Destino Cruzado // Teller #5

Capítulo #10

Pov Luna

 

Con la confesión de Jacob, bueno Alonso ahora, me sentí liberada y feliz a la misma vez ya que no volvería a ver su cara.

Me recosté sobre la cama pensando en todo lo que había pasado esos cortos días y como ese mocoso estaba intentando perturbar mi vida tranquila. Mi celular vibra y es un mensaje de Leonardo preguntándome que había pasado.

¿Mi esposo?

No quiero pensar mucho sobre las palabras que me dice constantemente Sol, pero creo que es momento en que vaya a visitar a mi esposo o el me visite.

Respiro profundo e ingreso al WhatsApp para realizar una video llamada que no tarda mucho en conectar.

Luna: Buenas noches Leo.

Saludo y puedo darme cuenta que está en el gimnasio.

Leo: Hola cariño, me habías llamado justo cuando estuve en una actividad.

Luna: Sí, te extrañe.

«No mentía, pero en realidad necesita estar íntimamente con mi esposo, sino con quien más podría hacerlo»

Sacudí la cabeza alejando la imagen de ese mocoso.

Leo: ¡Ah…! Sabes que es por los estudios, sino ya hubiese vuelto a tu lado.

Luna: Precisamente por eso te estuve llamando, que tal te parece si yo voy…

Leo: No cariño… —niega de inmediato—. No tendré tiempo para poder estar contigo, sabes que acá el estudio es duro y tengo que mantener los primeros puestos hasta acabar la carrera para conseguir un buen trabajo. Te prometí que una vez que termine de estudiar y consiga el trabajo ideal, nunca más volverás a trabajar.

Luna: Lo sé….

Leo: Mi amor, ya lo hablamos…

Luna: Son 3 años Leo…

Leo: Lo se cariño, pero tú sabes y conoces la situación. Recuerda que me prometiste apoyar sin quejar, no olvides que yo te salve la vida y aquello vale más que mil cosas, en este mundo solo nos tenemos tu y yo. Leonardo y Luna contra el mundo, ¿Lo recuerdas?

Aquellas palabras me dejan en silencio e inconscientemente me llevo la mano a aquel lugar que contiene una parte de Leo.

Luna: Tienes razón cariño, sigue estudiando, sé que eres el mejor.

Leo: Siempre lo hago, por favor no te olvides que ya llega el día del pago.

Sonrió.

Luna: No te preocupes, puntual como siempre te lo enviare. Tu solo céntrate y estudia.

Leo: Siempre. Hablamos, que descanses.

Quiero decir algo, pero es muy tarde en la pantalla solo anuncia llamada finalizada.

Supongo que a eso se reduce mi matrimonio, sonrió con ironía y decido que es mejor dormirme porque no quiero pensar mucho en los actos de Leo y las palabras de Sol.

Al día siguiente aprovecho el mensaje que me envió Alonso para pedirle que mantenga en secreto todo ya que vi a Sol completamente feliz y no quería romper su felicidad. Quería que se enamorarán más, así cuando la verdad se descubriera ya no dieran marcha atrás.

Los días pasaron entre el trabajo y los constantes mensajes de Alonso que preferí ignorar, supe por Graciela que se había encontrado en varias oportunidades con él y pregunto por mí, me conmovía saber que busco la forma de saber que estaba bien, pero a la misma vez respeto mi espacio y no volvió a acercarse.

¡Estoy feliz…!

—Ya me di cuenta… —dije viendo a Sol ingresar por la puerta con un gigantesco ramo de rosas rojas, entre medio de las rosas había un oso de peluches que decía te amo.

—Alonso me invito a viajar y me iré.

—Ve y disfruta.

Así lo hare hermana.

Sol se despidió diciéndome que me encargara de todo, si su madre viniera por ella que le dijera que se fue de viaje con Jacob y en verdad se iba de viaje con Jacob, me alegra tanto verla feliz, era una faceta que nunca había visto en Sol.

La pequeña había crecido y esta vez al parecer había encontrado ese camino que tanto se negó a recorrer por no satisfacer a su madre.

Vi a Sol marcharse mientras yo me concentré a trabajar en los documentos que faltaba y organizarlo todo para cuando ella volviera.

Siento mi celular vibrar y veo que es un mensaje de un número desconocido, ingreso al ver el siguiente mensaje: ¿Cuándo le firmaras el divorcio a mi novio?

De la impresión deje caer el teléfono, me lleve la mano al pecho y volví a tomar el teléfono entre mis manos. Quería creer que era una broma de mal gusto, pero ese pensamiento se me quito de inmediato, no era ninguna broma…—eran unas fotos de Leonardo junto a una joven besándose.  

Me sentí decepcionada, traicionada… —aquella sensación fue cambiando a medida que avanzaba los minutos por una de coraje por haber sido tan estúpida. Era una grandísima idiota, una imbécil y tonta por haber confiado ciegamente en él.

No podía con la frustración así que salí en busca de un buen trago para pasar ese mal sabor de boca, aunque mi mente me decía que no debía por mi salud lo hice sintiendo que el alcohol podía hacerme olvidar.

—Señorita…

—Denme otra copa más —exigí.

—Señorita, ya no le puedo vender…

¡Quiero... un trago…! Exijo.

Le veo al barman levantar la mano y seguir la dirección que sigue sus ojos.

¡Niño bonito…! Grito e intento bajarme de la silla, pero siento que todo se va para un lado.

¡Luna…!

Un fuerte grito seguido por sus manos sosteniéndome de la cintura y pegándome a su cuarto.

¿Usted me llamo?

Escucho que pregunta Alonso dirigiendo la mirada al barman quien asiente.

—Po-po… —if… if… —porque lo llamaste…

¡Niño bonito…!

Vuelvo a llamarlo al ver su hermoso rostro… —eres como un ángel.

¡Lindo…!

¡Quiero besarte…! Grito y siento que todo me da vuelta.




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