La Casa

Me duele mirarte a los ojos sin poder besarte sentirte tan cerca, pero a la vez tan lejos. Me duele tanto tenerte cerca y no poder decirte...

-Hola, Val. (Valeria está sentada en la cafetería cuando la saluda una amiga) 

-Hola, querida.

-Holis (poniendo sé cómoda en la silla). 

-¿Quieres algo tomar? (Pregunta Valeria con su taza cerca de la boca) 

-Aay no, no tengo tiempo. Te vi y quise hacerte un poco de compañía. (tomando un sobró Valeria le agradece con un parpadeo) 

Mirando al rededor de la cafetería como pensativa con la mano acariciando a la barbilla la amiga dice - Aa, ¿sabes a quién vi anoche en el antro? 

-No, ¿cómo puedo saber? ¿A quién? 

-A tu hermana. Estaba con un tipo, y muy guapo por cierto. No sabía que ha vuelto a las salidas. 

Sorprendida Valeria, toda la atención dedica a su amiga - A Karla, ¿Estás segura? 

-Si, por supuesto sé cómo está tu hermana. 

-Si, okay lo sé, sin embargo, ese lugar está obscuro y más si dices que estaba con un hombre. 

-Ay, ¿por qué te suena así de imposible? Karla es todavía joven y seguramente no va a lamentar de por vida algún imbécil por haya. 

-¿De qué estás hablando? 

-Ay, por favor Valeria, si todos saben su secreto familiar. Cuando a Karla se le fueron los tornillos y se casó. 

Valeria no puede creer de qué eso se sepa, recuperando sé del choque por el cual estaba parpadeando, pregunta - Escríbeme ese con el cual estaba. (entrando en el miedo de quién pudiera ser) 

-Ayy, que yo sé, estaba obscuro. 

Tirando la mano por la mesa sin poder creer Valeria prosigue - ¿Cómo que no sabes? Hacia un momento me convencías de que fue Karla y ahora todo estaba demasiado obscuro para que sepas cómo se ve alguien que caracterizas como guapo ¿Por fa, algo, lo que sea? Debo saber cómo se ve (viendo su amiga desesperarse está reflexionar sobre la noche). 

-Bueno, estaba de espalda. Rieron mucho, tomaron... Llevaba la ropa como todos en ese lugar, ¿Qué? (Viendo cómo Valeria voltea los ojos) 

-No necesito eso, necesito saber ¿quién es? 

-Y de dónde que yo sepa eso preguntarle a tu hermana. Lo que yo te puedo decir es que su ropa no se veía barata y que tuvo barba y bigotes él complete y como su pelo diría que es de color negro. 

Midiendo lo que oyó, Valeria se da cuenta de que su descanso paso - Debo irme, gracias. (levantando sé, besa el aire la mejilla de la amiga y corre por la puerta) 

Karla está tratando en no pensar sobre el ayer y Eduardo mientras hace las compras para amueblar así a la casa del lago, lo que le hace ser más difícil no pensar sobre el tema. 

En la oficina Eduardo se está matando trabajo intentando no recordar lo de anoche. Buscando entre los papeles y sus obligaciones no tener el tiempo y lugar de pensar en Karla. 

-Hey, hey ¿qué estás haciendo, te has vuelto loco? (Pregunta Fabio entrando en la oficina y viendo como su hermano está tirando papel por papel al estampar en él su sello) 

-No preguntes nada. (y sigo en lo suyo) 

-Eduardo, ¿Qué pasa, me lo vas a decir? Me dijo la secretaría que has estado aquí todo el día y viniste antes que ella. 

-No pasa nada y déjame en pasa, vete por allá. 

Días después 

-Buenos días, quisiera avisar al señor Olmedo que la casa que dio construir está terminada. 

-Buenas, el señor no está aquí por el momento. 

-No importa, lo que quisiera es que me haga una cita con el señor para qué viene a ver la casa. Cuando usted tiene libre en su agenda a mí me conviene. 

-Sí, déjame checar. 

Después de cuál que día 

-Señor (entra una muy apenada secretaría). 

-Sí. (contesta Eduardo, levantando la vista hacia la puerta donde sigue parada la secretaría) 

-Señor, hice una falla, perdón. (poniendo sé nerviosa) 

-Dime ¿qué pasa? Nada puede ser demasiado grave (invitándola acercarse y sentarse). 

-Hace unos días llamo señorita Rana, queriendo hacer una cita con el señor Olmedo para que vaya a ver la casa que dieron construir y la cual está terminada. Yo le di la cita para hoy, pero le olvidé decir al señor (lo que ella no termina porque lo hace Eduardo). 

-Y señor no está en la ciudad. (ella apenada asiente con la cabeza abajo) - No te preocupes iré yo como sea yo fui presente durante la construcción. Nada más dime cuándo es la cita y dónde y de lo demás no te preocupes. 

-Hola (saluda Eduardo a Karla saliendo del coche y yendo hacia ella frente la casa del lago). 

Consternada Karla lo saluda con la mano de lo que él se da cuenta y le dice - Fabio salió de la ciudad. 

-Bueno, vamos. (dice Karla, asintiendo con la cabeza y entregándole las llaves) - Toda tuya, muebles están en su lugar y en fin no gaste tanto como creí (yendo hacia la puerta, Eduardo pone la llave en la llavera y abre la puerta). 

Entrando se encuentran en la sala de estar de la cual tienen la vista al pasillo y la cocina. Pasando por la casa Eduardo le hace una pregunta que no lo deja. 

-¿Por qué has llamado a Fabio a venir sin él no quiso tener nada que ver con la construcción? 

-La casa está terminada, opine que darle a él la llave y no sé... Supongo que quise terminar y con él en buenos términos. (Eduardo solo asiente con la cabeza) 

Acercando sé al final de la gira por la casa que ahora ve y con muebles.  

-Como hemos acordado cada cuarto tiene su baño y uno en el pasillo para las visitas - un toilette.

-Uh mm. (apenas prestando le la atención por mirar a su rededor) 

-¿Te gustan los muebles?, en fin no gaste tanto. (dice Karla probando llamar su atención sin éxito) - Bueno, las últimas destinaciones los 2 cuartos que quedan. (abriendo la puerta) - Entra.

Cauteloso Eduardo se adentra en el cuarto que lo deja congelado en el lugar. Es el cuarto que quisieron, no obstante nunca tuvo coraje de decirle; cuarto que hubiera sido de sus padres y que Karla decoro con sus cosas. - ¿Cómo? (Del choque Eduardo no puede ni formular la oración) - ¿Has encontrado estás cosas? ¿Por qué hiciste este cuarto, Karla?, yo no te dije que la plañamos.