No hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos.
-Si, okay. Espera que lo escribo, mm. Está bien te recojo después que veas eso con Valeria y tu mamá (dice Eduardo escribiendo en papel). - Nos vemos. Voy a salir para el almuerzo. (informa a Fabio que está sentado en el sofá)
-Yo sigo estando en contra de lo que haces y no lo pienso permitir. Espera solo que me recupere y verás.
-Bueno, yo me voy a trabajar y después ver lo que Valeria escogió para su tienda.
Haciendo sé desinteresado al salir Eduardo, Fabio toma el papel sobre el cual Eduardo escribió la dirección donde se encuentran las mujeres.
Esperando que Eduardo se vaya con Karla y despiden Malú, entra, viendo a sola Valeria.
-¿Ya no llevamos gafas para chocar con desconocidos?
-Uf (viendo de quién se trata, Valeria enseña su disgusto).
-¿Qué estás haciendo con este lugar?
-Nada que te interesa. ¿Te puedes ir?, por favor.
-Naa, creo que me gusta molestarte.
Volviéndose hacia él con la palma en frente de su cuerpo - ¿Cómo me has encontrado, por cierto?
-Mmm, no te diré (más cerca de su cara). - Escuche que estás en contra de lo que han decidido nuestros hermanos (Valeria se da la vuelta para escuchar que le tiene que decir). - ¿Qué dices si nos unimos para separarlos?
Sorprendida Valeria responde - Ni loca me uniría a alguien como tu clase para algo así. Y para tu información no pienso ir en contra de mi hermana, cuanto sea que no estoy de acuerdo con sus decisiones. Ahora sí lárgate. (aceptando que no logrará nada Fabio se va)
-Llámame al abogado Serían.
-¿Cómo pudiste hacer eso? (Pregunta entrando enojado Eduardo)
-Hice lo que debo. (tranquilo contesta)
-¿Y lo que debiste hacer es buscar como sacarme de todo esto? (levantando las manos al cielo para dar a entender que se refiere en la empresa)
-Sí. De todo, ya te advertí que no voy a permitirte lo que haces y piensas hacer.
-Sacarme de todo no va a hacer que cambie mi idea y planeas, está claro. Y escúchame yo lucharé por lo que he tomado decisión de hacer, conozco todos tus juegos, por lo tanto, no te saltarán. (abandonado la oficina y Fabio adentro)
-Por tu cara veo que Eduardo no mintió.
-¿Y qué es eso que te dijo, niño de oro? (Exhala el aire)
-De que no has aprendido nada y que sigues igual. Ahora te has propuesto a alejarlo a él. Dime una cosa, Fabio ¿tú quieres estar solo, sin nadie a tu lado?
-¿Por qué quería eso?
-¿Como por qué? Fabio, si sigues yendo contra tu hermano, él de verdad se va a ir. No creas que el trabajo o la casa lo detendrán, está enamorado y espera un bebé.
-¡No me interesa! Si así piensa, que se vaya, no me importa (al rebato de Fabio que abandona la habitación Luciana niega con la cabeza, su ceguera).