RAQUELLE
Barbie ha estado en mi cabeza desde aquella noche. Nunca quise ser yo quien le causara tristeza, aunque es irónico.Quiero decirle que siento lo mismo, quizá algo incluso más fuerte, pero ella no debe saberlo, nunca.
En medio de todo, nunca espero que mis sentimientos sean correspondidos. Me he resignado hace mucho tiempo. No puedo evitar que mi corazón se estremezca al ver un poco de esperanza al final del camino.Pero en este momento, de hecho, incluso si estos sentimientos fueran correspondidos, yo no puedo corresponderle. Debo sacar de mi propia cabeza pensamientos que solo terminarán perjudicando a otros.
En otro momento, estaría dando brincos de emoción, casi levitando, creando escenarios de citas en mi cabeza, planeando recuerdos inolvidables entre las dos, pensando en qué regalo debería darle para su cumpleaños y para nuestro aniversario, para cuando llevemos más de 24 horas saliendo y claro, para cuando cumplamos 80.
Pero este no es otro momento, es este. Es esta historia, es este destino y yo estoy aquí.
Todo debe permanecer igual.
Pero ahora no es momento de pensar en amores imposibles, algo está siendo alterado, hay cosas que no debieron suceder de ninguna manera, y cada vez se vuelve más evidente y todo ronda a la misma persona.No entiendo como puede estar manipulando los eventos mas importantes, es algo que solo se puede hacer con el libro y lo hemos estado protegiendo todo este tiempo, la directora me lo tendra que explicar la proxima vez que la vea.
Por eso la fiesta debe ser perfecta. Mientras la gente empieza a llegar, el ambiente se anima repentinamente. Ryan se ve reluciente desde ayer después de su partido amistoso, supongo que ganó.Saluda a todos con ánimo e incluso entabla conversaciones voluntariamente. Esta siguiendo un buen camino. Cuando llega la suficiente cantidad de gente, la música se enciende a tope y me dispongo a realizar mi tarea. Antes de que pueda hacer cualquier cosa algo brilla desde el cajón de la mesa.
El celular tiene un nuevo mensaje. La hermana de Barbie ha respondido. Esto la pondrá muy feliz, debo contárselo.Pienso por un momento si es lo correcto contárselo, pero siento que debo compensarla por lo que he hecho... y por lo que haré.
Me apresuro a salir de la casa.Pero noto a Ryan a mis espaldas, se que no puedo ganarle incluso si peleamos mil años, lo dejo acompañarme porque me es dificil decirle que no, tengo demasiadas debilidades para ser una enemiga formidable.Me rindo.
Barbie no está en los establos, ni en el comedor, ni en la casa comunal, ni en el salón principal, parece que se la ha tragado la tierra.Cuando estoy a punto de rendirme la encontramos finalmente en la cafetería, debí imaginar que estaría aquí.
Barbie está aquí por Ken y de inmediato entiendo por qué Ryan me ha seguido. Cai en su trampa, no hay manera de safarme fácil de estos dos. Acepto la peor condición. Pero Ryan debe volver antes de la medianoche, o todos nos convertiremos en calabazas. Siento que no me está diciendo la verdad.
Tomo la mano de Barbie y nos dirigimos a la biblioteca, el único lugar seguro. Nos instalamos en los sillones, me acerco y le paso el celular. Lo mira con adoración, casi como si fuera un dios. Abre el mensaje y cierra los ojos.
—No quiero mirar...¿miras por mí? —dice mostrándome la pantalla.
"Hola Barbie, nosotras estamos bien, mamá viene de vez en cuando, ¿tú cómo estás? Ya no estoy molesta desde el día que te fuiste. Quería decírtelo, pero pensé que habría otras oportunidades menos apresuradas."
—¿En serio eso dice? —Voltea la pantalla para comprobar.
Su rostro se ilumina y sonríe alegremente.
Mi corazón se estremece.
—¿Crees que pueda responderles? —pregunta con timidez.
Debería decirle que no.
Claro que no, mi favor termina aquí y ya no puedo hacer nada más o la directora me va a colgar en el salon blanco.
—Claro.
Barbie sonríe tomando mis manos. Pero noto como sus ojos se entrecierran con culpa, tomo la delantera y le doy un suave apreton para luego soltarlas.
—Pero para enviarlo debemos volver a la casa... ahí hay mejor señal.
Barbie asiente.
Nos dirigimos a la fiesta mientras las primeras gotas de lluvia se anuncian. Es la demostración de que algo malo está pasando.Cuando llego, ya hay personas vomitando en los arbustos.
Ryan aún no ha llegado. Aun así, la gente está animada.
Subimos al salón del segundo piso. Le entrego el celular a Barbie y esta piensa con detenimiento su mensaje, luego me lo entrega para que lo lea, como si necesitara la aprobacion del carcelario para enviar su mensaje desde prision."Querida Skipper, me alegra que estén bien. Yo estoy bien también, todos son geniales aquí. Me alegra que ya no estés molesta. Pensé lo peor después de que mi carta no obtuvo respuesta."
Mientras leo, el mensaje es respondido acompañado de un Tink. Esta chica mantiene pegada a su celular. Antes de que pueda ocultarlo, Barbie lo nota y se acerca a leerlo.
—¿Es Skipper? —pregunta.
Asiento. Es imposible mentirle en la cara.
El mensaje es corto pero destructivo.
"¿Cuál carta?"
Me mira por un segundo y luego repasa el mensaje nuevamente.
—¿Eso significa que no recibieron mi carta, verdad? —pregunta con la mirada fija en mí.
Mierda.sabia que no debia hacer esto, es totalmente mi culpa.
—Tal vez tus padres la recibieron y... —soy interrumpida.
—Es imposible, lo envié a la casa de Skipper, no a la de mis padres. Skipper es quien siempre revisa el correo desde que aprendió a leer a los 6, más rápido que la mayoría de niños. Es imposible! —se dice a sí misma.
Acabo de embarrarla de nuevo.
—Eso significa que la directora ha estado mintiendo, ¿a ti también? ¿Por eso no envías cartas? —deduce rapidamente.
—No...no sabía que ella hacía eso —digo con la mitad de mi sinceridad.
—Debemos decirles a los demás la verdad.Si la directora no envia la correspondecia, no crees que es extraño? —comenta.