Destino Comprometido

CAPITULO 26

*Flashback de la emperatriz*

Desde niña se me enseño que la belleza era lo más importante, aun por encima de la inteligencia, pues nada es más agradable que unos ojos encantadores y una sonrisa bella, ahora que era la emperatriz de un imperio en ascenso, todo lo que quería lo podía tener con solo pedirlo, e incluso si quería una hora donde mi ego quedara sobre las nubes, tenía a mis damas que me repetían lo hermosa que era.

Era miércoles, por lo que me vestí con mis mejores sedas, caminaba hasta su habitación mientras sin querer escucho como este hablaba con él duque de Clue.

—Tú y yo somos viejos amigos, casi como hermanos — Este habla sirviéndose una copa de vino —. Por lo que te diré este secreto.

—Seré una tumba si usted me lo dice — Le habla, ambos estaban ebrios. Se había vuelto costumbre que mis miércoles este bebiera hasta perder la memoria.

—He decidido nombrar a Sebastián príncipe heredero — Llevo mis manos a mi boca callando ese ruido que se provoca al tomar una noticia con asombro —. Todos piensan que se lo daré a Ethan, pero no hace falta ser su padre para ver la avaricia en sus ojos, él es el reflejo de su madre. En cambio, Sebastián tiene los ojos de su madre, llenos de bondad…

—Aún no puede olvidarla… — Habla el duque.

—No creo poder olvidarla jamás... Todo este tiempo he estado aprendiendo a vivir sin ella, fracasando, si no fuera por mis hijos hace mucho me hubiera ido con ella... — Le contesta, mientras lagrimas se caen, toda mi vida me dedique a amar y criar a su bastardo como si fuera mío, el coraje me invadía, y el solamente se dedicó a mirar a otra mientras estaba conmigo, rompiendo su votos matrimoniales.

—¿Entonces que va a pasar con la emperatriz? No creo que ella se quede con los brazos cruzados — El parecía conocerme mejor que mi esposo.

—La mandare al palacio viejo, allí no podrá hacer más daño ni la tendré que ver más, es un precio justo, por todo lo que ha hecho, ella aún no sabe que se dé su amorío con el plebeyo del establo — Este al final pensaba desecharme como si fuera un juguete, jamás lo había engañado no como su otra esposa, y menos con alguien de clase tan inferior, mi amor por él había quedado muerto en ese momento —. En el caso de Sebastián, aún no ha hecho algo lo suficientemente grave para que lo mande a dormir…

Este tendría que vérselas conmigo antes de tocar a mi hijo, pues no me importaba ir en contra de todo el imperio con tal de que mi hijo sea el único heredero, debía de callarle la boca al emperador y hacer que se coma sus palabras, debía de hacer que se ahogara con sus acciones, y que me suplicará piedad debía hacer que se arrepintiera me limpio las lágrimas con coraje, no me quiso como aliada, entonces me tendrá como enemiga…

Mando una carta hacía mi tío, ahora su hijo estaría gobernando, así que no había problema si sus cabezas rodaban ahora ya no sentía nada, era momento de iniciar una revolución.

—Mamá… — Me habla Sebastián.

—¿Qué paso cariño? — Le contesto mientras acaricio su cabeza, tenía unos 12 años aproximadamente, este se recarga en mis piernas, pobre chico, no sabía lo que le esperaba.

9 años después…

Había estado planeando como hacer que todo encargara perfectamente, ahora mis hijos tenían 21 y 26, Ethan había crecido siendo la envidia de muchos tenia a toda la corte real apoyándolo, sin embargo la opinión de su padre no había cambiado, y seguía queriendo a Sebastián como emperador y si no fuera poco este tenía el apoyo del duque, quien le daba clases de gobernar sin que mi hijo se diera cuenta, mordía mis uñas estaba desesperada, en el baile de hoy las jóvenes de 16 y 17 debutarían, no estaba interesada, debía de estar en casa planeando mejor, tenía que encontrar la debilidad del duque, pues si caía el emperador obviamente tenía que caer él, a ese no parecía importarle mucho el banco, por lo que debiera encontrar algo que lo debilitara, y sin esforzarme lo encontré.

Esta chica vestía con colores discretos, sin duda quería pasar por desapercibida, el duque se acerca con ella del brazo, sin duda era su hija, esos ojos, esa sonrisa, era de él... Ella venia sin su madre, a pesar de que todas venían con ambos padres, todo el mundo hablaba de la mala relación entre la heredera del ducado de Clue y su progenitora, así que solo debía de hacer algo para que ella fuera diferente, ella tenía que apoyar a mi hijo.

Distraída, e inocente, algo tonta solo faltaba hacerme el que no sabía quién era, este maldito duque pagara por llegar a pensar en cómo debía de destruir a mi preciado hijo…

Una carta llega donde me avisan que mi ciudad natal esta lista para una rebelión, sonrió de satisfacción, pues ahora nadie me mandaría a ningún lado sin que yo quisiera, tendrían que rendirme cuenta, y los que alguna vez me obligaron a caminar con la cabeza agachada ahora me pedirían piedad, y besaran donde camino.

*Fin del flashback*

Todos estábamos anonadados, nadie hablaba solo no creíamos lo que habíamos leído, mi estomago se llena de un sentimiento vacío, Ethan se levanta rápidamente para comenzar a vomitar, sentía compasión por la emperatriz, pero también rencor, quería herir a mi padre.




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