Destino (familia O-R)

Confesión

Karla: Entregué los papeles para buscar los permisos. Solo para que lo sepas.

Eduardo: Gracias por el aviso.

Eduardo: ¿Que ahora has pasado a las chicas??

Karla: ¿Qué???

Karla: Le debo recordar, señor que usted no es nadie en mi vida al que tengo que rendir cuentas.

Eduardo: Sí, tienes razón. Perdón, no son mis asuntos, nada más me preguntaba.

Eduardo: Y por favor me puedes hablar de TÚ, en fin vamos a tener que comunicarnos por meses, de verdad me es raro sabiendo que no nos habíamos conocido apenas.

Karla: Perdón, señor, pero el hecho de lo que compartimos en el pasado no nos hace hoy nada más de lo que somos unidos por un trabajo.

A ese mensaje Eduardo no responde porque no tiene que. Exhala un aire frustrado, pone el puño a la frente.

-Difícil. Lo único que van a ser los próximos meses.

 

-¿Fabio, podemos hablar? (Pregunta Eduardo entrando en el despacho de la casa)

-Si, por supuesto dame un minuto. Por tu cara debe ser algo muy serio ¿Qué pasa? (Arreglando los papeles en los que estaba trabajando para dedicarle el tiempo)

-Se trata de la arquitecta que acepte para qué construye la casa de lago.

-A sí. ¿Que es muy guapa? (Cambiando la postura en la silla y levantando - bajando las cejas en el modo divertido haciendo la pregunta)

-Cuando sepas de quién se trata (murmura Eduardo pasando sé el dedo debajo de la nariz).

Reacción que hizo que Fabio frunciera el ceño - ¿Qué pasa ya me haces preocupar?, ¿Qué ha decidido de dejar el trabajo o que?

-No.

-¿Entonces?

-¡Es Karla!

Palideciendo - ¿Qué es Karla? (Paso saliva antes de decir su nombre)

-La arquitecta. La que hizo los diseños, la que va a construir la casa. La ha escogido la dueña y yo acepté. (Por el silencio en cuál los dejo el choque de Fabio, Eduardo sigue) - Ella me pregunta si quiero que haga el cambio, yo dije que no. Lo consideré la mejor manera para hacernos perdonar. Sé que ahora estás enojado, pero cuando lo procesas vas a ver que (nervioso por el silencio y la mirada de su hermano Eduardo va de arriba abajo por el despacho, no consigue terminar la oración porque Fabio estalla).

-¿Qué? ¿Voy a ver que? Que has contratado a una asesina para que construyera la casa que tiene que ser santa en memoria de mama, para que sigua manchando nuestras vidas ¿no crees que hizo suficiente daño? 

-No puedes echarla toda la culpa a ella nosotros también la tenemos. 

-No empieces de nuevo con eso, ella es la única culpable si nunca se hubiera aparecido nada hubiera sucedido. 

-¿Y nosotros? De verdad me vas a decir Fabio que no te hizo sentir culpable papá con sus miradas de dolor, reproche, con su silencio, con su asolamiento. ¡Ya no recuerdo ni su tono de voz porque no nos habló! 

-Y la culpable es ella (contesta Fabio con el dedo en dirección a Eduardo ya parado).

-¡No! Los culpables somos nosotros que la echamos ella solo cumplió con nuestro deseo. 

-¡Y lo mato!! (de las palabras sale solo la rabia que se reflexiona en su cara) 

-No lo hizo sola. Porque más que la tristeza que se cargaba papá estaba y enfermo y el estado en que lo trajimos los 3 solamente acelero el proceso. 

-La estás defendiendo ¿que ahora estas en su parte? 

-No estoy en parte de nadie, pero ya no puedo ni cargar con esta culpa que y sueño me quita. Fabio esas pocas miradas que nos dedicó desde que Karla lo rechazo se me han grabado en la memoria y me persigue en el sueño lo único que quiero es que me perdone y que mejor que darle a ella construir algo en su homenaje. 

-Es en el homenaje a nuestros padres. ¡Nuestros padres! 

-¡Lo sé! Lo sé así como y que ella siempre fue respetable hacia mama. Si te han encantado los diseños, de verdad lo ha logrado, ha trasmitido todo lo que amaron los 2 en esa casa. Por favor velo.

-No tengo nada que ver más de que me has traicionado por tu conciencia. (con esas palabras Fabio abandona el despacho y Eduardo en él) 

Enserado en su cuarto mirando por la ventana, manos en las caderas y pura rabia en la cara - Karla. Tuviste que volver.

 

 

-¿Te puedo preguntar algo? (sentadas en la cama de Karla, Valeria le hace curiosa la pregunta)

Al ver que su hermana está dispuesta a contestarle Valeria se pone triste y un poco nerviosa - Es... que no es mi intención llamar los fantasmas, sin embargo...

-No te preocupes, pregunta Val (contesta Karla regalándole una sonrisa).

-¿Te duele? (sabiendo a qué se refiere Karla le contesta mirándola por el espejo, sentada frente su tocador) 

-Cada herida deja su cicatriz para el recuerdo. 

-Pero lo llevas muy bien, lo sabes (dándole una media sonrisa con la cabeza abajo y jugueteando con la almohada sobre su regazo).

-Por fuera y por dentro, pero eso no quita que siempre dolerá y lo recordaré lo mismo que el bebé puede que estando con papas recupere las fuerzas, no obstante me quedé sin valentía.

-¿Cómo te sentiste cuando te enteraste qué ha muerto? (Viendo la cara helada de su hermana en el espejo) - Quiero decir (no logrando terminar porque Karla la interrumpe).

-Sé lo que quieres decir. (Exhalando el aire baja la cabeza para cuando de nuevo la levanta mira sus ojos en el espejo. Ojos llenos de sentimiento) - Me sentí así que mamá y papá me mandaron con el primer vuela a ti. (Viniendo a sentarse junto a Valeria, Karla prosigue) - Me enteré por el periódico, lo que dolió más, ni en ese momento ellos tuvieron la consideración conmigo. (toda afectada como si lo viviera de nuevo solo que esta vez con más fuerza) - Fue muy doloroso saber que ahora si todo termino. A pesar de que sabes que ese momento llegara cuando sucede no disminuye el dolor si hubiera estado con él puede ser, sin embargo, así (encogiendo sé de hombros).

Viendo que no pondrá la última palabra Valeria lo hace - no fue.

-Nunca fui a su tumba, ¿lo sabes? (Mirando a la cara su hermana) - Sé dónde está, sin embargo, no puedo acercarme. Me siento culpable de que se fue así.




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