Destino (familia O-R)

Declaración

¿Quién dice que las cosas con el tiempo se resuelvan?, ¡miente! Siempre les resuelva alguien más. 

Decidida a afrontar lo que por el momento no quiso Karla exhala el último aire frente la casa de los Olmedo el lugar que no vio desde el día cuando se fue. Al tocar de la sirvienta busca que le llama a Eduardo. Cual se presenta junto a su hermano. 

-Hola. (la saluda visiblemente confundido Eduardo sabiendo que han acordado no verse ya nunca, Fabio a lado solo los mira) 

-¿Podemos hablar?, tengo que decirte algo. (nerviosa apretó el bolso) 

Sin salir de su confusión Eduardo la invita pasar - Okay, pasa.

-No, ¿podemos irnos en alguna otra parte. (no queriendo pisar esa casa del pasado menos para hablar de algo como eso) 

-Si, bueno (dirigiendo de a la puerta que sigue abierta). - ¿Dónde quieres ir? (ya fuera Eduardo la pregunta) 

-No sé, quiero un sitio más íntimo. Ni puedo creer que voy a hacer eso, ¿quieres que vayamos con el mío? (apuntando al coche) - No sé si sería muy inteligente que lo hagas tú.

-Como quieres ¿De qué se trata todo esto, me preocupas? ¿Estás bien? (Ella únicamente asiente con la cabeza y se dirige al coche) 

 

 

 

Dejándolo entrar en su casa vacía, toman asiento en la sala. Eduardo espera que Karla comienza a hablar mirando a su alrededor. 

-No soy una asesina. Es lo primero que quiero que sepas. (Comentario cuál Eduardo sigue sin comprender) - No sé ni como decírtelo, menos de qué es la verdad. (Exhala el último aire con la cabeza mirando el regazo y las palmas de las manos cuáles tiene juntas y ente piernas. Levanta la cabeza para mirarlo en los ojos al decir) - Estoy embarazada. 

Todo que desde ese momento salió de la boca de Karla, Eduardo lo escucho como de lejos, la cabeza le daba vueltas, estaba paralizado y escuchaba un silbido con sus palabras. 

-Esto es todo lo que te tuve que decir. Ahora si quieres irte puedes. (viéndolo paralizado Karla es la que se levanta va hacia la sirvienta le dice que no lo toquen y que está bien, después de eso sube en su habitación) 

 

Paso un tiempo antes de que Eduardo se recuperará de la noticia y dejó su congelada mirada repasar la sala. Para dirigirse a la misma dirección donde vio ir a Karla y que por los sonidos, las aromas y muebles es la cocina. 

-Perdón. ¿Cuál es el cuarto de Karla? (Hace la pregunta a las 3 sirvientas que encuentra ahí) 

Sorprendidas las 3, 1 logra contestarle - Por las escaleras, a la izquierda primera puerta de la derecha. 

-Gracias (asintiendo con la cabeza, para dirigirse a las escaleras).

Entrando en la habitación después de tocar y oírla decir adelanté, la encuentra sentada en la cama. 

-El destino en un juego cruel que ¿no? (Ella es de nuevo la que habla primero) 

Con la mirada centrada en ella Eduardo se adentra en la habitación. Acercándose a la cama, acepta el pequeño papel que Karla le está ofreciendo sin que cambia la postura en la cual se encuentra, diciéndole - ¿Si quieres ver? 

Bajando la vista a papelito en la mano Eduardo se encuentra con el ultrasonido. Mirando el pequeño que se formó, se derrumba sentándose en la cama. 

Llevando consternado la mirada de la foto a ella - ¿Por-porque? (Su voz se baja y ronca por lo que prosigue aclarándose la garganta) - ¿Por qué hasta hora? (Karla abrió la boca para responder, cuando él prosiguió) - ¿Por qué no me lo digite antes? ¿Por qué?... (Se levanta y con las manos donde todavía sostiene la foto aprieta la cabeza, exhalando el aire por tantas preguntas que se le están formando) 

-Para que pase el peligro. No quise llevar esto y a ti. A mí también me fue muy difícil de aceptarlo. Decírtelo y entonces que lo pierdo, ya puedes imaginarte como sería toda la situación. Explicaciones, los confrontamientos... 

-¿Hora está todo bien? ¿Entonces? 

Asistiendo con la cabeza prosigue - Es el último ultrasonido (haciendo el adame con la cabeza a su mano). - Su corazón está bien, el doctor dice que y sus movimientos están en orden. Poco a poco se está haciendo vivo. Me va más acusando a mí (soltando una risa) -, debo tomar más vitaminas, estoy más gastando que ingiriendo. (Centrando su mirada completamente en él, lo ve mirándola entre confusión y escuchado) - Perdón, esto no me va, estoy hablando estupideces. 

-¡No! No te va bien (dice negando y con la mano, acercándose).

-Es que los míos se empeñaron en acompañarme así que no necesito explicarles nada. Más que ellos vivieron 2 embarazos (ladeando la cabeza).

-Sí. (palabra que Eduardo dice para que no se los lleva el silencio estando cerca y mirándose)

Con el silencio entre ellos - Es increíble. (Asimilando todavía dice Eduardo)

Karla con la cabeza abajo deja un sonido de risa de acuerdo. Tiempo pasa que ninguno dice nada.

Volviendo la cabeza al reloj, Karla le dice - Deberías irte. Míos están a punto de regresar. ¿Si no quieres que te encuentren aquí? 

Escucharla hablar, Eduardo voltea la cabeza sin hacer nada. 

-Te advierto que no sé cómo quien reaccionaria, nunca hablamos de eso ¿Tú quieres que me vaya? (Karla le responde encogiendo los hombros y apretando los labios) 

-Bien, vámonos (comenzando levantarse y agarrándola de la mano para que haga lo mismo).

Extrañada Karla se deja guiar por él - ¿A dónde? 

-Nos queda todavía mucho de qué hablar ¿Qué no? Entonces vamos a donde lo podemos hacer sin ser interrumpidos (llegando ya hacia la puerta de la recámara).

Cuando salieron todavía nadie había regresado. Manejando el coche de Karla, en silencio. Mientras ella todavía no comprende donde van, Eduardo toma el camino fuera de la ciudad. 

Parando frente de la casa de lago, ambos descienden del automóvil. Karla sigue extrañada, mientras Eduardo está decidido - Vamos (moviendo la mano para qué camina hacia la enterada, llevando la llave en la mano). 




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