Destino Comprometido

CAPITULO 4

Estaba en medio de un aprieto, no quería verme descortés entre los 2 príncipes, mi madre se acerca a mediar la situación saludando a la emperatriz, ambas sé sonriendo que casi olvido que ellas 2 no se conocían y era mi deber presentarla.

—Emperatriz, no había tenido la dicha de presentarle a mi madre — Mi madre estaba cumpliendo cada una de sus metas, la primera era tener otro hijo y la voluntad de dios, ojalá fuera un varón, y la segunda conocer a la emperatriz y si todo salía bien emparentar con ella.

—Ya sé de dónde viene tanta belleza y elegancia — Mi madre se enrojece y la emperatriz pide que se siente a su lado para conversar —. He olvidado, Príncipe Ethan, ¿No tenías algo importante que hacer? Deja que tu hermano el segundo príncipe acompañe a la señorita.

Todos sabíamos el tono con el que le había dicho, era un tono con el cual sabíamos que se había metido en problemas, me besa la mano mientras me sonríe.

—La espero en mi fiesta de cumpleaños — Besa mi mano mientras todos hablan de él, el segundo príncipe me toma de la mano limpiando su beso de manera inconsciente, me rio, pues como podría mancharme si tenía guantes, me siento aún lado de la emperatriz ella habla sobre la estación, como iría en el verano a un viaje de campo, mi madre y yo no podíamos enriquecer la conversación, pues nunca habíamos estado allí.

—Señora de Clue, ¿A usted le gustaría ir al campo conmigo? — Pregunta la emperatriz a lo que mi madre sonríe como si fuera un gato, pero se toca el vientre.

—Me encantaría su alteza, pero estoy en cinta — Dice esto casi en un murmullo, como si fuera un secreto entre ambas —. Me es imposible viajar por esa razón.

—Un hijo es una bendición, yo solo tuve un varón y daría mi vida por poder tener otro bebé, dios le brindé lo mejor a su bebé — Sonríe, mientras la presión que sentía antes vuelve, cada vez que hablaban sobre el bebé sentía esa presión, tomo la limonada que me prepararon, pero solo hacía que fuera difícil de ingerir.

El segundo príncipe, que estaba hablando con el Conde Sutton, trato de controlarme nuevamente, pero necesitaba aire.

—Si me disculpan, me gustaría tomar un poco de aire fresco ¿Podría? — Pregunto aún sentada.

—Por supuesto. ¡Cómo me gustaría que fueras mi hija! — Dice la emperatriz mientras me toma de la mano —. ¿No te gustaría ser mi nuera?

—Su majestad, no me permito pensar en tales cosas — Digo captando la atención del príncipe y de todos los que me rodean.

—Contéstame, ¿Te gustaría ser mi nuera? — Todos se quedan en silencio, mi padre había llegado tarde, pero miro su cara, si el ducado era para mi hermano varón, que me impedía a mí, aceptar la propuesta de su majestad.

—Para mí, sería un honor y una dicha su alteza — Digo sintiendo como el aire sube por todo mi cuerpo, provocando que mis piernas dejen de funcionar. Mi padre se apresura a tomarme junto al segundo príncipe, mientras todos murmuraban sobre que mi pequeña caída era de la emoción.

—Sofía Anahí de Clue, tienes elegancia, porte, carisma y sobre todo buenos modales, todo lo que una emperatriz debe de tener — Dice mientras las palabras resuenan en mi cabeza, me sentía mal —. Cuando tengas 18 años, te propondré para princesa heredera.

Las personas aplauden, mientras me apuro a arrodillarme de la manera correcta, alejando la mano de mi padre. Unas lágrimas caen de mi cara ¿Qué había hecho?

—Si es su deseo, con gran orgullo lo cumpliré — El emperador hace su aparición en la fiesta, captando la atención de todos, yo ya estaba de rodillas para cuando él entró, así que solo podía ver sus zapatos negros completamente limpios.

—¿Qué ocurre aquí? — Pregunta con un tono serio, nunca había escuchado la voz del emperador, por lo que era demasiado para mí —. ¿Por qué está de rodillas la niña?

—Le acabo de hacer una promesa, emperador, ella será la mujer que sugeriré para que sea emperatriz — Dice provocando un silencio total.

—Hija mía, ponte de pie — Me indica el emperador, mientras se acerca para levantarme la cara, tenía un cabello negro demasiado oscuro, arrugas alrededor de sus ojos, una nariz de gancho y ojos color ámbar, era la primera vez que lo miraba a los ojos. Me obligo rápidamente a dejar de mirarlo —. Si mi esposa la emperatriz te nombro su elegida deberás de tener un don muy especial.

Asiento con la cabeza besando su mano y llevándola a mi cabeza.

—Dios lo proteja y le dé una larga vida emperador — Este sonríe

—¿Quiénes son tus padres?

—Los duques de Clue — Estos se acercan, jamás pensé que mi aparición daría tanta importancia.

—Duques, me gustaría hablar con ambos en privado — El emperador les indica por donde salir, mientras mi madre me mira con orgullo, la emperatriz va a tras ellos mientras todos tratan de acercarse como si alguien hubiera disparado y ellos fueran venados asustados corriendo a un lugar seguro, me hago hacia atrás, mientras el segundo príncipe me sostiene de la espalda, era tanta gente que sentía mi pecho a punto de explotar.

—No me siento bien… — Le digo sonriendo, disimulando un poco, pero sentía como el aire se me iba, no podía respirar bien, me atosigaban con preguntas, el príncipe me toma de la mano para llevarme a un sitio más solitario, a pesar de ser el segundo príncipe había veces en la que sus subordinaban podían olvidar quien era y sobrepasarse como lo era en este momento quienes no lo dejaban pasar por entablar una conversación conmigo.




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