CAPITULO 19

Habíamos encontrado los caballos a unos cuantos metros, me subo con Alexander a uno mientras que Jack e Hiro se suben a otro, cabalgamos a gran velocidad, para alejarnos lo más posible del campo de soldados, tal vez era mi ansiedad, pero escuchaba como me gritaban, mientras que Alexander me pedía que fuera más despacio, pues iba a cansar al caballo.

—Lo siento pequeño — Le digo mientras el otro dúo se apresura en llegar con nosotros.

—Eres demasiado rápida — Dice Hiro calmándose.

—Jack aun estas a tiempo de retirarte, pueden tacharte de traidor y quitarte tu puesto, igual tu Hiro — Les digo bajándome del caballo.

—Soy el ultimo hijo de un Vizconde, mi puesto fue comprado por 10,000 monedas de oro al jefe de ese tiempo, es por eso por lo que decido quedarme — Me dice Jack quitándose los logos de su uniforme —. Lo haré por mi honor.

—Yo solo iré porque Jack es un imbécil imprudente — Estos 2 se empujan —. Además, le debemos mucho a tu padre.

Decidimos seguir a pie un poco más para que los caballos no se sintieran apresurados, era una zona demasiado boscosa, miro el amanecer habíamos caminado gran trayecto, nos detenemos un poco para poder ver mejor.

—Sofía... ¿Cuál es tu relación con el segundo príncipe? — Me pregunta Jack haciendo plática.

—Es complicada, mi padre es, bueno era su maestro, le enseño muchas cosas, por lo que había veces que lo miraba por mi casa — Contesto mientras trato de sacarme el lodo de los zapatos con un árbol.

—Entonces desde allí se hablan — Dice Hiro.

—Para nada, en las etiquetas de una mujer no puedo hablar con un hombre si no he debutado — Ellos eran hombres así que era normal que no supieran —. Como no se me había presentado a la sociedad no podía hablar con cualquiera para no avergonzar a mis padres por no conocer una etiqueta, así que iba con mis mucamas a cada lado quienes se aseguraban de que no me topara con él, pero eso no evitaba que cuando estudiaba enfrente de la ventana lo viera.

—Que porquería de reglas — Dice Jack mientras Hiro le pega por grosero.

—Es que antes de irnos, no parecían conocidos — Agrega Hiro —. Sin ofender hermano.

Le dice a Alexander quien solo se ríe.

—Como dije es complicado... ¿Escuchan eso? — Pregunto mientras nos tiramos al suelo por escuchar un carruaje, tenía un emblema de la familia imperial —. ¿Qué tan rápidos son corriendo?

Comienzo a correr, para tratar de alcanzar, ni de broma les llegaba a los talones, pero trataba de apresurarme, Alexander me extiende la mano para que suba con él al caballo y tratar de seguirlos, este iba sorprendentemente rápido, sin duda había mejorado en cabalgar, pero no tanto como yo, me sostengo de su cintura, mientras el caballo brinca, nos acercamos a un campamento del enemigo, porque el emperador del enemigo dejaría que uno de nosotros entrara a menos de que fuera la emperatriz.

Nos acercamos lo más cerca posible, para poder verla, allí estaba la emperatriz lucia tan diferente de como a veía siempre, era un tímpano de hielo comparada a la aura que me daba.

"Esa mujer es la emperatriz..." Digo acercándome un poco más.

—Emperatriz... Dios la salve — Dice el rey enemigo, era un hombre más viejo que el actual emperador, se saludan entre ellos —. Traigan al duque.

Mi piel se eriza mientras traen a mi padre, este estaba completamente golpeado, tenía la ropa sucia y el olor a sangre me llegaba con solo mirarlo, se miraba tan maltratado que callo un grito.

—Pobre duque... sí tan solo no te hubieras metido donde no te correspondía... — Le habla la emperatriz, se sacude el vestido... —. ¿Dónde está Sofía?

—Dios castigue a la emperatriz, la asesina — Esta hace una seña con la cabeza y hacen que lo pongan de pie, para golpearle la panza, este escupe sangre.

—Preguntare una vez más... ¿Dónde están tus hijos? — Le dice mientras le jala el cabello.

—No lo sé... Hace 2 años no la miro — Comienza a llorar mientras escupe sangre, trato de callar mis sollozos. No resistía verlo así, y menos que escucho como lo vuelven a golpear, quería salir, pero Alexander e Hiro me toman para que no haga una estupidez.

—Mientes... — Le dice mirando a los demás caballeros.

—¿Por qué quieres a Sofía?... — Pregunta en un hilo de voz, mientras escupe sangre.

—Ella será mi sucesora... Es alguien bastante fácil de manipular, ¿Crees que ella no sabe que le vas a dejar todo a tu segundo hijo? Deberías de mirar más a tu hija para ver esos celos, ese coraje que había detrás de toda esa capa de bondad... — Todo este tiempo ella estuvo observándome, no me favoreció por mis modales, si no como podía afectar a mi padre —. Solo faltaba algo que la hiciera estallar, pensé que comprometerla con el hermano de la persona que ella quería la haría estallar...

Mi padre se trata de liberar.

—Espera, no sabias de los sentimientos de tu hija — Se ríe escandalizada —. ¡Vaya padre! Y ella te ama tanto que eso fue lo que la hizo demostrar lo que hay debajo, fue difícil conseguir todo, pero en cuanto recibió la carta, ella al día siguiente era otra persona, más fuerte, más dura, era como si en un día hubiera madurado. Y sobre todo ella confía en mí, es leal por lo que ella será un molde mejor hecho de lo que yo fui. Ella y mi hijo serán dueños de todo...

—Mi hija jamás... Jamás será emperatriz... — Dice mi padre perdiendo un poco de fuerza.

—¿Quién lo va a impedir?... — Ella le levanta la cara para poderlo ver a sus ojos, ella disfrutaba del dolor que le causaba —. Ejecútenlo al amanecer.

—¿Qué hay de la chica? — Pregunta el rey.

—La quiero con vida, cuando la tengan mandare personas a que la recuperen — Dice subiéndose de nuevo al carruaje.

Mi padre comienza a gritar que lo suelten, mientras comienzo a llorar sin parar Alexander pone su mano en mi cabeza para acercarme a él, ella había usado como pieza de damas chinas, donde eliminas cada pieza que está cerca y dejas las más importantes como último recurso. Hiro me lleva al lago que hay cerca para que pueda lavar mi cara.