Nerviosa Karla está entrando en el restaurante donde quedó con Eduardo. Lo primero que hace es ordenar frente un mesero en mismo tiempo se está quitando la chaqueta. - Un café Viennois. (dándose cuenta de las caras a Karla le es obvio su error) - Perdón, no lo tienen ¿qué no? (apenada se pone la mano en la frente con el codo en la mesa) - Me confundí, un latte gracias. (viéndolo asentir e irse) - Sigo estando con Valeria, ella adora esos fancy coffee shops.
-¿Entonces viven high life?
-No lo llamaría high, pero con Valeria Rana nada puede ser insignificante. No sé si lo recuerdas cuando les hable de que estaba fuera, eso solo la empeoró. Desde joven sabía que quería, así que se fue a Europa y lo demás creo que sabes cómo se fue construyendo.
-Sí, pienso que puedo hacerme una imagen. Cuando ya comenzaste nombrar el pasado sé que hemos dicho que no lo invocaríamos, sin embargo, te tengo una pregunta y lo entiendo si no quieres hablar, responder (poniendo sé visiblemente nervioso y con la mano en el cuello).
-No te preocupes, pregunta. En fin, ahí segura a pesar de que la ignoremos.
-¿Hace... estado en...? Eso es una estupidez. (Sigue en la misma posición)
-Sigue, no importa.
-Quise preguntar ¿Si has seguido después de ya sabes?, han pasado años no sé ni como se me ocurrió, ¿seguro que lo has hecho? (Al escuchar la pregunta Karla queda con la taza cerca de la boca y mirándolo)
Bajando la taza y tomando aire - Está bien, no es una pregunta común llegando de una persona cercana a él. Necesitaba un tiempo, solo con los míos no fue fácil así que la primera tuve estando con Valeria en realidad, ella lo planeó, no obstante todas eran pasajeras todavía no pude adentrarme en algo... duradero.
-Comprensible. En fin lo que hicimos no fue algo fácil de olvidar. Tengo que cumplimentar te por eso que yo en tu lugar no duraría ni un día.
-Ahora sí. Creo que exageras.
-No. (Negando y con la cabeza) Es en serio, no soy el que lucha por eso Fabio es la cabeza de la empresa. Supongo que yo esa raya herede de mama y papá lo sabía por eso nos y puso así en la empresa.
-Hoy no fui a lago, no obstante hablé con el encargado: han puesto la chimenea y me dijo que solamente faltan los muebles.
-A sí. Hablaré con Fabio y veremos. (Viendo que Karla ríe) - ¿Qué, porque ríes?
-No poder dejar de reír con la mano en la boca - Fabio y compras. Te lo puedes imaginar a Fabio haciendo requisitos de muebles.
Comenzado a reír por lo chistoso - Si, no me lo pensé, sería muy, pero muy.
-Si (no pueden dejar de reír).
Tiempo después
-Hola, Fabio. (Karla saluda a Fabio quien apenas entro en el restaurante y se acercó a la mesa)
-Hola (como siempre irritado por saberla en sus vidas, Fabio con las manos en los bolsillos apenas presta atención a Karla, dedicándole toda a su hermano).
-Bueno, yo me voy. Val está cerca así que mejor no le impondré mi presencia.
-Nos hablamos para las compras.
-Sí.
Al salir del restaurante Karla se encuentra con Valeria. Así solo unos pasos de distancia separa a Fabio y a Valeria de volver a encontrarse, solo que ninguno mira hacia el otro.
-¿Qué, nos vamos?
-Si, aquí no tenemos que hacer.
-A sí, ¿supongo que eso quiere decir que no quieres hablar del susodicho?
-Valeria, ya basta ¿quieres? No pasa nada y no siento nada, ¿de cuál modo quieres que te lo explico, en otro idioma?
Valeria únicamente levanta las manos en rendición y comienza a caminar.
-¿De qué compra hablaron?
-La casa está terminada, ahora la necesitamos amueblar.
-A, ¿y por qué lo tienes que hablar con ella? No me piensas decir que ella los escogerá eso no pienso permitir, tengo suficiente con saber qué es la autora.
-No, lo hablaremos nosotros y después le avisaré a ella lo que decidimos.
-Muy bien. ¿Comenzamos?
Encogiendo sé dé hombros - Como quieres.