Una foto en el tiempo

RAQUELLE

Sabia lo que pasaria si tomaba demasiadas de esas pastillas, no soy tan tonta como para no saber el efecto que tendrian despues de tomarlas por tantos años,sabia que no seria capaz de enfrentar la cara de Ryan y eso fue lo mejor.

En retrospectiva, actue de manera ilógica y maniática. Hice cosas que no crei ser capaz de hacer, de una mala manera. Soy consciente de cada una de las personas que lastime, pero nunca lo vi como actos tan atroces; solo son pasos para llegar a una meta deseada. Nunca pense que estaba equivocada u obsesionada, hasta que vi a Barbie anoche. Como si fuera un reflejo de mí misma.

Su actitud me resulto inquietante, incluso cuando el libro hablo, parecio no importarle nada más que arreglar las cosas, pero no de una manera honesta. No con Ken. Sino como un atajo para obtener lo que quiere. Yo he actuado así por mucho tiempo, pero nunca me vi tanto hasta que la vi a ella.

Pero no me atreveria ni por un momento, a condenar sus acciones, creo que si Barbie enterrara un cuchillo en mi cuello, despues de todo lo que he hecho, no podria hacer mas que darle las gracias por terminar conmigo ella misma.

Pero Barbie parece lejos de rendirse; tal vez descubra quién es la primera Veladora y juntas solucionen las cosas, pero no necesito consultar el libro para saber que las cosas ya están lejos del control de cualquiera. Si lo descubre a tiempo... tal vez.

Tal vez algo sea diferente.

O tal vez exactamente igual.

Y sinceramente, ya no sé cuál es peor.

Si sigo aquí después de todo, ¿no será el destino igual de cruel y despiadado? ¿No esperará entonces que yo también sea como él? ¿Que vuelva a traicionar a Ryan, a Teresa... a Barbie? ¿No seguirá exigiendo mi extrema colaboración en su plan para destruir a Barbie y, junto a ella, a mí en el proceso?

Porque... ¿cómo espera que exista? ¿Que sobreviva, si ella no está aquí?

Siento que el peso de mil vidas cae sobre mí, como un puente de papel que debe soportar la caída de una montaña. Todos los errores que cometi en incontables repeticiones, de vidas de las que solo queda arrepentimiento... y de esta vida, donde sigo cometiendo los errores más tontos y egoístas.

Tal vez eso soy yo: un error que se repite sin cesar, que tropieza con la misma roca, una roca invisible que me hace arruinarme el rostro en la caída, para ser igual de desagradable que mi corazón.

Ni siquiera puedo disculparme por besarla sin su permiso. Soy una bestia sin sentido común, que se desquita con el mundo por sus autolesiones. No olvido darme un golpe en la cabeza por eso.

No quiero pasar mis últimos días con su odio hacia mí. Eso sería demasiado, incluso para un alma que ha soportado hasta la asfixia. Aunque, por lo menos, sería fiel al destino original. Por lo menos una cosa.

Ya ni siquiera sé qué soy capaz de soportar y qué no.

La primera vez que la directora me hablo de esto, pense que estaba loca. Luego pense que yo estaba loca. Pase por todas esas etapas de cuestionarme mi existencia. Era demasiado para esa época, incluso es demasiado ahora. Pero me senti útil, poderosa. Era inocente; en mi mente, era como un agente secreto en una misión secreta. No estaba tan lejos, pero resultó ser más un castigo que, sin saberlo, merezco.

La primera noche estuvo llena de pesadillas, o memorias. Cosas que he soñado antes pero que ahora son aún más nítidas: fragmentos de momentos que no recuerdo haber vivido realmente. No por lo menos en esta vida... pero posiblemente sí en las pasadas. Creo que es lamentable descubrirlo en una vida tan común. Era confiada, desafiante, y tenía que estancarme justo en esta vida donde no tengo ninguna cualidad.

Descubri la existencia de Barbie años antes de que llegara. No solo por mis memorias: la directora ha coleccionado los libros de cada una de las variantes en las que he estado.
Y no entiendo por qué. Considero que era una buena idea dejarme todos los ejemplares, pero insistió en que era una manera de que reconociera los errores pasados y encontrara la forma de hacer que las cosas funcionen esta vez.

Pero estaba muy equivocada. Lejos de verlo objetivamente, termino obsesionándome con esas historias. Sali atormentada, como si las estuviera viviendo todas a la vez.
Encontre en Barbie un ídolo y en mí misma un enemigo.

Cometi atrocidades en vidas pasadas; no es diferente esta vez. Parece que siempre estaré destinada a traicionar a los que quiero.

Tuve tanto miedo de decirle la verdad que mi corazón casi estalla. Si le pidiera perdón de rodillas, aun así, ni yo podría perdonarme.

Incluso Ryan me insistió en que la directora me estaba engañando, pero yo me creía muy astuta para eso. En realidad, era tonta. Influenciable.Mi debilidad me lleva a realizar actos de los que me arrepiento terriblemente en todas las vidas que he pasado. Tampoco creo que sea una justificación: los hice sin medir las consecuencias. No me di cuenta completamente de mi error hasta que la habitación estubo vacía y la taza de la cocina habia desaparecido.

Debí conformarme. Debí aceptar con una sonrisa lo que la vida me dio: un buen hermano. Aunque algunos tienen familias numerosas y completas, Ryan siempre ha sido lo que es: la energía y la luz que me motivan a seguir.Entonces, ¿por qué tenía que anhelar lo que la vida no me dio?Si no hay un padre en casa, ni un adulto al cual rendir favor y ser filial, ¿por qué esa pequeña y maldita mente de la Raquelle de hace cinco años necesitaba hallar calor donde solo había manipulación?

Porque, por más que intente justificar lo injustificable, hay una pequeña parte de mí que solo logra enfurecerme conmigo misma. Esa parte que anhelaba el amor y la atención de un adulto; alguien que pudiera sentirse orgulloso, que pudiera mirarme con algo de admiración.
Una autoridad que se preocupara por mí más allá de un contrato.

Debí saberlo.

Que no encontraría eso en una mujer como ella, que adormeció mis defensas con adulación y compasión.Solo quería que le mostrara mis miedos para sacarlos y exhibirlos al mundo.