Se rompieron el corazón de mutuo acuerdo. No pueden estar juntos. No quieren estar juntos, porque si en verdad lo quisieran lo intentarían todo, pero no. Ambos son sensatos, realistas y demasiado románticos como para arriesgarse a perder todo solo por intentarlo.
Desde el día en el que se había enterado de lo que sus seres más queridos y cercanos piensan Karla se volvió triste y alejada.
Sentados en la mesa triste Karla está repasando con el tenedor por su comida, llevando las miradas de sus compañeros de mesa sobre sí misma.
-Karla, come. (dice Malú, que ya cuál que día la está viendo así)
-¿Karla, que pasa, bebé? (Probando ser cariñoso pregunta Marin)
Enseñando un cariño maternal sobre ella, Valeria le pasa un mechón detrás de la oreja - K, debes estar bien por el bebé. (Arta de como la tratan por estar en el restaurante solamente se aleja)
Tiempo en el restaurante para Karla pasa muy lento, está enojada mientras los suyos se ven como siempre muy entretenidos y hablan mientras ella solo mira su rededor.
En una de esas repasadas Karla ve Eduardo caminando hacia una de las mesas, paralizando sé y congelando su vista sobre él.
Mientras saluda a su cita de comida y posible cliente, Eduardo repasa el restaurante con los ojos volviendo y paralizado la vista sobre Karla al notarla en una de las mesas en compañía de 3 personas suponiendo por la compañía de Valeria que son sus padres los otros 2.
Sentando sé, Eduardo une todas las fuerzas para enfocarse en su cliente y no acercarse mientras se pregunta por qué su triste rostro.
Terminando su café al voltear sé los ojos de Valeria se cruzan con Eduardo y vea en rapidez que Karla no le quita la mirada - ¡Ay, no! (Agarra Karla por la muñeca al percatarse de que se está levantando) - ¿No piensas ir, que no?
-Por supuesto que no, no puedo ni en el baño (dice bruscamente Karla liberarse de su agarre y vuelve a sentarse).
-¿Qué pasa? (Percatándose del comportamiento de las chicas, pregunta Marin)
-Nada. (contesta Karla, a lo que Valeria quiere contradecir, pero al mirar a los ojos su hermana decide callar)
Mientras están saliendo, entra Fabio quien al cruzarse en la puerta con Malú se percata de la misma aroma que llevo la chica de las gafas. Confundido por ser la primera vez que lo vuelve a oler Fabio no se da cuenta de que del otro lado está saliendo Valeria por nunca dejar de caminar.
-Perdón por la tardanza que tuve que hacer me cargó de algún asunto (al llegar hacia la mesa y extendiendo la mano al posible cliente).