La primera vez

⚠️ Advertencia : Lo que estás a punto de leer contiene altas concentraciones de romance, miradas que derriten, confesiones largamente esperadas y una buena dosis de ternura desbordada. Si eres sensible a los excesos de cariño, procede con precaución (:

KEN

Organizo los botones del traje y trato de no arruinar el perfecto planchado de Teresa. Pongo la capa con cuidado y la abrocho lo suficientemente bajo para no arrastrarla por el suelo. Doblo el cuello y tengo el impulso de desorganizarme el cabello, pero recuerdo lo molesta que estaba Teresa cuando arruiné su cepillado. Lo dejo tal y como está:con demasiada forma.

El último toque es ponerme los pendientes, un pequeño regalo-préstamo de Teresa, porque sé que no me dejará devolvérselos después. Su color verdoso me deja encantado, y aún más cuando me confesó que son esmeraldas de verdad. Aunque me rehusé a usarlos, no pude ganarle.

Me siento algo avergonzado de llevar tantas cosas encima, tal vez luzco algo ridículo, aunque Teresa me aseguró que no, pero sé que es porque nunca usaría esa palabra para describir a alguien más. Últimamente me importa la opinión de otras personas, en especial de una. No sé si eso es correcto. Ryan no quiso revelarme su disfraz porque asegura que es extremadamente aburrido y común. En su lugar, disfruta de seguirme con los ojos a todos lados y tomar mi mano en los momentos más inesperados.Creo que aún no me acostumbro a eso. ¿Debería? Me pone nervioso, pero el tipo de nervios que te hacen reir.

No es como que estemos saliendo o algo así. Tampoco sé cómo funciona eso. Creo que las pedidas formales pasaron de moda hace años. ¿Eso significa que estamos saliendo? Tal vez "salir" pasó de moda también. Gustarse no significa que la gente sí o sí tenga que salir. Me preocupa malinterpretar la situación después de haber malinterpretado todo, todos estos años, así que trato de no hacer conjeturas.

Si Ryan quisiera salir conmigo, ¿no me lo habría dicho ya?

No pienses tanto las cosas Kenneth.

Bajo por las escaleras tratando de no pisar mi capa y caerme de bruces. El camino se encuentra iluminado hacia el castillo.Unos pocos camina hacia el castillo junto a mi, porque la mayoría ya está en la fiesta. La decoración es linda y la señora Roxell hizo un excelente trabajo. Algunas personas se amontonan en el centro de los marcos decorativos mientras alguien pasa tomando fotos a cada uno. La luz del pasillo es cálida, pero al entrar al salón una gran bola disco da vida al lugar reflejando luces de colores. La música está a un nivel moderado, permitiendo que la gente pueda hablar sin tener que rasgarse la garganta. Camino por el salón reconociendo disfraces divertidos. Creo que todos quieren esos puntos extra.

Zanahoria, conejo, mariposa... y no estoy seguro si es una caja de jugo o un borrador, pero son curiosos. Me abro paso en la multitud y camino al lugar en el que yo estaría. Puedo ver a Teresa recostada en la pared con su traje de Spiderwoman junto a Barbie y Midge. Bingo.

Cuando por fin puedo salir de la masa de gente pegada en el centro, camino con más rapidez a la mesa. Sin embargo, siento un tirón en mi manga que me hace dar la vuelta.

—Esto explica muchas cosas —dice Ryan con su cara a centímetros de mí.

—¿Qué cosa? —cuestiono, mientras repaso su rostro que no tiene indicio de disfraz. Sin embargo, no soy capaz de bajar la mirada por la vergüenza que me provoca estar tan cerca entre tanta gente.

—Si eres un mago —dice con una sonrisa, mientras me percato de sus brazos a mi alrededor— eso solo puede significar que me pusiste un encantamiento —bromea.

Ay Dios.

Es ridiculo que me guste tanto.

—¿Debería enamorarme? —me burlo.

Me muestra sus brillantes dientes en una sonrisa.

—Y eso que no has escuchado los de piratas —menciona, ocasionando que baje la mirada para notar su camisa a pecho descubierto medieval y el mago de una daga atada a su cinturon.

—Tenías razón cuando dijiste que no era muy original. Creo que vi a toda tu tripulación en el pasillo —comento, pasando la mano por su cabello despeinado que lo hace verse aún más guapo de lo permitido.

—¿Entonces no te gusta? —cuestiona, y me es imposible negarlo cuando mi cuerpo se tensa cada vez que lo veo más detalladamente.

Finjo estarlo analizando. Mira hacia los costados como si tratara de asegurarse de que nadie nos escuche.

—¿Quieres saber algo? —pronuncia con una sonrisa sagaz, mientras se acerca más de lo que es admisible en público—. Te ves tan encantador que no puedo dejar de mirarte.

Siento cómo el rojo me sube hasta el rostro y tengo que apartar la mirada.

Entonces todas las miradas se sienten ligadas a nosotros.

—Creo que... las chicas nos están esperando —digo, distanciándome un poco.

Ryan me toma de la mano y nos guía entre la multitud a la mesa de bebidas. Siento que la vergüenza me consume y mantengo la cabeza gacha por temor a que alguien pueda distinguirme y fijarse en quién me acompaña.Me pregunto si no hay nada en este mundo que pueda avergonzar a Ryan Lee, siempre hace lo que quiere y no tiene miedo de lo que otros puedan hacer al respecto, no es ciego ante las miradas que nos rodean, pero parece que sus ojos eligen ignorarlos.

Pero los mios, al contrario, no pueden dejar de ir de un lado a otro.buscando que mirada indica mas indignacion o molestia, para memorizarla por el resto de la noche.

No mucha gente me reconoce aquí, pero Ryan es casi la celebridad del instituto. Si alguien esparciera rumores extraños de él ahora, creo que la pasaría muy mal, y yo, como una persona que conoce ese sentimiento, no deberia ser el causante del sufrimiento de otro.

Suelto su mano, para acomodar innecesariamente mi ropa de camino a la mesa.

—¡Dios mío, Kenneth Carson! ¿Dónde está el chico que venía disfrazado de policía? ¡Que arreste a este hombre por exceso de belleza! —se burla Teresa.