Destino (familia O-R)

Después

Hoy solo te siento cerca me abrazas, me cuidas, me amas, yo no puedo estar contigo al menos por el momento, pero quiero que sepas que en el fondo te amo solo a ti y con todo el corazón. 

Karla y Eduardo están sentados en lados opuestos de la cama, vistiendo sé, no se oye nada, ambos están suficientemente sorprendidos por haberse dejado llevar hacía tanto. Dando sé espalda comienzan tomar decisiones. No dispuestos a mirarse voltean la cabeza a lado que les permite verse solamente por rabillo del ojo, sin embargo, nunca para encontrar sus miradas. 

-Esto se queda aquí, nadie lo sabrá. 

-Por supuesto. Como sea ya nunca nos veremos. 

-Si (después de un silencio y asentimiento de la cabeza al darse cuenta de que no existe la razón para verla ya contesta Eduardo). 

-Si quieres irte primero, yo arreglaré como si nada paso. 

Sentados, desesperados lo más lejos posible 1 del otro, ya vestidos, siguen procesando lo pasado; el paso que nunca imaginaron serían capaces de hacer. Queriendo escapar de ahí lo antes posible y olvidar Karla se levanta y empezó a ordenar el desorden, tiempo que Eduardo va hacia la salida del cuarto, ambos incapaces de mirarse de frente porque el pasado les está enzima. 

Sin un adiós y con muchos tormentos ambos abandona la casa en varios minutos de diferencia. Karla para ya nunca volver le dedica una última mirada, incapaz de separar su proyecto con lo pasado. 

 

Eduardo intenta regresar en el trabajo sin poder sacar de la cabeza lo sucedido. Mientras Karla se encierra en su cuarto donde permanece en soledad hacia el regreso de Valeria a casa. 

-Karla ¿Qué pasa, porque estás en la oscuridad? (Pregunta entrando Valeria en una voz preocupada) - ¿Estás bien? (Acercando se a ella, pregunta) 

-Valeria, por favor vete, ni quiero ver a nadie. (responde Karla, sollozando, preocupando así su hermana que sigue) 

-Kay, estás llorando ¿Qué sucede?, me asustas.

-No pasa nada, vete y déjame. (solloza de nuevo y pasado la mano por la nariz) 

-¿Cómo puedes decir eso? Mírate no me dejas ni ascender la luz. (al ver que Karla llora de nuevo y se voltea para estar más lejos de ella) - Karls, soy tu hermana y mejor amiga no me voy a ir hasta que no me digas por qué estás cómo estás. Sola no te dejo, si no quieres hablar entonces me quedaré aquí consolando te como hace una mamá a su bebé. 

Valeria se dio cuenta de que es algo sumamente grabé porque Karla está escapando de sus abrazos, lo que la hace quedar junto ella con más decisión, negando bajar a cenar porque Karla no lo quiere hacer. 

-¿Te has tranquilizado? (Pregunta Valeria al darse cuenta de que se quedó muy tranquila con su mano en la espalda) 

-¿Qué quieres, Valeria? ¿Hoy tuve suficiente? 

-¿Me vas a decir lo que pasa? Te sentirás mejor. (probando en ese modo hacerla hablar, hablándole en su más dulce voz) 

-No, Valeria. Sé lo que me vas a decir, mejor que no lo digo en voz, sola sufro suficiente. 

-No te diré ni una palabra, promesa R. 

Después de un silencio donde ninguna dijo nada Valeria asumió que acepto - Déjame ascender la luz. 

-¡No! Mejor no. Me siento suficiente horrible ver tu cara que lo confirma... (exhalando el aire Karla se sienta sobre la cama en la que hasta ahora estaba acostada) 

-Bueno, como quieres. A pesar de que no me vas a convencer tan fácil que nada puede ser tan horrible para que te atormentes. 

Dejando una risa sarcástica, Karla dice - Muy pronto cambiarás de opinión. 

-Okay, te escucho. (dubitativa Valeria responde) - ¿Qué te llevo a este estado? 

-Hoy entregué la casa de lago. 

-¿Y eso te tiene de esta manera?, si es una tontería. 

-¿Y te parece una tontería...? No puedo, no. (Negando y con la cabeza que oculta en las manos, recuperando sé del miedo) - Ya no te parecerá una tontera cuando te diga que en realidad paso. 

-Bueno, hazlo. Me tienes aquí (agarrándola por las manos y uniendo sus palmas) - siempre, okay. 

-Tuviste razón, me clavé, duro. Tanto que no estaba consiente de lo que estoy haciendo. Me acosté con él, Val. (Silencio y la oscuridad son lo único que rodea a las hermanas) 

Los ojos de Valeria están congelados sobre Karla, cuál ya no soporta verlos y se le nubla la vista de lágrimas de nuevo. Valeria se está obligando callar, sabe lo que prometió y vio su hermana sufrir por... Algo a que no quiere ni nombre poner. 

-No es tan grave. (queriendo disminuir el sufrimiento de su hermana, aleja la mirada) 

Exhalando un aire doloroso, le pregunta - ¿Cómo puedes decir eso, tú que primera me has? 

-Has tenido sexo ¿y qué? 

-¿Y qué? ¿De verdad Valeria?, él es. (incapaz de pronunciarlo con sus manos se cubre la cara) 

-Si, Karla él es, él es el pasado. (Dice perdiendo la luz) 

-De verdad que no te comprendo, pensé que levantarás los muros, el fuego y no esto. 

Tomándola por la mano - ¿Y dime qué quieres que haga? Te lo advertí, tú eres demasiado grande para que te pueda decir algo, Karla tú siempre has hecho lo que tu corazón quiere o dice, como quieres. Esta vez no fue demasiado diferente. (no sabiendo que decir Karla apaga la luz y vuelve a recostarse) 

-Tú de verdad no lo entiendes Valeria. 

-¿Por Dios qué quieres que te diga y haga? (Pregunta alterada Valeria levantando la voz) 

-¡No lo sé, okay, no lo sé! 

-¿Por qué te afecta tanto, dime? Puede que al final lo resolvemos. Yo no te voy a dejar en este estado, no sola. 

-Todo me afecta, todo. 

-Imagina me como tu psiquiatra y dime, todo. 

-No puede, no puedo Valeria. Me avergüenzo. 

-Soy yo, no necesitas tenerla No puedo, me ahogo. No me sale de la cabeza que mala persona soy. 

-Ay por favor Karla, no eres mala únicamente no puedes separar la razón del corazón y me sorprende que no sabes que hay y los peores. Tú lo hiciste años después y del divorcio y de la muerte, con te maltrates. Lo que no comprendo es ¿cómo él lo permitió, después de todo que te hizo? 




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