Destino encantado

Alianza

BARBIE.

Aprecio mucho a Ken, pero siento que no soy yo quien debería hacerle darse cuenta de los sentimientos de Ryan por él. Me pregunto cómo no lo nota; es muy evidente. El hecho de que haya corrido hasta aquí a socorrerlo cuando estaba enfermo es solo una prueba entre muchas. Me pregunto cómo es posible que no lo vea. Tal vez piensa que él y Ryan son demasiado diferentes. Tal vez cree que no es posible que Ryan se fije en él.

Pienso en la razón por la que Raquelle podría querer frenar los sentimientos de su hermano. No creo que sea homofóbica, ¿o sí? Suena absurda esa posibilidad después de lo que pasó entre las dos la otra noche. Me pregunto cuál es la verdadera razón de la reticencia de Raquelle hacia Ken, pero no menciono nada en la conversación porque no quiero herirlo.

Me pregunto qué siente Ken. Me pregunto si sabe lo que siente, es amable y noble, estar cerca inspira calma, pero siento que por dentro es un torbellino.

El fin de semana me la he pasado durmiendo y practicando un par de veces en el piano. Me encuentro con Ken ocasionalmente en el templete para despejar mi mente. Teresa se une a nosotros algunas veces, aunque sigue molesta porque la dejamos en la fiesta.

<<—Parecías estarte divirtiendo —dijo Ken.

—¡Claro que sí! Les gané ocho veces a esos tontos. ¡Adivinen a quién le van a invitar el almuerzo en la cafetería durante todo un mes! —respondió Teresa, con una sonrisa de victoria.

Después, fingiendo estar afligida, agregó:

—Pero aun así, debieron avisarme. >>

Eso me hizo reír. Todavía me hace reír.

cuando ya he sobrepensado todo lo que ha sucedido este fin de semana, aun no logro digestionar lo que siento, lo que otros sienten, es como una mezcla que ha dañado la batidora, nada logra distingirse con claridad y nada esta completo, solo trozos dispersos de informacion. Ken toca la puerta de mi cuarto mientras termino de prepararme,me dedica una sonrisa nerviosa, como si estuvieramos a punto de cometer un robo. Lo saludo y tomo su brazo, enrollándolo con el mío. Las personas en el pasillo nos miran con sorpresa.

Llegamos al comedor y nos sentamos en la mesa del centro. Ken me ayuda a llevar mi bandeja y saca la silla para mí. Durante el desayuno, me da pequeños bocados con su tenedor, y yo hago lo mismo con el mío. Las personas a nuestro alrededor abandonan poco a poco sus temnas banales para concentrarse en nuestra interaccion aun mas banal.

Algunas personas curiosas se acercan a nosotros para intentar entablar alguna conversación absurda. algunas chicas me miran de manera afilada pero amigable,mientras los chicos del equipo de Rugby se rien mientras pasan junto a Ken, puedo notar su expresion crisparse al escuchar sus voces, he visto como evita toparse con ellos tanto como es posible.El más valiente de todos se acerca a saludar de un golpe en el hombro a Ken y lanza la pregunta.

—¿Ustedes están saliendo? —pregunta con una expresion burlona.

—¿Somos demasiado obvios? —respondo.

—¡Sí! —responden algunas personas.

—¿Hace cuánto están saliendo? ¿No estabas con Ryan hace unas semanas? —pregunta alguien más cercano a la mesa.

Ken aun luce incomodo pero puedo ver como se recompone rapidamente.

—Empezamos a salir desde el viernes. Cuando vi a Barbie tan reluciente en esa fiesta, sentí que quería que fuera mi novia —dice con dulzura.

Le estrecho la mano, y la multitud nos mira con intensidad.

—Y han sido los mejores tres días de mi vida —agrego.

Ambos hacemos un esfuerzo sobrehumano para no echarnos a reír.

Personas que jamas habian hablado conmigo ahora parecen demasiado interesadas en mi vida.Una figura esbelta aparece entre la multitud cuando el almuerzo esta a punto de terminar, no trae una bandeja, porque no ha venido a comer.

No puedo evitar pedirle disculpas en mi mente.

Ken parece aprovechar el momento para un desquite.

—Raquelle, tu fiesta estuvo increíble. Me la pasé muy bien, y gracias a ti ahora puedo estar junto a la chica que me gusta —menciona, sujetando mi mano.

Raquelle hace una expresión de sorpresa.

Siento que estamos sobreactuando demasiado. Incluso si esta multitud nos cree,es imposible que ella lo haga, es muy inteligente para siquiera creer algo tan tonto.

Pero lo hace.Y eso resulta decepcionante.

—Me alegro mucho por ustedes, y me alegra mucho que nuestras fiestas unan parejas tan maravillosas —menciona con una sonrisa simple,como una linea.

—¿Qué haces aquí? —pregunto, notando que su presencia a esta hora en este lugar es un evento extraño.

—Ah... yo venía a... desayunar —responde.

No puedo creerle, nisuqiera debio pasar por la barra.

—Pero creo que hoy no se me antoja el menú. Nos vemos en clase —Nisiquiera estamos en las mismas clases.

Ken y yo nos miramos incrédulos.

El resto de la mañana la pasamos juntos. Asistimos a las clases juntos, aunque no tengamos el mismo horario. Incluso lo acompaño a su clase de dibujo, donde conozco a la señora Roxell, quien me mira de manera extraña. Intento seguir las recomendaciones que da y copiar la postura de la mano de Ken.

La señora Roxell me mira y luego a Ken. Se acerca a él y charlan por un rato, puedo sentir que se llevan bastante bien, pero no puedo verlo porque su cuerpo bloquea mi vista.

Cuando termina la clase, nos dirigimos a la cafetería para almorzar, donde Teresa está pensativa en la fila.

—No estoy segura de si quiero helado de chocolate o de menta —menciona.

—¿Vas a almorzar helado? —pregunta Ken.

—¡No! Es mi postre —explica emocionada—. Quiero tres de menta, por favor.

Nos dirigimos al templete, y Teresa comparte todo su tesoro con nosotros. Tiene un gusto interesante en la comida.

—¿Quieres que cambiemos? —sugiero, mirando su pastel de pollo.

—¿Cómo sabes que no me gusta? —pregunta Ken.



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En el texto hay: romance, boyslove, girlslove

Editado: 18.11.2024

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