Destino encantado

Campo de lavanda

KEN.

Las pesadillas se vuelven cada vez más recurrentes. Me pregunto si esto es una señal de que mi propia mente también me odia.

La mayoría de las veces son sobre el hombre que me ha cuidado desde que era niño y que me ha amado la mitad de mi vida. Y otras veces son sobre el chico al que he... la otra mitad de mi vida.Algunos sueños inquietantes sobre eventos que se sienten familiares, pero nunca he vivido.

Trato de sobrellevar las cosas de la mejor manera posible. Fingir que salgo con Barbie es divertido. Ninguno de nosotros ha salido con alguien antes, así que seguramente nuestras actuaciones son pésimas, aunque creíbles para la mayoría. Basta con tomarnos de la mano y llevar su mochila para que todos se crean el cuento.

Es sencillo, a los chicos parecezco agradarles mas ahora que estoy con ella, hacen gestos de aprobacion que no me importan demasiado, pero un poco si.es como si estuviera haciendo algo bien por primera vez.Como si no fuera irremediable despues de todo.

Mientras me arreglo para las clases, mi mente sigue dándole vueltas a lo que pasó anoche. No puedo evitar pensar en lo que intenté hacer en la sala de música. Ni siquiera yo mismo entiendo mis intenciones, solo sé que estaba molesto. Me hace sentir como un perdedor, siempre.

¿Por qué Barbie lo defiende? Sé que tarde o temprano ella se va a enterar. No me importa cómo reaccione. Solo quería sentir que estaba haciendo algo mejor que él, y eso era completamente estúpido.

La señora Roxell no cree en nuestra mentira. No estaba contenta.

<<"Ken, ¿esa jovencita es tu novia?", me preguntó.

Sí, señora Roxell. Empezamos a salir la semana pasada, respondí.

Mmmm... A mí no me engañas, muchachito. Así no se mira a alguien que te gusta.

Apenas nos estamos conociendo, pero en serio...

Sentí que no podía mentirle a la señora Roxell, con quien tengo mejor relación que con mi propia madre.

"Soy vieja, pero no me falla la memoria. He visto tus ojos llenos de anhelo, Ken. No ahora, no en este momento. Hace mucho tiempo, los veía muy frecuentemente en esta misma clase, años atrás cuando..."

Necesito terminar mi dibujo, señora Roxell, por favor, la interrumpí.>>

Ella siempre ha sido muy amable conmigo. Su taller ha sido mi refugio en los peores momentos. Desde que llegué aquí, me ha tratado con comprensión y me ha motivado a seguir con mis proyectos. Ha sido leal conmigo, no merece que la engañe.

Y técnicamente no lo hago. Ella es demasiado astuta para creer en nuestro ridículo montaje, y eso me consuela un poco.

Me encuentro con Barbie en la cafetería. Hoy, el desayuno no es de mi agrado. Tomo su mano como parte de nuestro número habitual y nos dirigimos a una mesa para tomar café.

No hemos descubierto nada aún, pero siento que eso va a pasar pronto.

Ryan se aproxima y, de inmediato, siento el impulso de soltar la mano de Barbie. No entiendo por qué. Uso la mano que sujetaba la suya para tomar mi vaso de café.

—¿Hoy a la 1, Kenny? —pregunta, palmeándome el hombro.

—¿De qué hablas? —respondo.

—¿No me habías dicho que querías pintarme desnudo junto al lago? ¿Cambiaste de opinión? —bromea.

Barbie suelta una carcajada y siento cómo mis mejillas se enrojecen.

—¿Qué? ¡Yo nunca dije eso! —trato de explicarme.

Esto solo hace que Barbie se ría más, lo que provoca que la sonrisa de Ryan se amplíe.

—A la 1, pero nada de desnudos. Trae algo que combine con el paisaje —argumento.

—Siempre es una opción—continúa bromeando.

Y realmente deseo decirle algo que lo haga correr, pero me contengo, intentando alejar los pensamientos extraños que vienen a mi mente con su sugerencia.

Barbie me mira burlonamente mientras Ryan se aleja, seguido de su séquito. Parecen sus guardaespaldas.

—Tu querida novia está fuera de esto —sentencia Barbie.

—¿Me vas a dejar solo con él? ¡Qué mala novia!

—Ni que te fuera a... bueno, quién sabe, pero mi respuesta sigue siendo no. Me sentiría como la tercera rueda.

—Podemos ser un triciclo. ¿Me vas a dejar solo con ese chiflado egocéntrico? —le reclamo.

Barbie asiente con una sonrisa.

—Si necesitas ayuda, solo silba. Iré a socorrerte —bromea.

—No sé silbar —confieso.

—Yo tampoco —admite con una sonrisa.

Me cruzo de brazos. Siento que esto va a acabar mal si me quedo solo con él. No es como si no hubiera estado con él antes, pero siempre termina mal. No sé si podré soportarlo esta vez. Si me cabrea, voy a tener que darle una patada en la entrepierna.

Las clases pasan volando, contrario a lo que quiero. Hago todas las preguntas posibles para retrasar el final, pero solo consigo molestar a los demás estudiantes. No me importa. No quiero que la clase termine.

Almuerzo con Barbie de nuevo. Teresa no pudo unirse a nosotros por alguna razón misteriosa. La gente sigue rondándonos, haciendo preguntas incómodas. Respondemos de la manera más tonta posible y ellos parecen felices con nuestras respuestas.

Después, Barbie me abandona a mi suerte.

Ryan esta sentado en la banca cerca al salida del eidifico.Está vestido como una estrella del pop, con una camisa de seda lila que resalta la palidez de su piel. Sus pestañas parecen más largas, y siento que su cabello ha crecido en las últimas horas.

Me molesta que sea tan malditamente guapo.

Nos dirigimos al invernadero. Es el mejor lugar para usar de fondo. Busco una flor que combine con los colores de Ryan, pero todas le quedan igual de bien.

Siento su mirada clavada en mí, como si quisiera hacerme un hueco en la cabeza.

—¿Por qué me escogiste como modelo? —pregunta por fin.

—Porque eres guapo y seguramente, si ven tu cara en mi pintura, ganaré por popularidad —respondo sin cuidado mientras examino los tulipanes.

—¿Piensas que soy guapo?

No le contesto.



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En el texto hay: romance, boyslove, girlslove

Editado: 18.11.2024

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