Destino Cruzado // Teller #5

Capítulo #14

Pov Alonso Teller

 

«Soy una mujer casada e iré a visitar a mi esposo»

 Esa frase se me repetía constantemente en la cabeza y odiaba sentirme de esta manera por más que dije que no volvería a dejar que una mujer me afectara. Cada vez me estaba especializando en encontrarme problemas.

¿Listo?

¿Para qué?

¡Ey…!

Gracias al grito de Jacob me devuelvo a la realidad. —Lo siento amigo, estaba pensando en algo.

¿Luna acaso?

—Sí…

¿Cómo que Luna?

Reacciono al darme cuenta que respondí sin pensarlo.

—Luna, bueno Sol… —me conto todo a la semana que estuvimos saliendo y decidimos ocultarlo adrede para darles la oportunidad de que se conocieron porque según las palabras de mi Sol, su esposo es un gran imbécil… —una sanguijuela que la vive.

—¿Cómo así? —pregunto poniéndome de pie.

—No sé más detalles, solo te digo lo que me comento Sol. —¿Ustedes también lo sabían?

—Sí.

Al final termine enamorándome de la mujer que mi madre quiso, creo que las más siempre tienen la razón y buscan lo mejor para los hijos. Queremos casarnos y cuanto antes mejor, no quiero darle la oportunidad a que mi hermoso Sol se arrepienta.

¿Casarte? ¿No es demasiado pronto?

—No existe una regla o tiempo prudente que indique sea el momento prudente para enamorarse o casarse. Solo deseo despertar todos los días junto a mi mujer.

Sus palabras tocan fibras sensibles en lo más profundo de mi ser, lo había deseado con Marcia y ahora con Luna. No sé qué es lo que sentía con exactitud por Luna, solo que me sentía bien a su lado y me olvidaba del mundo.

¿Alonso?

¡Perdón…!

—Alonso, debes concentrarte la competencia es en tres días y mañana volamos a Estados Unidos.  —Te quiero concentrado, no en la Luna —dice con cierto sarcasmo.

—Tranquilo, que estoy más que listo.

Jacob se despide y me quedo perdido en mis propios pensamientos, pero es mejor alejarlo y centrarme en lo que verdaderamente importa… —los niños del orfanato. Ya había logrado conseguir las personas que se unirían a esta noble causa, lo cual resulto mucho mejor de lo que imagine.

Mi celular suena y no me atrevo a contestar al ver que es mi prima Megan, no quiero escuchar una de sus locuras. La última vez me salió con tremenda locura que gracias a Luna me había olvidado de ese tema, pero ahora que lo recordaba me hacía doler la cabeza… —no podía lidiar con ese secreto.

“Contesta cobarde, sino le cuento a mi madre”

—Su amenaza me obliga a contestarle.

Megan: ¿Dónde estás cobarde?

Alonso: Respétame mocosa del demonio, después de todo soy tu mayor.

Megan: Ya habla.

Alonso: En mi departamento, ¿Por qué?

No escucho respuesta, solo el sonido indicando que la llamada finalizo.

¿Por qué solo me cruzo con puras mujeres problemáticas y locas?

Ignoro la llamada de Megan y me dirijo al ascensor llevando los últimos donativos que conseguí, necesito darle la buena noticia a la hermana y que ya se empezó con todo el proceso legal para no estar en falta.

¡Demonio Megan!

—No digo que eres un cobarde.

—Cualquiera se aterra si frenas a un centímetro de distancia de mí. Cualquier rato morirás si sigues conduciendo de esa manera.

—Pareces un viejo.

—Si soy un viejo, así que ahora no puedo atender a tus niñerías porque tengo algo importante que hacer.

¿Adónde vas?

—A un lugar hermoso así que hoy no puedo acompañarte en tus locuras.

¿Puedo ir contigo?

¿Conmigo?

—Sí, déjame te ayudo y nos vamos. Dejare acá a mi bebé así que cuida la.

Sin previo aviso Megan me quita las cosas y camina hacia mi auto sin siquiera ser invitada. Solo respiro profundo y decido no decirle nada para no seguir perdiendo tiempo, y también porque soy consciente que nunca le ganare a Megan.

Conduzco mientras a ella la veo escribir a toda prisa en el teléfono y de reojo observo los gestos que hace… —se ve graciosa.

¿Cuál es chiste?

—Solo recordé algo —respondo al escuchar su tono.

Después de unos minutos más de viaje llegamos al orfanato, me bajo seguido por Megan quien se ve sorprendida más no hace sus comentarios sarcásticos. Las hermanas me saludan al igual que los pequeños, presento a Megan quien se ve emocionada al ver a los pequeños.

—Soy Megan Galiano, prima de este tonto —se presenta sola y la madre Anita solo sonríe.

—Gracias por tu visita Megan.

—Megan quédate con los niños y con las demás hermanas —digo a sabiendas que a Megan no le gusta que le den ordenes, pero sé que ella no podrá negarse y es mi momento de devolverle el cariño.

Camino con la madre Anita hacia su estudio y le enseño los documentos que ya están casi listo para que puedan recibir los donativos para que esos chicos tengan los estudios asegurados al futuro.

—Esos pequeños te lo agradecerán y Dios bendecirá tu camino por tener ese corazón tan grande. Eres joven, pero aun así ya ayudas a los que necesitan.

Debería darle los créditos a Luna, ella me trajo contigo y me mostro una realidad que nunca había visto por estar metida en mi propio mundo. Vine a despedirme porque estaré fuera por 15 días.

—Los niños lo entenderán.

Después de unas horas jugando con los niños me despido e informo que estaré fuera por una competencia y ellos me desean toda la suerte del mundo. Pero ahora yo le deseo a esos niños mucha suerte para lidiar con Megan quien se ofreció a quedarse como voluntaria en el orfanato, pero conociendo su personalidad estaba segura que solo se estaba quedando para esconderse de sus padres o de su esposo.

Esa misma noche visito a mis padres quienes se quejan, mi madre hace su drama indicándome que soy un hijo ingrato desde que crecí lo cual me causa gracia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.