Nadie nace un gran cocinero, se aprende intentando.
Qué cocinar cura.
Fabio puso el último ingrediente en el bol y comenzó a amasar y así terminar de unir la masa. Orgullos de sí después cuando la masa está hecha la saca del bol para amasar la a mano. Después de dejar la masa un tiempo descansar la comienza estirar como en las películas haciendo que la harina se esparcía por toda la cocina y la masa se le mezcla entre los dedos terminando todo en el piso.
-Maldita sea.
Unos minutos después, viene Eduardo preguntando - ¿Qué pasó aquí, vino la nieve y yo no me di cuenta?
-Haha, muy chistoso. Luciana dio libre a toda la servidumbre y se negó a cocinar.
-¿Y entonces tú decidiste sabotear la cocina?
-No. Quise hacer la pizza si no es obvio. (dice enseñando la masa en el piso y los ingredientes para poner en ella)
-¿Por qué simplemente no hiciste la pasta? (Mientras pregunta se acerca al armario y saca una caja de pasta)
-Puede ser porque no me dio la gana comerla.
-Pues ahora no tienes otra opción (accediendo la estufa) - yo no la sé hacer.
-¿Qué, morirás si pruebas?
-No. Pero ni limpiaré (bajando la mano a piso) - cuando yo decido hacer algo lo probaré hacer como lo que soy principiante.
-Señor, inteligencia. (dice golpeándolo con el paño de la cocina)
Sentados en la mesa en fin, chicos comen la pasta con la mantequilla, cuando Luciana regreso - Que creativos.
-Provoca, provoca. (le dice Fabio)
Con eso y una sonrisa Luciana se aleja hacia la cocina de la cual muy pronto vuelve - Ustedes nunca crecerán ¿no? Ahí como si una bomba explotó y no alguien probó hacer algo de comer. (Se lamenta por el desorden a lo que ellos solo se encoge de los hombros)
-Estás segura de que eso va adentro.
-Si, Valeria así lo dice la receta. Aprende la batidora para batir mientras yo pondré la mantequilla en el molde.
Cuando lo pusieron a hornear, Valeria pregunta - ¿Y ahora que? ¿Hacer una más o esperar?
-Una más. Dijimos que será de pisos.
-¿Señoritas, de verdad no necesitan que les ayude? (Pregunta una de las sirvientas de la casa)
-No, gracias. Debe estar preparada 100% por nosotras en otra manera la hubiéramos comprado. (le responde Valeria)
-Muy bien entonces las dejo.
-¿Has medido los ingredientes? (Pregunta Valeria a Karla viéndola ponerlas en el bol)
-Si, jefa. Solo queda poner vainilla, leche y mantequilla.
-Bueno, soy en eso.
Al terminar de batirla la ponen en el molde e intercambian con la que se terminó de hornear.
-Ahora solamente queda enfriar las y echar el glaseado. (dice Valeria, guardando el celular)
-Sí, vamos a preparar los ingredientes y podemos hablar del trabajo.
-Vas a dejar de moverlo. (dice Valeria probando no esparcir el azúcar)
-Si la receta dice no dejar de moverlo. ¿Qué quieres que se destruye?
-No, pero de esta manera todo va fuera.
-Ni modo aguantamos.
Minutos después
-Mmmm
-Salió riquísima ¿no?
-Yo me la comería de esta forma (dice Valeria, lamiendo el dedo).
-Pero no lo vas. Si tenemos suerte nos tocará que pedazo.
-Hombres, siempre todo se les sirve en las bandejas.
-Mama mía, cuando dijeron que harán el pastel para el cumpleaños no pensé que se lo tomarían así de en serio, esto se ve delicioso (dice Malú, pasando el dedo por el glaseado del pastel).
-Para papá todo lo mejor. (contesta Karla)
-Sí. Me recuerdo primera vez cuando juntas lo probamos hacer (haciendo una mueca). - Creo que será mejor que no lo digan que ustedes la hicieron, menos hasta que no la prueba.
-¿Por qué? (Pregunta Valeria, confundida y un poco triste mientras Karla sola escapa en esos recuerdos)
-Val, porque primera vez cuando la hicimos con mamá, papá terminó en el hospital no nos quiso decir que es horrible. Después la hicimos solas unos años después y apenas logro comer medio pedazo, cada vez desde entonces escondidas la tira ni la prueba por el miedo.
Triste, Valeria dice - Yo no me lo recuerdo.
-Ay amor, nada raro la dejamos de hacer y en fin no fuiste así de mayor cuando nos abandonaste (las 3 se abrasan).
-Bueno esto necesita enfriarse (dice Karla rompiendo el abrazo y levantando el pastel hacia el refrigerador).