-¿Por qué yo tengo que hacer esto? (Pregunta Fabio exhalando el aire de desgana y aburrimiento por andar mirando con Eduardo los muebles para la casa de lago)
-¿Y quién debería?, si tú también vas a estar en ella.
-Si, pero yo. ¿Qué yo sé dé esto? (Levantando y tirando una almohada decorativa)
-Has dicho que no quieres que lo haga Karla, ¿Qué quieres que contratamos y una diseñadora?
-Estaría más fácil si hubiera estado Tea aquí.
Sentado en una cama con la mirada perdida Eduardo contesta - Sí. Solo que contigo tengo suficiente, no necesito una versión más de ti.
Ignorando su comentario Fabio prosigue - ¿Cuánto más, que todavía debemos ver?
Sacando el papel con lo que necesitan Eduardo le lea lo que falta y así siguen buscando.
-¿Puedo, vengó en paz? (Abriendo la puerta de la habitación de Karla)
-¿Qué quieres? (Ya un poco irritada de sus ataques)
-Estaba pensando en salir esta noche, ¿vienes?
-Valeria, no tengo ganas, por favor no insistes.
-Pero Karla, que mal hubiera sido salir juntas ya tiempo no lo hacemos.
-No Valeria, no tengo ganas y deja de arrastrarme (al ver que no puede convencer su hermana de salir la agarra de la mano y tira).
Hasta que no lo logra y convence a Karla a vestirse.
Entrando en el club lleno de músicas Valeria conduce a Karla hacia un grupo de personas.
-Tavo.
-Hola, hermosa. (al decir su nombre él se voltea y al saludarla, la abrasa)
-Qué te presento a mi hermana Karla, Octavio (moviendo la mano de una persona a la otra) - a Octavio lo conocí en la oficina, Karla.
-Mucho gusto.
-Mío también.
Valeria hizo todo en su poder para que el tiempo que pasaron en el club Karla y Octavio lo pasen juntos y así fue platicaron y tomaron sus bebidas, echándole el ojo toda la noche y una sonrisa al ver que están entretenidos.
Ya por la mañana Karla y Valeria se encuentran en el gimnasio.
-¿Y como fue con Tavo anoche? (Pregunta Valeria mientras corren en cintas de correr)
Karla le hace una mirada con los ojos - ¿De verdad Val? Estabas ahí, fue bien, sin embargo, sabes que no busco una relación y menos algo serio, lo que es obvio que si es cosa de Octavio.
Dejando la cinta Karla va por el gimnasio topando sé con Eduardo, los 2 al verse quedan paralizados.
-Hola. (Karla habla primera)
-Buenos días.
Como no tienen ningún otro contacto más que profesional y hablaron solo cuando la casa está como tema principal ahora no saben que.
-Buenoo... Nos hablamos (tocando la tapa de la botella).
-Sí. Aaaa, yo y Fabio fuimos ver los muebles.
-A sí y ¿cómo fue?
-Hablando que no somos profesionales tendrás que juzgar por tu misma, el día que quedamos.
-Tan espantoso, okay cuando lo veo lo comento ahora solamente quiero sacar el alcohol. Nos vemos. (alejando sé del lugar del encuentro)
Días después
Karla está escondiendo la risa mientras mira lo que los chicos han escogido por unas fotos en la tableta y a cada rato alza la mirada hacia Eduardo quien está parado de alado.
-¿Qué tan mal? (Ya harto que esa sea su única respuesta)
Aclarando la voz, Karla responde - No, únicamente no creo que eso todo junto va a combinar bien, en una habitación.
-Bueno, ¿Qué quieres? Nosotros hicimos lo mejor que pudimos, no somos expertos.
-Si, lo veo no les va para nada (escondiendo la risa, agrega palmándole el hombro) - quedan ustedes con sus números.
Decepcionado - ¿Y ahora que vamos a hacer? Tú no lo puedes decorar o Fabio se volverá loco.
-Lo que ya está (disimulando y no en alta voz lo interrumpe Karla).
-Y la que pudiera saber algo de estas cosas es Tea que obviamente... (Eduardo no termina de decirlo si no exhala el aire)
-¿Ella todavía no...? (Comenzó preguntar Karla solo que no lo termina viendo de Eduardo niega ya con la cabeza) - Lo siento.
-No es tu culpa y lo sabes.
-Si y exactamente por esa razón yo me fui para que eso no sucede y con ustedes. Unas cosas siempre tuve que tenerlas claras para qué puede funcionar y esa fue el límite porque sabía que él no me hubiera lastimado, no obstante si el amor de su vida regresa sin duda él hubiera regresado con ella.
-¿Cómo has podido vivir así? Saber que no te ama suficiente.
-Sabía y cuánto tiempo le queda, sin embargo, eso no disminuye el dolor de su partida. (contesta Karla levantando sé y abrazándose con las manos, alejándose de Eduardo)
-Por favor no vayas ahí, hemos dicho que no hablaremos del pasado que únicamente culpa traje.
-Si, tienes razón perdón (contesta volteándose Karla y repasando con el dedo los ángulos de los ojos). - Solo está, cada vez cuando hablo de la gran mujer, me daban ganas de conocerla.