-Sí, sí. Sí. Eduardo me estás escuchando te digo que todo paso bien. (un nuevo silencio por parte de Fabio quien por móvil escucha a su preocupado hermano por el negocio)
-Bueno, Eduardo si me dejaras salir del aeropuerto ya estaría en camino para platicártelo en vivo y no así por teléfono, te digo todo salió bien lo tenemos. (después de unas palabras de su hermano) - Porque me tienes aquí explicándote cada detalle en mitad del aeropuerto. (su hermano lo pregunta) - ¿Y como exactamente piensas que lo puedo hacer? En una mano tengo el móvil y te tengo que explicar todo con otra sostengo el portátil y no hay manera que puedo agarrar y la maleta.
Más palabras de Eduardo - Te olvidas de que no lleve el coche así que todavía debo encontrar y el trasporte y contigo bombardeándome con preguntas... (después de que palabra) - Bueno, ahora si cortamos estoy en el camino ten un poco de paciencia y te contaré en vivo todo con lujo de detalle. (saluda y cuelga)
Todavía con la mirada en el móvil alguien choco con Fabio lo que lo hizo moverse por adelante. Recuperando el equilibrio Fabio se da la vuelta y se encuentra con una joven.
-¿Menos un perdón no?
-Sí, estaría correcto.
Con risa de no puedo creer y pasando sé el dedo por el bajo de la nariz - Si usted ha chocado conmigo no yo con usted.
-Lo que no hubiera sucedido si usted no se consideraría el rey de mundo y estaría parado aquí (enseñando con las manos el piso) - en la mitad del aeropuerto.
-Lo que no hubiera sucedido si usted no llevaría puestas esas gafas de sol en un lugar cerrado (señala con el dedo las gafas).
-Perdón por querer regresar a casa con el estilo. (quitando las gafas, agarra de nuevo la maleta que por el choque dejo y se pone en el movimiento pasando por el lado izquierdo) - Estúpido.
Fabio ríe consciente que la hizo enojar y por la personalidad que lleva, viéndola marcharse - Loca. (agarra sus cosas y va hacia la salida)