Juego de pinguinos

KEN

Me meto entre las cobijas y me pongo la pijama aun con gotas de sudor en mis cienes. La voz de la directora empieza a resonar entre las paredes delgadas de la casa comunal, haciendo eco en los pasillos, acompañada de las sirenas que se escuchan a lo lejos. No estaba al tanto de un mecanismo de seguridad tan sofisticado en el edificio principal.

Después de todo, la escuela tiene un aire de antigüedad que te hace pensar en un método de seguridad igual de anticuado.

Grita desde el pasillo la orden de que cada uno se pare enfrente de su puerta, como en una requiza policial.Salgo frotándome los ojos y me dejo el cabello igual de desordenado. Al pasar frente a mí, me dedica una mirada extraña. Siempre me ha tratado con algún tipo de preferencia y cuidado. En el pasado le estuve muy agradecido, pero ahora no le guardo una pizca de respeto.

La casa comunal es increíblemente amplia. Se toma el tiempo de revisar habitación por habitación para asegurarse de que nadie falte, desde la última planta hasta la primera. Después de la inspección de nuestra planta, varios estudiantes la siguen sigilosamente hasta la de abajo para enterarse de la novedad. No entienden lo que sucede, la directora tampoco lo menciona, y nadie se atreve a preguntar.

Yo entiendo la razón de la alerta; hemos encontrado algo que puede perjudicarla, comportamientos impropios de una directora.

Intento dormir, pero mi mente solo da vueltas. Siento que no estoy listo para dormir, mi cerebro no quiere descansar todavía, se siente muy abarrotado de información y emociones.

Las ultimas semanas me han generado mas ansiedad de la que crei que podria albergar en mi cuerpo,no estoy seguro si lo que hicimos hoy es correcto, en el aspecto legal ya tendriamos una multa, pero en ese caso la directora ya tendria un proceso por corrupcion, si no lo tiene aun. Empiezo a sentir miedo por este descubirmiento,se siente más grande que yo, o exactamente igual. Este ha sido mi hogar desde que tengo memoria. Obviamente, nunca deseé que mi padre tomara la decisión de dejarme aquí, como un estorbo para el, pero nunca lo consideré algo tan terrible. Pero todas esas cosas extrañas solo dan indicios de que este lugar no es lo que prometieron a nuestros padres.

¿Por qué tanta necesidad de control, una extraña obsesión con mantenernos en silencio? No es como si relatáramos cosas horribles en las cartas. Tal vez quiere tapar el hecho de las fiestas clandestinas, pero no se siente como algo demasiado importante para ocultar. Tal vez no se trata de ocultar algo a ellos, sino a nosotros.

Mi mente no está contenta al traerme el pánico de este gran secreto. Tenía que traer a Ryan a colación, porque ese es su tema favorito. Recordar el pasado trajo gotas dulces y amargas a este té que me revuelve el estómago. Siento que estaba viviendo otra vida antes de recordar la que tenía antes y que prefiero olvidar. Tampoco estoy viviendo el infierno ahora. Tengo amigos, aspiraciones amorosas, tal vez una oportunidad y pasión en algo, aunque no sea un deporte rudo. Eso debería llenarme y puedo fingir que lo hace, no sé por cuánto tiempo. No siento que se trate de algo que falta, no una pieza externa. Tal vez en eso que deseo olvidar se va una parte de mí, una parte que también he olvidado ser y me gustaba. Ahora solo trato de imitar esa forma, pero es difícil cuando la recuerdas tan bien pero la replicas tan mal. Al final, todo esto son jaulas mentales que he creado. Todo lo que soy lo he causado yo mismo, y todo lo que seré, al final, solo termino desperdiciando mi potencial y lo que pude haber sido.

Soy mi propia excusa para no hacer nada significativo.Pero ahora estoy buscando mas excusas turbias para no encanrgarme de mis propios asuntos.

Siento picazón en el ojo. De alguna manera se ha metido una razón en el ojo para lavarlo de adentro hacia afuera, pero es algo que no me gusta permitirme sin razón. O tal vez tengo razones que no deseo comprender ni escuchar. A veces escucharme a mí mismo se siente demasiado ruidoso, entonces me callo. La voz de mi padre resuena en mi cabeza: "Los hombres no lloran, Kenneth. ¿Cuándo te convertirás en uno?"Hago una mueca de desagrado involuntaria apenas su voz se cuela en mi mente.

Me pregunto por qué su voz no puede callarse¿por qué se la pasa controlando mi cabeza cuando ni siquiera está conmigo?Me gustaría decirle que nunca seré el hombre que desea, que siempre seré un chico débil que siente ganas de llorar por todo y por nada, que aparento ser sereno y rígido, pero solo estoy protegiendo mi biblioteca de bombardeos nucleares.

Me gustaría poder olvidarme de todo lo que me atormenta.

A veces siento que la lluvia llora por mí en momentos difíciles. La lluvia está ahí y se lleva todo lo que duele. Tal vez no es un consuelo, es una advertencia.

En algún momento muy cerca de la medianoche, logro conciliar el sueño, y las campanas resuenan estrepitosamente, como si estuvieran sacudiendo la tierra. Se siente como un terremoto, tal vez lo es, o es solo mi imaginacion.

✩✩✩

Trato de concentrarme en mis clases, pero me resulta casi imposible. La señora Roxell se ha enterado de que estoy dentro de la competencia de alguna manera. Supongo que la directora le informó, lo que me parece innecesario a pesar del cariño que conservo hacia ella. Sin embargo, ella es también mi docente de dibujo y tal vez la más cercana a mí.

—Ken, ¿qué has pensado hacer para artes en la competencia? —pregunta limpiándose las manos manchadas de carboncillo en el delantal.

—No lo he pensado con detenimiento —respondo vagamente.

—Parece que andas en otro planeta. Te he estado observando sacarle punta a ese lápiz por 5 minutos —comenta con una risilla.

Miro el lápiz reducido a la mitad en mis manos. En serio tengo la cabeza en otra parte.

—Señora Roxell, ¿hace cuánto que trabaja aquí? —pregunto.

—Mmmm... toda mi vida podría decir —acompaña sus palabras con una mueca risueña.