada más el maquillaje estaba un poco fuerte para mi gusto.

—¿Ya está lista? — Pregunta mi madre luciendo demasiado arreglada —. Por dios, te ves tan hermosa como yo lo era a tu edad.

—Gracias madre, usted se ve radiante — La alago mientras ella da una vuelta mostrándome su vestido color esmeralda.

—Creo que es el embarazo, hace que vea radiante — Siento una puñalada —. Aún tienes esos libros.

Había olvidado mandarlos a quitar.

—Cuando volvamos queremos esta habitación sin ningún libro de cosas de hombres, ¿Quedo claro? — Ellas solo asienten, mientras que Naydelin me da unas cuantas monedas por si las llegara ocupar, bajo con mi madre para esperar el carruaje del príncipe heredero, mi padre estaba allí para recibirlo, pues así lo dictaba la sociedad.

—He olvidado ponerme más perfume — Dice mi madre volviendo a su habitación, nos quedamos solos, este me mira con una sonrisa.

—Padre, he olvidado felicitarlo por la bendición que dios nos mandó, espero que mi hermano traiga la felicidad y gloria al ducado — Su cara se transforma a tristeza mientras me acerco a besar su mano, pero él solo me acaricia la cara.

—Sofía, la compasiva, aún no sabemos si tendrás la dicha de ser emperatriz, pero ese sería tu apodo — Ahora mi padre esperaba eso de mí —. No sabemos si es un varón, pero en lo que esperamos su nacimiento es mejor que dejes de estudiar.

—Es lo que le dije cariño — Dice mi madre, mientras solo sonrió, aún me dolía el pecho, pero era un sentimiento soportable.

—Duque de Clue, el príncipe heredero ha llegado por su hija — Anuncia el mayordomo, mientras miro la emoción en la cara de mi madre ¿Por qué yo no la sentía?

—Señorita de Clue, luce bellísima, sin duda será la dama más bella — Me dice mientras veo que no se había coordinado conmigo, la tradición indicaba que debía de hacerlo, y este llevaba un traje blanco con toques en plateado, trato de restarle importancia sonriendo.

—Usted luce bastante apuesto — Le acepto la mano, para ir con él en un carruaje, mi madre iba en uno especial de la casa, mientras ambos mostrábamos cordialidad.




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