La noche de pasión había terminado ya. Su final lo marcó el Sol saliendo por el horizonte. Sus rayos comenzaron a entrar por la ventana y por los huecos que la pelea había dejado. Estos rayos llegaron hasta donde reposaban Ilian y Y Krow. Estaban durmiendo muy apretados en aquel cómodo sofá que había sido el apoyo para la pasión y el descanso sucesivo.
Los lobos comenzaban a despertar también al salir el sol, de inmediato fueron a sustituir a los pocos que de quedaron despiertos haciendo guardia en la noche.
Los que cuidaron al líder lobo y a la bruja, estaban muy cansado y un poco abochornados pues bien si ni vieron a estos dos amantes, tuvieron la oportunidad de escucharlos en algún momento. Sabían lo que había pasado entre ellos pero no tenían la intención de hablar de ello. Era un tema que preferían olvídate aunque en cierto sentido tendría importancia a la hora de juzgarlos, pues una unión de ese tipo entre ellos daría mucho de que hablar.
Aún así los guardias relevados no quisieron decir nada de esto y se retiraron a descansar.
Los nuevos guardias solo preguntaron si estaban ahí, recibieron una respuesta afirmativa, la cual fue suficiente para no entrar y mirar la situación en la que se encontraban. Además podían reafirmar la situación con su sentido del olfato, ya que el olor de ambos estaba ahí.
Los líderes de los nueve clanes ya esperaban afuera, querían retomar los planes de batalla y hacerlo lo más pronto posible, pues una situación así debía tratarse con urgencia.
Krow e Ilian estaban viviendo un sueño del cuál tenían despertar. Estaban abrazados, ella con su cabeza recargada en su pecho. El, estaba siendo un soporte para su amada. Ninguno se animaba a mirarse a los ojos o decirse una palabra. Con lo que había pasado y el como había pasado no quedaba duda que los sentimientos estaban involucrados y que ninguno de los dos quería que fuera algo pasajero. Pero del saber al decir había mucha diferencia, ninguno de los dos rompería el silencio para decir, "¿Qué sigue?, ¡Quiero que se repita!, ¡Me gustaría tener una relación contigo!" Ninguna de esas frases cumpliría el propósito que ambos deseaban, era una situación incómoda. Se dejaron llevar, si pero no podían vivir con ese tipo de arranques por siempre y en ese momento ninguno se creía con la madurez para decirlo.
Ambos se querían levantar pero temían al que decir así que permanecieron varios minutos más en esa posición, intentando evadirlo todo.
No pudieron quedarse ahí por siempre como quizá lo habían pensado o sugerido en sus mentes.
La situación que les hizo avanzar fue que los guardias les llamaron pues sus presencias se requerían en la sala de juntas.
-Gran líder, nos informan los líderes que su presencia y la de su acompañante es requerida lo antes posible. -El guardia trató de mantener distancia y de hablar volteando a un lado opuesto. Aunque seguía afuera consideraba el respeto al líder como la mejor forma de implantarse ahí.
-Estos tontos creen que me pueden mandar a llamar como si ya fuera su trabajador. -Krow encontró en esto la mejor forma de levantarse rompiendo sus dudas, consideró que así se libraba de momento para conversar con ella de lo ocurrido.
Sin más remedio se levantó fingiendo incluso estar más molesto de lo que estaba. Ilian quien tenía una intuición bastante desarrollada, se dió cuenta de lo ocurrido y de alguna forma se halagó pues había conseguido poner nervioso al líder lobo que tanto le estaba gustando. Además confirmó que le gustaba pues de no ser asi, la hubiera tratado como una aventura y no tendría el temor de mirarla a la cara.
Ella se levantó sin decir nada, se mostró muy normal lo que desconcertó a Krow, quién esperaba un reclamo o una molestia de su parte.
-En cuanto demuestre mi inocencia, podré poner en orden a esos lobos idiotas. -Se comenzó a poner su camisa mientras decía estás palabras. Lo hizo rápido, aún con su mirada molesta y haciendo movimientos bruscos. Eso sí, no dejó de mirar en ningún momento a Ilian quien también se comenzó a vestir.
De ella le llamaron la atención dos cosas, la primera el deleite visual que estaba ocasionado. Se cambiaba rápido pero despreocupadamente, se veía tan sensual que no podía evitar hacerlo. La segunda cosa era para analizar sus reacciones y poder contemplar si algo le molestaba. También le preocupaba lo mismo que a ella, pero no tenía la intuición tan desarrollada para darse cuenta que todo estaba bien. El intentaba averiguarlo observándola o escuchándola pero está segunda era tan imposible pues no dijo nada.
-¿Esta todo bien? -Se atrevió a preguntar después de ver que nada había funcionado y que ella estaba actuando muy rara, casi como si no quisiera saber más de él.
-Si, estoy bien. -Esto le causó mucha confusión, la respuesta no le convenció y se vió herido en el orgullo que esa mujer, no le insistiera para una conversación. Fue seca, pero esto lo hizo a propósito aprovechandose del tormento mental que tenía el lobo y del como quería llevar la situación.
Esto era algo común en personas que se gustan pero que no se animan a dar el siguiente paso después de una actividad sexual. Se cree que termina muy romántico y que al finalizar firman un pacto de amor, pero no es así. La mayoría de las parejas que recién comienzan y lo hacen de este modo, pasan por esa etapa de incomodidad en la que prefieren evadir el tema.
-Te siento rara, ¿Dije algo malo? -Estaba completamente clavado en sacarle la conversación a su amada, a quién sentía que estaba perdiendo. -Si necesitas hablar podemos hacerlo. Si te incómoda algo lo podemos solucionar, yo te puedo proteger de todo, no te preocupes por esos lobos.
-Yo no me siento preocupada por ellos en lo absoluto. -Le estaba funcionando su tono frío, lo estaba gozando.
-Valoro mucho tu fortaleza, no en valde tienes sangre de lobo en tus venas. -Se sintió orgulloso de lo que decía pero a ella no le agradó mucho lo que dijo.
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Editado: 27.03.2025