Había pasado una semana entera desde que la rescatamos, pero ella no daba señales de vida, solamente respondía cuando su padre le hablaba, este perdía las esperanzas cada vez que ella solo murmuraba y Alexander cada vez que entraba era salida asegurada, no podía verla, nadie podía verla, entro con Ethan para quitarle las vendas de la cara, la inflamación había bajado, solo quedaban unos cuantos moretones en sus labios y ojo izquierdo, se ensañaron con ella, todo el odio y frustración hacia nosotros se habían desquitado en ella, no me quería romper pero era demasiado enojado conmigo mismo por cómo estaba ella.
Habíamos ganado la guerra, mi padre se había ido con una flota de regreso y yo tendría que ir, pero me había quedado, al principio mi padre estaba renuente con mi decisión de quedarme, pero cedió ante la presión del duque, este iría de regreso pues tenía un bebé al cual regresar a su madre y mi padre se encontraba en deuda con él, por lo que se fueron al mismo tiempo.
—¿Crees que sobreviva? — Le pregunto a Ethan acariciándola, estaba fría, la reviso y aun respiraba.
—Es demasiado fuerte, saldrá de esto... — Me dice mientras la tapa. Me había dado una respuesta demasiado ambigua.
—Si se queda conmigo ella sufrirá... No puedo protegerla, por favor tienes que cuidarla Ethan — Le digo a mi hermano.
—Sofía tiene que decidirlo — Dice Alexander, sus ojos estaban rojos y sucio, siempre lloraba y se hacía el fuerte —. Príncipe, deje de ser tan egoísta y piense en ella, piense en los sentimientos de ella, porque si usted la pierde vivirá toda una vida lamentado el por qué no la eligió.
—¿Disculpa? — Le pregunto.
—Elíjala, ella lo eligió a usted, pero usted no a ella — Me recrimina, la miro una última vez para darme cuenta, he sido egoísta, la quiero para mí, pero también quiero la corona, la amaba lo suficiente para dejarla ir y sabía que no podía tener todo.
—Dante — Hablo en voz alta haciendo que este entre de inmediato —. Alístame un caballo, me iré a la capital, tengo que alcanzar a mi padre.
—¿Te vas? — Me sigue preguntando mientras me toma del brazo —. Si te vas ella no te verá al despertar.
—Eso tal vez hará que me olvide de una vez por todas — Le digo saliendo por completo, miro mi camafeo, este estaba fragmentado, lo siento mamá era el único recuerdo de ella, me lo arranco del cuello y lo tiro al piso.
Dante viene con el caballo, pero el mensajero de mi padre se acerca, este tenía un informe que todo estaba bien, podríamos regresar.
P.O.V Sofía
Había tenido una horrible pesadilla, había pasado una tortura por meses y el estar en mi cama con mis suaves sábanas me hacen sentir aliviada, llamo a Charlotte, pero en consecuencia entra mi madre, está tenía el cabello lleno de canas y su cara llena de manchas y arrugas, jamás la había mirado así, la mujer que siempre se habia preocupado por su belleza, ahora carecia de su brillo, está se acerca a mí y su mano se estrella en mi rostro.
—Mamá... — Le digo mientras me agarró la cara. Ella me agita.
—No solamente te fuiste a la guerra, raptaste a tu hermano dejándome con la pena durante meses y ahora que no te vas a casar con el príncipe heredero ¿Que hiciste? — Seguía bastante aturdida por los sucesos, trato de ponerme de pie pero caigo de rodillas, mis pies seguían con marcas, no había sido un sueño, no era una pesadilla, mi madre se trata de acercar pero me alejo pues los recuerdos de las personas que me hacían daño se hacen presencia, comienzo a gritar pidiendo ayuda, mi padre entra junto con Alexander.
—Te dije que si despertará que me hablaras — Alexander me trata de consolar, pero el rey enemigo seguía allí, él estaba allí, me tapo las orejas pues seguía escuchando como decías que me atraparan.
—Me llamo Sofía... Sofía... — Repito varias veces mientras miro los ojos del Alexander al agitarme, sus ojos se llenan de lágrimas mientras comienzo a llorar aferrándome a él, había rezado por días que viniera a salvarme y cumplió su promesa —. Jack... murió...
—Lo sé, tranquila estas bien — Me dice mientras me acomoda en su hombro mientras lloramos, este acaricia mi cabeza, mientras mi padre saca a mi madre de la habitación.
—¿Qué paso? — Este me levanta para sentarnos en mi cama —. ¿Cuánto he estado dormida?
—No lo sé con exactitud — Me dice mientras abre la ventana, lo último que recordaba era que había nieve y por el paisaje parecía estar derritiéndose. Ya había acabado el invierno eso suponía que eran 3 meses, había estado 3 meses en ese estado.
Él se sienta y comienza a platicarme, al llegar a la capital el emperador castigo a los infieles, el archiduque fue asesinado por la propia emperatriz para demostrar su inocencia, el juicio demostró que no era culpable, debido a la falta de pruebas. Tras los intentos de despertarme para que fuera testigo se hicieron nulos, solo quedo como en una mala historia, hasta la propia emperatriz había venido a verme para mostrar empatía, las flores que había en mi casa eran de su parte.
La coronación de Sebastián había sido hace unas semanas, y en esta misma anuncio que no tenía intenciones en desposarme, lo que causo varios malos comentarios sobre que no quería cargar con una enferma. Al contrario, Ethan el próximo duque de Brand, había pedido una audiencia con mi padre para pedir mi mano, mi padre entra haciendo que Alexander salga, este se sienta conmigo para comenzar a aplicar pomada.
—Pensé que ibas a morir... — Me dice mientras me lo aplica con mucho cuidado —. ¿Por qué arriesgaste tu vida tan estúpidamente?
—Porque usted haría lo mismo por mí — Este me abraza, jamás me había abrazado de esta manera.
—Soy tu padre, mi deber es protegerte por que te amo hija mía — Me dice mientras acaricia mi cara.
Mis ojos se llenan de lágrimas, mientras me aferro a él.
—¿Cómo está mi hermano? — Pregunto.