Destino Cruzado // Teller #5

Capítulo #4

Pov Alonso

 

«No eres mi tipo, me gustan los hombres mayores. Por eso y muchas razones más no podría comprometerme contigo. Por favor le pido que no insista»

Sonrió como tonto al ver el mensaje de Sol, su mensaje solo despierta mi lado competitivo que por mucho tiempo no lo había sentido. Mientras más quiera mantenerme a raya más hare para molestarla.

¿Por qué sonríes?

—Mi chica dice que le gustan los mayores —me burlo y Jacob suelta una sonora carcajada.

—Mientras a ti te rechazan a mí me dicen que me quieren sentir.

—Calla asqueroso. Espero que esta vez no salgas con tus jueguitos, recuerda que es la amiga de Sol y ella es hija de la amuga de tu madre. —Es una cadena.

Jacob solo se encoje de hombros. —Esta vez será diferente, ella es el amor de mi vida. Quiero llevar a Luna a conocer las estrellas.

Déjame recordar donde escuche eso. Ya lo recordé, justo hace 3 semanas atrás te escuché diciendo lo mismo.

—Mejor vayamos a dormir, que mañana es mi día.

Solo muevo la cabeza en negación, que le puedo hacer así es mi mejor amigo.

No respondo al mensaje de Sol, me meto a la cama y como el masoquista que soy ingreso a revisar una vez más las redes de Marcia. Siento una fuerte presión en el pecho, es una foto de Marcia con las manos entrelazadas con aquel tipo.

«Definitivamente nunca sintió nada por mí. Definitivamente solo fui un revolcón como ella lo llamo».

Dejo el teléfono a un lado y me meto bajo las sabanas. Muchas veces es preferible ser ignorante y desconocer ciertas cosas, suelen ser muy dolorosas. Inconscientemente y no sé porque demonios en mi mente parece el rostro sonriente de Sol.

¡Mierda…!

Será mejor que duerma, sino mi mente terminará por traicionarme.

La mañana siguiente despierte por la insistente llamada de mi madre y seguro que empezara con sus quejas del porque no me aparezco a la casa, ella sigue creyendo que soy un niño y ya no lo soy, pero no puedo decirle eso a mi madre porque si no se pone a llorar y no me gusta verla así porque luego tengo a mi padre encima de mí haciéndome la vida imposible por hacer llorar a su amada esposa.

A mis padres no les afecto la diferencia de edad y no entiendo porque para Marcia fue un problema, estoy seguro que mis padres hubiesen aceptado mi relación.

«Alonso, ya no pienses más en eso. Marcia no te amo es la diferencia entre la relación de tus padres con la tuya» mentalmente me respondo.

Ignoro la llamada de mamá diciendo que después la llamare, me meto debajo de la ducha y dejo que el agua fría relaje mi cuerpo y a su paso despierte mis neuronas que últimamente andan muy somnolientas.

Me apresuro en cambiarme y salgo a la sala donde encuentro a un Jacob alegre.

¡Parece que esa Luna, si es diferente! Exclamo al ver que mi amigo preparo el desayuno.

—Te lo dije, pero tú dudas de tu amigo. —Ven desayunemos, que tengo que salir a encargarme de unas cosas.

Solo asiento y desayuno sin dejar de observar a Jacob, que parece otra persona. —¿Será que de verdad le gusta Luna?

No hago la pregunta porque estoy seguro que eso no es posible, Jacob no es de los hombres que se enamoraría. Seguro que después de esta noche se le pasara la emoción. Sé que no está bien lo que hace, pero ambos son adultos y no pienso meterme. Ni yo puedo llevar las riendas de mi vida como para meterme a opinar del resto.

¿Qué harás hoy?

—Nada, ¿Por qué?

—Puedes quedarte en alguna otra parte. Quiero el departamento, ya sabes…

¿En serio la traerás a casa?

—Ya te dije que es diferente…—dice en su defensa y yo solo muevo la cabeza en negación.

Está bien, pero ni se te ocurra hacerlo en mi cama.

Jacob ríe.

Lo cual solo me dice que no es seguro que deje mi habitación. —Al menos cambias mis sabanas.

—Confía en tu amigo.

—Me voy. Me quedare en la suite más cara de tu hotel. Y tú lo pagas… —digo poniéndome de pie.

—Todo lo que quieras… —dice sonriente.

¿Pero porque no la llevas a tu hotel?

—Quiero demostrarle que es diferente, por eso la traeré a mi casa.

—¿Es una nueva táctica de conquista?

—Ve al hotel nomas… —dice sacándome a empujones del departamento.

—Me voy, pero alcánzame el portátil.

Sonrió como idiota al verme en el hotel y no puedo creer que mi mejor amigo me votara de mi propio departamento por una mujer. Debo pensar seriamente si debemos seguir viviendo juntos.

Me doy cuenta que estoy sin planes así que decido escribir a Sol, pero no tengo respuesta. En ese momento algo cruza por mi mente y decido llamarla, al no obtener respuesta decido jaquear su teléfono y como respuesta a mi hazaña recibo el mensaje con una cita para la noche.

«Al menos mi noche estará entretenida», pienso.

Mientras espero la noche aprovecho en hacer una video llamada a mi madre y como saludo recibo sus gritos: “Hijo ingrato…” te crie con tanto amor y mira como le paga a su madre.

«Drama», dice mi mente.

Alonso: Madre hermosa, ¿Cómo está la mujer más importante de mi vida?

Mamá: No soy tan importante porque desde la boda de tu hermana no te veo, ¿Cuándo vendrás a visitarnos?

Papá: Yo no lo extraño.

Sonrió al escuchar a mi padre y como mamá lo regaña, sé que aquello lo dice de la boca para afuera.

Alonso: Te escuche padre, y prometo ir el fin de semana.

Mamá: Te estaré esperando bebé. Haremos un almuerzo familiar, así que tienes que estar presente.

Alonso: Así será mamá. Cuídate.

Diciendo aquello corto la llamada y sonrió por la forma en que me sigue tratando mi madre.




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