Destino Comprometido

CAPITULO 11

Un año después...

Estaba en el palacio real con la emperatriz era mi cumpleaños número 18 sonreía con las personas, se habían cumplido casi 2 años de que mi padre se había ido a la guerra, pues en ese transcurso había cumplido 17 y mi hermano estaba por cumplir su primer año, sonreía a todas las personas que se acercaban a darme la bendición, si con 16 años recibía propuestas de matrimonio ahora con 18 años tenía la decisión de aceptar o declinar, pero como tenía el favor de la emperatriz, se debería de saber que no estoy en la lista de comprometerme.

Había perdido todo interés en el ducado, pues mi madre me había repetido hasta el cansancio que dejara que el contador de la familia se hiciera cargo del banco y me pusiera con las lecciones de princesa heredera.

—El primer príncipe ha enviado un regalo — Anuncian mientras me pongo de pie esperando que mi padre este allí, tenía cerca de 2 meses sin recibir una carta de él, al contrario, era uno de los vasallos de Ethan, si bien antes no nos llevábamos bien, ahora éramos amigos que compartían cartas, pues estábamos destinados a ser esposos así que debíamos de tener comunicación, él era diferente hablaba de Sebastián como un hermano y no como un enemigo. A pesar de que hablábamos todos los días siempre que le preguntaba por mi padre no tenía respuesta.

—Señorita, felices 18 años, su alteza el primer príncipe mando esto para usted — Me dice mientras deja ver un baúl, al abrirlo había miles de piedras y telas preciosas, se había esmerado demasiado con el regalo —. Todo ha sido recolectado por el propio príncipe heredero en las provincias que él ha visitado, todo para su princesa.

Me rio, pues el me llamaba princesa para hacerme enojar, sonrío agradeciendo el gesto regalándole una moneda.

—Agradezca de mi parte al príncipe — Este se retira, y la fiesta continua, me retiro primero pues hacía bastante ruido, me quito los tacones en el balcón sin darme cuenta de la presencia de otro hombre, este se ríe mientras me asusto —. Perdoné, pensé que estaba sola.

—No se preocupe entiendo lo cansado de usar esa arma mortal — Me rio poniéndomelos de vuelta, mientras me tomo del balcón —. Permítame que me presente princesa heredera, Alexander de Priego.

Este era el hijo mayor de una de las familias más influyentes de estos tiempos, pues su padre se había posicionado como uno de los mejores modistas de esta generación, y lo que termino de elevar es que su hermana fue nombrada el zafiro más bello, nadie me había quitado el trono aún del diamante más bello.

—Aún no soy la princesa heredera, soy la duquesa de Clue Sofía Anahí — Le digo dando una reverencia, pero este se inclina conmigo.

—¿Desea que me retire? — Me pregunta mientras rio.

—Me gustaría algo de compañía si no le molesta — Este sonríe y se sienta en el banco ayudándome con mi vestido, las mucamas nos ponen una mesa para que hablemos entre nosotros. Y sin querer llegamos al punto de trabajo.

—Su alteza, me gustaría rentar una de las propiedades de su ducado para poder expandir nuestra marca a más distritos y sé que usted tiene un terreno posicionado en una vía donde nobles y plebeyos tienen acceso — Me dice sonriendo, yo había quedado fuera de los asuntos por mucho tiempo.

—¿Qué gana el ducado? — Le pregunto tomando más té mientras la música de mi fiesta suena demasiado alta.

—Sabemos que usted tiene un hermano quien será el heredero, pero usted puede pelear y mi familia lo apoyará — Me dice, pero yo ya no estaba interesada.

—No tengo intenciones de pelear por el ducado con mi hermano, así que considero que es prudente que hablemos de dinero — Le digo mientras Charlotte entra, el matrimonio le había sentado demasiado bien y ahora era la jefa de las mucamas.

—Alteza, ha llegado una carta de la frontera — Normalmente eran noticias sobre el estado del ducado desde la percepción de todos, aun así, tenía que abrirlo, Alexander nos sirve té ambos, lo abro y era de la frontera militar.

"Duquesa interina Sofía, por este medio le informamos que su padre el duque esta presuntamente muerto, solicitamos su presencia para reconocer el cuerpo"

Hace mucho no tenía lo que Sebastián una vez sugirió que tenía ansiedad, sentía la presión en mi pecho como mis manos temblaban sin parar y no podía hablar, Alexander pide llamar a un médico, pero se me hacía eterno todo esto.

—Sofía mírame — Me dice Alexander —. Respira conmigo, vamos inhala.

Me comienza a guiar para que me calme, pero ahora comienzo a llorar, mi padre había muerto, el medico me revisa y me recomienda reposo pero no podía a la mañana siguiente de mi cumpleaños 18 alisto todas mis cosas, sabía que esa carta era real porque venia con el sello de la guardia, me pongo mi ropa de jinete, pues necesitaba algo más cómodo que el vestido me tomaría cerca de un tres meses llegar a donde se encuentran actualmente pero donde estaba el cuerpo de mi supuesto padre eran 8 horas a caballo.

Mi cabello largo lo ato con un listón elevándolo para poder ir hacia abajo, mi hermano estaba dormido en brazos de mi madre.

—Mamá, vuelvo en unos días — Ella solloza, mientras le doy el anillo, ahora ella tendría que hacerse cargo, delante de mi casa estaba Alexander —. ¿Qué haces aquí?




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