Al tener el día libre Karla lo decide usar alejándose de todos, vistiendo ropa deportiva sale de la casa con lo más necesario y maneja lejos.
Así se adentra en el bosque donde hay una ruina de piedras, un lugar solitario, que le va a permitir pensar...
En la oficina, sin embargo, Fabio busca ideas en Eduardo - ¿Anda, dime cómo convencerla ahora que la casa está terminada de venir?
-¿Qué quieres que te diga, Fabio? Si todo este tiempo no lo logramos ahora menos ni hablar lo quiero. (la fría reacción de Eduardo enoja a Fabio que ya no dice nada)
Pasando por el paisaje la mente de Karla está enfocada en su entorno. Cuando llegó al final se sentó y al quedarse mirando el paisaje comenzó a pensar y lo puso en el papel el único lugar donde es capas de decir lo que no es capas a decirle a una persona:
Este paisaje me describe bien. Viva como está hierba verde y destruida como estas ruinas, todo lo que me hicieron me dejó así a mitad - quiero vivir solo que estos sentimientos no son los que puedo.
Has tenido razón Neren, tus hijos están buenos, pero las circunstancias han dado notar que no para mí o es que exclusivamente nunca aceptan verte con alguien más.
Debo reprimir lo que siento, esto no puede salir a flote, no puede convertirse en realidad o todo arderá en llamas. ¿Cómo es posible que esto nació, cuando que ni cuenta me di? Lo bueno es saber que puedo sentir solamente no con ¡él!
Día siguiente
-Hola. (contesta Karla a su celular mientras mira la gama de los muebles) - Exactamente en estos momentos estoy mirando lo que hay fuera. (Riendo) - Bueno, no estoy muy segura creo que tendremos que contratar algún. (Después de escuchar sus palabras Karla habla) - No es que yo esto no puedo, es que lo herede de mi mamá que es una fanática en el shopping. Supongo que las 3 estamos adictas a las compras y de verdad no quisiera llevarlos en bancarrota (contesta Karla sentando sé en un sofá de la tienda). - Si no me crees te presento a mi papá y lo puedes preguntar a ver si entonces vas a creer. A, sí (el rostro de Karla irradia una sonrisa y sus ojos brillan a las palabras de Eduardo).
-Ahora cuando pienso tengo una conocida que es diseñadora de interiores ¿podría llamarla, quieres? (Pregunta Karla) - Te llamo después de ver que me dice. Okay.
Esa misma noche Karla avisa a Eduardo que se encontraran, la razón por la cual ahora se encuentra frente una discoteca.
-¿Estás segura de que es aquí? (Pregunta Eduardo no muy confiado en una junta en un lugar así)
-Así puso en el mensaje. (mirando la pantalla de su celular donde dice el lugar y por la hora) - Vamos, que le voy a mandar un mensaje que vinimos. (Eduardo vestido solo con una camisa y pantalón entra seguido por Karla que lleva un vestido corto con mangas hacia los codos) Cuando llegaron hacia el bar Karla ya había mandado el mensaje de que han llegado.
Con sus respectivas copas viene y el mensaje de respuesta por el cual Karla exclama - ¿Qué? (Después de varios textos vuelve hablar) - No me puedes hacer eso.
-¿Qué pasa?
-Nos batió, no va a venir.
-¿Cómo?
-Qué encontró a alguien más interesante, lo que significa que esta noche tendrá sexo.
-¿Entonces qué hacemos?
-Recuérdame de borrarla de lista de mis conocidos. (contesta Karla antes de tomar el trago y exhalar el aire) - Por el momento terminar la bebida y entonces veré. Tú no estás obligado a quedarte, que seguramente tienes suficiente con que te arrastre aquí sin alguna utilidad en fin.
-Eso sigue sin resolver el problema de los muebles. Sabes que, eso se termina esta semana. Pon los muebles que supones que son para la casa, ya no me importa ni la bancarrota más que todo termine.
-Ok-ay. (sorprendida por la manera de su respuesta)
Lo que quedó de la bebida lo pasan en el silencio, no teniendo de qué hablar... A la siguiente bebida el alcohol ya hizo de las suyas y los relajo ahora están sentados uno alado del otro y no enfrente como en el principio.
-Verde.
-¿De verdad, verde? (repite Karla y frunce los labios)
-¿Si, que? (Tono en el que lo dijo y su cara le hace preguntar)
-No sé, no me pareces un verde.
-Lo soy. ¿Quién diría a? ¿Tuyo?
Con la cabeza abajo, mirando el vaso en las manos no la levanta hasta que la palabra no sale de su boca - Verde.
-¿Aa, si? (Con una sonrisa traviesa)
-¿Y como lo descubriste?
-Una persona me obligó a tomarlo.
-¿Una novia?
-Sí, estaba obsesionada con ver si somos compatibles.
-¿Cuál es el tuyo?
-Mi mamá y mi hermana, les interesan esas cosas. A papá no le gusto para nada, pero cuando llegaron los resultados se volvió loco por saber el resultado.
-¿Cuál pregunta sigue, que sea buena?
-Mmmm ¿Playa o bosque?
-¿De verdad? Diría que playa. Fue lo favorito de las vacaciones y cuándo estábamos todos juntos.
-Si eso sí, cuando papá toma libre para llevarte a la playa pasar las vacaciones siempre fue lo favorito. Aunque en último tiempo prefiero la paz del bosque. (referendo sé en la vacación de la escuela de ambos)
Mueve la cabeza de lado a lado, como midiendo la respuesta - Posiblemente tienes razón, no estaba en unas vacaciones desde el tiempo de los estudios sí que ya y no sé.
-Deberías tomarte unas no es muy sano morir trabajando. Ahora cuando la casa sea terminado podrías pensarlo e irte ahí unos días. Mm (bebiendo un trago) - dime, ¿qué colores quieren tu hermano y tú para los cuartos? Si podré mañana recordarlo, cabeza me da vueltas.
-Y yo que supuse que lo hace ya de horas.
-Si no llevamos tanto tiempo aquí.
-Es una (dice Eduardo con la mirada sobre el reloj).
-¡Ya! (Exclama Karla con ojos como platos) - Deberíamos irnos.
-Si, mañana trabajamos.
-Quieres decir hoy. (levantándose ambos)