Krater fue arrastrado por algo que apreció repentinamente. Se convirtió en la víctima rápidamente pues no pudo prevenir que eso lo capturaria.
Fue arrastrado por gran parte del bosque causándole grandes daños y sin poderse defender.
Krow se dió cuenta de esto y corrió hacia él para intentar liberarlo. La velocidad de lo que estaba arrastrando a su hermano era mayor a la suya así que no le fue fácil alcanzarlo.
—¡Aguanta Krater ya voy! —Dijo para darle ánimo mientras encontraba una forma para ayudarle.
No pudo escuchar ninguna respuesta de su hermano, solo podía oír su dolor y el como se estrellaba su cuerpo contra los árboles y el suelo.
—Ilian, ¿Conoces algún truco mágico que nos ayude? —Recurrió a su amada para resolver la situación.
—Eso debe ser un ”Humuc" —Respondió ella luchando contra los espíritus. —Son unos gigantescos gusanos que mi maestro controla, la forma de detenerlos es sacándolos de control.
—¿Cómo hago eso? —Preguntó desesperado.
—¡Aulla Krow, aulla! —Le dijo claramente.
Krow no entiendo el porque le pedía eso su amada pero lo hizo. Se detuvo en lo alto de un árbol y desde ahí giró la cabeza hacia arriba para aullar a la luna que era a penas perceptible para sus ojos.
El aullido retumbó en los oídos de todos ahí, algo que causó mucho escalofrío. Casi nadie tenía la oportunidad de escuchar a un alfa hacerlo, era una muestra total de poder y dominio.
Con el aullido se descontroló el humuc tal y como Ilian había dicho. Soltó de inmediato a Krater quien estaba herido y salió volando por las aires hasta que se estampó en un fuerte árbol que lo detuvo.
El humuc seguía su camino bajo tierra, solo podía verse el rastro que dejaba y no su estructura física. En ese momento Krow dejó de aullar para mirar ese rastro, en ese momento pudo imaginar el enemigo al que se enfrentaba.
—¿Cómo lo detenemos Ilian? —Preguntó nervioso. —¿Algún truco que funcione?
—No se llaman trucos, se llama magia. —Dijo ella desplazandose hacía él. —Pero por ahora lo más sensato es que aprovechemos el escenario. Hay que guiarlo hasta el fuego de las aviones, ahí se quemará.
—¿Cómo lo voy a guiar? —Preguntó mientras brincaba de árbol a árbol para acercarse. —¿No puedo solo empujarlo hacia allá?
—Hazlo como puedas pero tienes que llevarlo al fuego, es lo único que los puede detener.
Krow se enlistó en la importante misión que se le había asignado. Pudo ver como el humuc se controlaba después de reponerse de su aullido. Utilizó su gran vista para ver a detalle a qué se enfrentaba. Vió por debajo de la tierra a un tipo de gusano muy largo, con un succionador como boca y con más de 15 de metros de largo. Era una criatura sin duda difícil de vencer.
—¿Por qué se descontroló con mi aullido? —Preguntó tratando de improvisar un ataque.
—Los sonidos de poder le asustan y su mente se congela. —Le respondió ella aún acercándose por los árboles. —¿Qué más poderoso que el aullido de un alfa?
—Entiendo, ahora trataré de usar eso a mí favor. —Se lanzó del árbol cayendo muy cerca del humuc. —Voy a llevarlo hasta allá.
Krow comenzó a aullar nuevamente, está vez trató de hacerlo en dirección al enorme gusano. Con esta técnica iba tratar de llevarlo hasta allá.
El aullido comenzó y el gusano de inmediato comenzó a sufrir los efectos. Tal y como Krow lo planeó, este corrió al lado opuesto. Ahora el lobo solo tenía que correr hacía el para llevarlo a la ubicación deseada.
La velocidad era mucha así que a Krow se le dificultó mucho correr a máxima velocidad y aullar al mismo tiempo pero lo hizo como pudo y logró llevar al gusano hasta el fuego.
Este ser se dió cuenta del plan y aunque estaba descontrolado mentalmente, se detuvo para no quemarse aunque sentía dolor por la cercanía.
Krow se dió cuenta de esa situación y trató de recurrir su fuerza para empujarlo. Tuvo una semitransformación que le dió velocidad y fuerza suficiente para empujarlo y así lo hizo. Con un par de patadas logró impulsar al gusano para que este entrara directamente en el fuego y comenzó a quemarse.
Los síntomas de dolor ocurrieron al momento, la criatura gemia de dolor pero eso terminó rápidamente pues el fuego lo consumió al instante. Krow estaba sudando por el esfuerzo y por el calor tan intenso que se sentía aún.
Se paró ahí para ver las cenizas de la criatura y se imaginó lo que venía más adelante en la batalla.
No tardó en mantenerse calmado, escuchó un ruido similar al del gusano que acaba de matar, ese sonido venía de la parte de atrás. Giró la cabeza y vió la tierra moverse en varios puntos y a gran velocidad. Con todo esto solo pudo deducir que había más gusanos y que les atacarían en poco tiempo.
—¡Tengan cuidado! —Gritó al verlos. —El fuego funciona pero no puedo guiarlos a todos hacia acá.
Mientras hablaba consigo mismo sobre está reflexión, vió como Morgana y su grupo de brujas se levantaron para crear una enorme bola de fuego que lanzaron hacía abajo. Su intención era cortar el camino de esos gusanos.
El truco no les funcionó, la bola de fuego si impactó contra el suelo pero la tierra protegió a los gusanos que se movían a través de ella.
Conforme avanzaron, atacaron a los hombres lobo que aún luchaban contra los espíritus muy cerca de ahí. Los gusanos no distinguieron entre aliados o enemigos, atacaron a todos por igual y ocasionaron bajas en ambos.
La destrucción que hasta ese momento había llegado al lugar era mucha, más de la que los lobos habían visto en cualquier batalla.
—¡Krow, vamos a necesitar la magia! —Gritó Ilian para ponerlo al tanto de su plan.
—Esta bien, dime que tengo que hacer. —Se mantuvo firme en su posición, su personalidad era una de sus cualidades más resaltantes.
—Usaremos los amuletos, tenemos que hacerlo juntos.
—¿Estás segura? —Dijo él, analítico. —¿No tenían un límite de energía el cual debemos mantener para enfrentarnos al brujo?
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Editado: 27.03.2025